Cualquier noticia relacionada con un asesinato siempre resulta impactante, pero si las víctimas son menores que no pudieron defenderse los crímenes resultan aún más perturbadores, especialmente cuando fueron los propios padres quienes cometieron tales atrocidades.
En la historia reciente de nuestro país han trascendido algunos crímenes de menores y los medios de comunicación se han hecho eco de ellos con un seguimiento capaz de mantener en vilo a la población. Tanto es así que algunos de ellos incluso han sido el germen para la producción de alguna serie de TV.
Si hubo un caso en la última década del pasado siglo del que corrieron ríos de tinta y se grabaron horas y horas de televisión ése fue el de las niñas de Alcasser. En noviembre de 1992, Míriam García, Toñi Gómez y Desirée Hernández, tres adolescentes de 14 y 15 años, desaparecieron del pueblo valenciano de Alcásser mientras hacían autostop para ir a una discoteca cercana.
La búsqueda fue intensa y agobiante, hasta que 75 días después sus cuerpos fueron hallados sin vida cerca de la presa de Tous. La autopsia reveló que habían sido secuestradas, violadas, torturadas y asesinadas. Con una investigación policial marcada por el seguimiento mediático, no fue hasta 1997 cuando se detuvo a Miguel Ricart como único acusado del triple crimen. Ricart confesó haber participado en el secuestro y la violación de las niñas, pero culpó a otro hombre, Antonio Anglés, de su asesinato. En la actualidad, Anglés sigue en busca y captura.
Otro caso que removió las conciencias y a la opinión pública fue el de la desaparición y asesinato de Marta del Castillo. Esta joven sevillana de 17 años desapareció el 24 de enero de 2009 tras quedar con su exnovio, Miguel Carcaño. A pesar de una intensa búsqueda y una gran movilización social, su cuerpo nunca fue encontrado.
Finalmente, la investigación concluyó que el autor fue el principal sospechoso, el propio Carcaño. Sin embargo, nada ha quedado claro y el cuerpo de Marta aún no ha sido encontrado, ya que el culpable ha llegado a cambiar hasta ocho veces de versión.
En 2012, Carcaño fue condenado a 21 años y 3 meses de cárcel por el asesinato y la ocultación del cadáver. En 2019, la Audiencia de Sevilla ordenó una nueva búsqueda del cuerpo de Marta en el río Guadalquivir, pero la búsqueda no tuvo éxito.
Conocido como el caso José Bretón, no cabe duda de que conmocionó a España en 2011. Todo comenzó cuando este hombre, padre de Ruth y José, de 6 y 2 años respectivamente, denunció la desaparición de sus hijos en un parque de Córdoba.
Durante la búsqueda, Bretón mostró preocupación por sus hijos e incluso participó en batidas de búsqueda. Sin embargo, las investigaciones policiales pronto lo señalaron como principal sospechoso. Y es que Bretón drogó a sus hijos y los asfixió en su domicilio. Posteriormente quemó sus cuerpos en una hoguera en una finca de la localidad de Las Quemadillas. La policía encontró las cenizas y otros restos de los cuerpos antes de que el asesino lograra deshacerse de ellos. La principal motivación de Bretón pudo ser el deseo de vengarse de su exmujer por la separación y la custodia de los niños.
De actualidad debido al estreno de la serie protagonizada por Candela Peña en Netflix, el caso Asunta también resultó muy mediático. Fue el 21 de septiembre de 2013, cuando Asunta desapareció de su casa en Santiago de Compostela. Dos días más tarde, su cuerpo sin vida fue encontrado en una cuneta a las afueras de la ciudad. Asunta había sido envenenada con Lorazepam y asfixiada. Desde el principio, los padres, Rosario Porto y Alfonso Basterra, fueron los principales sospechosos.
En 2015, fueron condenados a 18 años de cárcel por el asesinato de su hija, aunque los motivos del crimen siguen siendo confusos. Rosario Porto fue encontrada ahorcada en su celda durante sus estancia en prisión, previsiblemente se trató de un suicidio.
Uno de los últimos casos que sacudieron nuestro país fue el de las hermanas Anna y Olivia Zimmermann. El 27 de abril de 2021, su padre, Tomás Gimeno, no entregó a las niñas a su expareja. Tras una intensa búsqueda, el 10 de junio se encontró el cuerpo sin vida de Olivia en el fondo del mar. En cambio, el de Anna nunca fue hallado, pero se presume el mismo destino que el de su hermana, es decir, ambas fueron lanzadas al mar por su padre después de que pudiera haberlas drogado. Gimeno también se suicidó en el mar poco después de asesinar a sus hijas.
En febrero de 2018, Gabriel Cruz, un niño de 8 años, desapareció en Las Hortichuelas, Almería. Después de una intensa búsqueda de doce días, su cuerpo sin vida fue hallado a 4 kilómetros de su casa. La investigación determinó que Ana Julia Quezada, pareja del padre de Gabriel, había sido la autora del asesinato golpeándolo con un hacha y luego asfixiándolo.