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Un hombre de 20 años intentó asesinar a Donald Trump durante un mitin en Pennsylvania. Antonio Peláez es periodista, estuvo presente en ese mitin y nos da su testimonio en directo en 'Código 10': cuenta que al principio pensó que lo que escuchaba eran petardos, pero luego percibió el caos y narra que se habló desde el principio de un fallo de coordinación entre las distintas policías.
Todo sucedió en medio de su discurso, unos disparos interrumpieron sus palabras, Trump se llevó la mano derecha a la oreja y se agachó en un gesto intuitivo.
Una bala le había rozado y el resto de personas en la grada intentaban ponerse a salvo mientras el servicio secreto se lanzaba a cubrir a Trump para sacarle del escenario. El caos se apoderó de todos los presentes, unos segundos en los que veíamos que la sangre caía por la cara de Trump que, a pesar de lo que acababa de ocurrir, se dirigía al público con el puño en alto.
Tras rodearle, le condujeron al furgón blindado y el FBI identificaba al protagonista de los disparos. No tiene antecedentes, está registrado como votante republicano y fue abatido poco después de que disparase.
Minutos antes, varias personas ya habían alertado de su presencia y, aunque el tirador no consiguió su objetivo, mató a un hombre inocente que se lanzó sobre su familia para protegerles y otra persona está en estado crítico.
Antonio Peláez es periodista y estuvo en el lugar de los hechos. Nos cuenta que "a priori" no se vivió ni miedo ni caos porque el ambiente era de "celebración", como suele ocurrir en este tipo de eventos: "En muchos casos es familiar, van con los abuelos y los nietos... Había muchas casetas en el recinto exterior, más de 50 vendiendo camisetas o joyas sobre Donald Trump, comida y demás".
En el perímetro interior sí estaba "la seguridad" y por lo que se ha publicado esta reforzado por otra supuesta amenaza: "Me daba la sensación de que más o menos el procedimiento era igual pero se suponía que estaba reforzado".
"Cuando empiezan a sonar los disparos, nosotros que estamos fuera acabamos de terminar de hacer una entrevista a un activista partidario que había salido del recinto y decía que estaba lleno", narraba Antonio y añadía que su primera sensación era que se trataba de "petardos" o "fuegos artificiales".
Sin embargo, pronto llegó el caos: "Empezó a salir gente corriendo y con cierto susto y, a partir de ahí, todo el mundo que va comentando lo que ha pasado".
Hay quien asegura que alertó a la policía de la presencia de este sospechoso: "Eso ha ido saliendo y está documentado por los medios, la última noticia que he podido escuchar es que 30 minutos antes del tiroteo había avisado a la policía local, desde el principio se habló de que había falta de coordinación entre el servicio secreto, la policía local y la estatal".