Cuando la idea de hacer un programa informativo a lo largo de la tarde en Cuatro se convirtió en una realidad, hace ya dos años; y, más aún, cuando Joaquín Prat le tomó el relevo a Carme Chaparro y se puso al frente del formato, no se podía imaginar que una pandemia mundial iba a convertir a ‘Cuatro al día’ en un referente informativo y en un fiel amigo durante uno de los años más tristes de nuestras vidas.
Poco tiempo después de su incorporación, el coronavirus SARS COV2 – del que ya había informado desde Italia la directora del programa, Pilar Cerisuelo – nos estalló en las manos como una bomba que nadie pudo – o supo – apagar a tiempo. En la rueda de prensa que el presentador ha dado en el segundo aniversario de CAD – recordando, como siempre, que el programa “sois vosotros”- , Joaquín ha hablado de aquellos duros meses del confinamiento en los que él tenía y se sentía “en la responsabilidad” de ir a trabajar:
“Veníamos a trabajar completamente acojonados, como cualquier persona que tuviera que salir de casa para ir a la compra o a la farmacia. Yo venía con un pensamiento muy pesimista, pero sentía que tenía que estar por y para el espectador, que teníamos una responsabilidad informativa. Ha sido increíble cómo la gente nos ha abierto las puertas de sus casas, con las videollamadas o con las llamadas por Skype y ha sido un desafío contar cosas tan duras. Sin embargo, este proyecto ha sido el mejor regalo de mi vida”, ha declarado.
Evidentemente, este “regalo” no ha sido un camino de rosas; No sólo por la larguísima jornada laboral de este presentador, que comienza el día en ‘Ana Rosa’ y que, al terminar ‘Cuatro al día’, se ha quedado encantado a charlar un rato en ‘Deportes Cuatro’ (cosa que nos hace dudar ya si hasta trabaja más horas que Javier Ruiz, y eso es mucho decir).
También porque él mismo ha dado voz a testimonios llenos de dolor que, como no podía ser de otra manera, le han afectado: “En ‘Cuatro al día’ he llorado más que en toda mi carrera profesional”, ha confesado, y lo entendemos, porque nosotros también hemos llorado con él.
¿Qué hace entonces, Joaquín, para sobrellevar esta carga emocional tan fuerte que llevamos ya sobre los hombros durante casi un año? Lo primero, ponerse “una copita de vino” al llegar a casa en los días más difíciles (tiene guardados todos los corchos de las botellas que se bebió en el confinamiento); y lo segundo y más importante, aprovechar al máximo el tiempo que pasa con su hijo de 5 años:
“Él es mi receta contra el miedo. Mis horarios laborales me van a costar el divorcio y no sé si un disgusto como padre, pero yo no veía a mi padre entre semana y tengo un magnífico recuerdo de él. Intento aprovechar mucho los fines de semana, ir a la montaña, como yo hacía con mi padre, sacar las motos y llenarnos los dos las manos de aceite y grasa. Tengo muchas conversaciones con mi niño pequeño, conversaciones de padre a hijo, sólo nuestras”, ha dicho, contento y emocionado.
Por último, en la rueda de prensa, Joaquín Prat ha expresado el deseo profesional que quiere cumplir, si puede ser, a lo largo de este nuevo año: "Me gustaría entrevistar a alguien de VOX, porque ningún representante de este partido ha llamado al programa, cuando sí lo han hecho el resto de los políticos", ha dicho, al tiempo que ha reconocido que, en algunas de esas entrevistas, se viene "arriba" y habla "desde los higadillos".
Por lo demás, el objetivo de 'Cuatro al día' a lo largo de este 2021 - además de "comerle la tostada a Más vale tarde", como ha dicho Joaquín - seguirá siendo estar cada día, al lado de la gente.