Arranca la sesión de investidura más peculiar, de una manera poco común. A Pedro Sánchez le aplauden en su partido y también, en pie, Pablo Iglesias y el resto de Unidas Podemos. Junto a ellos presenta un concepto que les guiará: el patriotismo social. Se resume en medidas económicas sobre empleo, pensiones o salario mínimo. También hay medidas sociales sobre vivienda o pobreza y medidas simbólicas sobre educación o franquismo. Esa referencia al franquismo ha sido uno de los momentos con más aplausos de la izquierda. La derecha también ha aplaudido a Sánchez, pero irónicamente, cuando ha hablado de noticias falsas. Por su parte, él ha respondido con más ironía. Ha sido el único rifirrafe. El tono, en general, ha sido muy conciliador. Es parte de ese patriotismo con el que aspira a convertirse en presidente.