A 120 kilómetros de Barcelona, en plena Costa Brava, nos adentramos en la gran fiesta de la burguesía catalana. Un encuentro erótico y con mucho presupuesto ya que para acceder se necesita una invitación exclusiva por parte de la organización o una entrada que cuesta 3.000 euros.
Y otra cosa muy importante: para asistir es imprescindible un collar de perlas auténticas en el cuello. Habitaciones de lujo con cama extragrande, piscina privada y, según algunas fuentes, hasta un helipuerto del que, al parecer, hicieron uso alguno de sus exclusivos invitados.
Un paraíso para dejarse llevar y con la posibilidad de dar rienda suelta a fantasías eróticas: desde sadomasoquismo, a intercambio con personas del mismo sexo. ¿Quiénes están detrás de este curioso y exclusivo evento de la burguesía catalana?
‘Cuatro al día’ ha charlado, en primer lugar, con una invitada a este tipo de fiestas y, poco después, y en exclusiva, ha podido hablar con una persona que estuvo en esa exclusiva fiesta.
“Este señor, cada año celebra sus fiestas, entre ellas la de su cumpleaños e invita a unas 250 personas a su casa. Todos los invitados son gays ¿Qué pasa? Que se disfrazan a lo bestia. Y de porno nada, es un fiestón impresionante al nivel que los monta él, con espectáculo, cabaret y música en vivo”, aseguraba a ‘CAD’ un asistente a la fiesta de Páramos.