‘Cuatro al día’ ha repasado las imágenes y la información que destapa ‘The Objective’ y que salpica a la sede de la Unidad de Intervención de Policial en Moratalaz, Madrid, que supuestamente y, como se observa en las imágenes, se ha convertido en la sala de fiestas de algunos responsables de los antidisturbios.
Los agentes habrían acondicionado una sala donde cocinan y beben alcohol todos los viernes servidos por agentes de menor rango. Fiestas, cuanto menos, poco éticas que se vienen celebrando desde el primer confinamiento provocado por la pandemia. Además, cocinan dentro de esta sala, a fuego vivo, sin ventilación y sin ninguna medida de seguridad.
Un equipo de ‘CAD’ se ha desplazado hasta la comisaría de esta localidad madrileña y ha podido conocer la versión de la Policía: aseguran que nunca se ha celebrado ninguna fiesta, que simplemente se trata de una cantina, un restaurante, que utilizan los agentes, que suelen ser de otras provincias, para el uso diario de comedor.
Además, los agentes, sobre el alcohol que beben, se muestran contundentes y dicen que ‘solo faltaría que no pudiesen tomarse una caña con los colegas’. A la pregunta de si esas comilonas se han celebrado durante la pandemia, en pleno confinamiento, los policías no han querido responder.
Lo que es cierto es que las imágenes no dejan lugar a dudas: banquetes multitudinarios y en los que no falta de nada, cervezas, vino y una enorme despensa repletas de botellas de alcohol. ¿Cuartel o discoteca?
Comilonas, cenas y juergas que supuestamente empezaron los viernes de pandemia, cuando toda España estaba confinada y que, ellos, valiéndose de su cargo, fueron sofisticando poco a poco hasta convertirlo en una cita ineludible según informan ahora fuentes policiales: “Todo dependía de cómo se desarrollara la fiesta, unas veces se iban a las 5 de la tarde, en otras ocasiones se iban a medianoche…”.