Un empleado que fue espiado por su empresa y despedido va a tener que acatar ese despido porque así lo ha avalado el Tribunal Constitucional.
En una sentencia inédita, polémica y muy dividida porque la han aprobado con 6 votos a favor y 5 en contra.
El caso en concreto es que el empresario sospechaba que el empleado estaba llevándose cosas de la empresa para venderla a terceros y decidió revisar unas cámaras que había puesto, y de lo que no habían sido informado los empleados.
Allí descubrió que sí, que el empleado se estaba llevando cosas y eso lo utilizó como justificante. Hasta ahora, para que esto fuese válido, el empresario tendría que haber informado antes a los trabajadores.
‘Cuatro al día’ ha consultado al magistrado Joaquín Bosch para intentar desvelar las claves de este caso: “En este caso el TC ha considerado que resulta suficiente con la existencia de un cartel”.