La crisis del coronavirus, la guerra de Ucrania y los precios disparados han provocado situaciones que están haciendo que las casas de empeños estén funcionando más que nunca en España.
Muchas familias han acudido a ellas por primera vez. Víctimas de una grave crisis, empeñan sus bienes con el objetivo de que su entorno no sepa cuál es su realidad: "Hemos venido expresamente a empeñar. Yo ahora mismo estoy en paro y el dinero hace falta", decía un hombre al salir de una de las casas de empeño más conocidas de Madrid.
"No lo saben ni mis hijas, esto es una cosa mía. Yo cuando vengo, lo retiro y punto. No tienen por qué saberlo. Ya tienen ellas bastante con lo suyo como para tener que cargar con lo mío", comentaba otro. Lo cierto es que la situación económica de muchos españoles ha llegado a su límite.
Una de las empleadas de la casa de empeños ha atendido a 'Cuatro al día': "Ahora la gente vende más que compra. A la gente no le llega, gente normal. Una persona como yo, que no te llega a fin de mes".