Miguel Ricart, alias el rubio, fue el único acusado de los crimines de Alcàsser. Cumplió condena en prisión pero, actualmente (y desde el año 2013), se encuentra en libertad. La polémica que siempre ha rodeado a este caso siempre genera opiniones contradictorias. ¿Fue Ricart un cabeza de turco y se comió un marrón a cambio de dinero? ¿Alguien le protege? ¿Cuál es su paradero? ¿Cómo y de qué vive?
El pasado viernes 15 de enero, la Policía identificó a Miguel Ricart en una casa situada en el barrio madrileño de Carabanchel. Los vecinos de la zona se quejan de continuos robos y jaleos de droga en la zona, concretamente por culpa de un edificio okupado: “Estamos asustados. Cuando pasan cosas, llamamos por teléfono pero nadie baja a enfrentarse. Son 30 o 40”.
Por lo que sabemos, Ricart no vive en ese edificio, pero se acerca a menudo para comprar droga. Cuando los vecinos hablan de Ricart, opinan que es una persona “no más peligrosa que cualquier otro yonki que pasa por aquí”. Poco se sabe del modo de vida actual de Miguel y por eso contamos con varios expertos (Paco Pérez Caballero, Félix Ríos, Javier Martínez y Fernando Bustamante) para analizarlo todo con detalle en nuestra mesa de debate.
Fernando Bustamante fue la persona que pudo hablar con Miguel Ricart el día de su huida en un tren. Cuenta que en ningún momento se quitó el pasamontañas y que le preguntó todo cuanto tenía en cabeza, solo que Ricart contestó a lo que quiso: “Le pregunté si se arrepentía y me dijo que sí”. Como dato curioso, Bustamante destaca que Miguel parecía un marciano que acababa de aterrizar en nuestro mundo porque, tras pasar 20 años en la cárcel, se asombraba al ver las puertas de tren abriéndose y cerrándose incluso al ver los teléfonos móviles.
Félix Ríos analiza las distintas (y contradictorias) versiones que Ricart dio en su día y considera que a día de hoy, los forenses e investigadores cuentan con mejores materiales para investigar y que eso podría traer novedades aunque “no las podemos avanzar, pero son positivas”, asegura. “Estamos trabajando a nivel forense y el caso Alcàsser está cerrado entre comillas pero hay un sumario que está abierto y es una vía legal para que haya cosas que se puedan revaluar”.