Las pequeñas Anna y Olivia Zimmermann, de uno y seis años, fueron secuestradas el 27 de abril de 2021 a manos de su padre, Tomás Gimeno, en Santa Cruz de Tenerife. Separado de la madre de las niñas, Beatriz Zimmermann, las alarmas saltaron cuando Tomás no devolvió las niñas a su madre, como tenían acordado. Beatriz acudió a la Guardia Civil para denunciar la situación, pero nunca imaginó que Tomás hubiera asesinado a sus hijas y arrojado al fondo del mar.
No fue hasta 41 días después de la desaparición de Anna y Olivia a manos de su padre, Tomás Gimeno, cuando la Guardia Civil y el equipo del buque Ángeles Alvariño dieron con los restos de las pequeñas que confirmaban las peores sospechas. El 7 de junio de 2021 localizaron una funda nórdica y una botella de oxígeno. Tres días más tarde, el ancla de la embarcación, una cadena y dos bolsas de pádel con restos mortales.
En ‘En guardia: Mujeres contra el crimen’ explicamos, detalle a detalle, cómo fue el hallazgo de las pequeñas Anna y Olivia, asesinadas a manos de su padre, Tomás Gimeno, como un acto de violencia vicaria hacia la madre de las niñas y su expareja, Beatriz Zimmermann.
Cristina Pin, guardia civil destinada en la comandancia de Tenerife, fue una de las principales encargadas de la investigación de Anna y Olivia. Relata que el 7 de junio de 2021, cuando visionaba las imágenes del buque Ángeles Alvariño, vio en el mar un objeto que le resultó familiar y que acabó siendo determinante para localizar los restos mortales.
“Sobre las 5:00 AM vi algo que era muy familiar, una funda nórdica que le había reglado la pareja de Tomás a Tomás”, relata Cristina. Debajo de esta también había una botella de aire comprimido.
“Posiblemente si ella no hubiera estado allí esa noche, no hubiéramos detectado la funda nórdica y tal vez no hubiera terminado la investigación cómo ha sido”, prosigue José Luis Seoane, subteniente de la Guardia Civil en la comandancia de Tenerife, sobre su compañera Cristina.
Anteriormente, la novia de Tomás había notado que esa funda nórdica había desaparecido de la vivienda y había enseñado una fotografía a la Guardia Civil. Tras el hallazgo de esta en el mar, la Guardia Civil explica que le pidieron retales de la funda para poder analizarlas. Se determinó que las telas tenían un origen común y la Guardia Civil concluyó que “no había ninguna duda de que ambos objetos eran de Tomás”.
Cristina y José Luis explican que gracias al hallazgo de la funda y la botella fue posible prorrogar el trabajo del buque Ángeles Alvariño.
El 10 de junio de 2021, cuando se cumplía el día 44 de la búsqueda de Anna y Olivia tras su desaparición, se confirmaron las peores sospechas cuando se encontraron en el mar el ancla del buque de Tomás Gimeno, una cadena y dos bolsas de pádel. En una de ellas estaba el cuerpo de la pequeña Olivia.
“Tardamos bastante tiempo en lograr que el robot pudiera izar hasta la superficie ese conjunto de bolsas y ancla”, explica el subteniente de la Guardia Civil José Luis Seoane.
“Es un proceso bastante largo, de horas, desde que se encuentra hasta que se sube. De angustia, no articulábamos palabra”, prosiguen la guardia civil Cristina Pin y el capitán del buque Ángeles Alvariño, José Manuel Guerrero.
Cuando tuvieron acceso a los restos, las peores sospechas sobre las pequeñas Anna y Olivia se confirmaron: “Lamentablemente, una de las bolsas se encuentra abierta porque la cremallera estaba rota, y no encontramos nada. Pero la otra bolsa se encuentra cerrada, y cuando procedemos a abrirla, es Olivia la que se encuentra dentro”, relata Cristina Pin en ‘En guardia’. Los cuerpos de Tomás Gimeno y de Anna Zimmermann no fueron localizados.