La provincia de Lleida sufre un grave problema con el agua potable. Hasta 25 pueblos se han visto afectados por la contaminación de un herbicida. Un total de casi 20.000 personas se encuentran limitadas actualmente en consecuencia: no pueden beber, cocinar ni lavarse los dientes con el agua del grifo.
Todo ello ha ocurrido en plena ola de calor. Se han superado los 40 grados prácticamente a diario. La solución que se les planteó desde la Agencia Catalana del Agua fue de la llevarles una cuba un día a la semana durante media hora, pero no fue suficiente. Los ayuntamientos tuvieron que ponerse en marcha para ayudar a sus vecinos.
Llevan más de 15 días sin agua potable. Todas las viviendas se encuentran llenas de garrafas. Los viajes al supermercado son diarios, pero los litros se acaban en nada. Las fuentes públicas no tienen agua.
Anna Feliu, alcaldesa de L’Albi, una de las localidades afectadas, ha atendido en directo a ‘Cuatro al día’: “Siempre hay una concentración de pesticidas en el agua, con los filtros se limpia pero con la sequedad que hay, esa agua no se va renovando y la concentración es mayor. Los filtros se han tenido que cambiar por otros más potentes”, decía. “Ya vamos para la tercera semana, la primera esperamos, pero vimos que no se solucionaba. Esto no podía ser. Lo que hicimos fue llevar el agua a sus casas, por lo menos a la gente mayor