Daniel Sancho lleva más de veinte días en la prisión de Koh Samui con unas condiciones que nada tienen que ver con ese tren de vida que el hijo de Rodolfo Sancho llevaba antes de acabar con la vida de Edwin Arrieta.
La vida de Daniel ha dado un giro de 180 grados en este último mes. Viajes con amigos, fiestas, restaurantes de lujo,... esta es la vida que tenía antes de la que presumía en sus redes sociales y todo esto solo unos días antes de cometer este crimen en Tailandia.
Sabemos que uno de sus destinos preferidos en verano era Formentera y ahí no escatimaba en gastos. Contar con un yate muy parecido al que alquilaba Daniel con capacidad para 12 personas y con 19 metros de eslora y con todo tipo de comodidades cuesta unos 5.000 euros al día.
También hacia alguna parada el restaurante más conocido de la isla donde los precios no son muy asequibles: paella de carabineros por 46 euros por persona o de bogavante por 40 euros. Una vida que para Daniel ya forma parte del pasado.