Han pasado ya casi dos años y el divorcio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se resiste. En la mesa ahora un inventario donde el exduque de Palma tiene más exigencias más allá de lo económico.
Entre ellas, dos obsesiones que ha conocido en exclusiva ‘Cuatro al día’. Dos puntos en el mapa que marcan para él la diferencia. Aunque se casaron en 1997 en separación de bienes, ahora pide quedarse con el derecho al uso de dos propiedades donde ha pasado miles de momentos junto a su familia.
Una es la casa de Bidart, un pueblo costero en los Pirineos atlánticos. Él quiere ser el único que la disfrute y privar a Cristina para siempre de este enclave. Una construcción muy cerca de la playa de color blanco y dos pisos en los que disfrutan de una vida alejada de las exigencias de los Borbones.
También, Urdangarin reclama la casa de Baqueira, en plena estación de esquí. 200 metros cuadrados en la naturaleza y tres plantas de edificio donde Iñaki disfrutaba con Cristina cuando eran pareja y, ahora que no lo son, también lo ha hecho con Ainhoa Armentia.
‘CAD’ ha informado en exclusiva de cuál de las dos casas se le ha adjudicado a Urdangarin: la de Bidart, el que fuera el refugio paradisiaco veraniego de la familia y donde se captaron las primeras imágenes de Iñaki con Ainhoa.
En plató, Juan Luis Galiacho ha dado más detalles de esta exclusiva y ha desvelado en primicia que Urdangarin ha vuelto a ‘desafiar’ a Cristina personándose de nuevo en la residencia de Baqueira.