El arma del tiroteo de Girona: "No hay control de precisión, es un peligro para el que esté delante"

A las 22.35 h. de la noche de San Juan, los vecinos de un barrio de Girona estaban celebrando una verbena pero, tras una disputa que supuestamente empezó entre dos niñas, dos familias acabaron enfrentadas y, al parecer, un hombre sacó un fusil AK-47, disparó y huyó, atropellando a una mujer. Tras lo sucedido dos personas han muerto y la guerra entre familias ha continuado con un asalto a la casa del presunto autor de los hechos. Un experto analiza en 'Código 10' qué arma se ha utilizado.

Al parecer, todo se habría iniciado por una riña por un teléfono entre dos menores, la situación habría subido de tono, implicando primero a las madres y luego a los padres, acabando entre clanes. Con el paso de las horas se ha desencadenado una auténtica guerra que continúa con la destrucción de casas y la aparición del coche del sospechosos calcinado.

Las dos víctimas fueron trasladadas al hospital pero nada se pudo hacer por ellas y precisamente allí se grabó la entrada de muchos familiares que se agolparon en la puerta de urgencias.

El arma utilizada en el tiroteo: casi 600 disparos por minuto

Ahora, los Mossos buscan a Guillermo Campos Heredia, presunto autor de los disparos de esta verbena y que ya habría abandonado Girona junto a su mujer y sus cuatro hijos.

Fernando Peinado es un experto en armas que nos detallaba en 'Código 10' que la velocidad de disparo de esta pieza es de entre 570 y 600 disparos por minuto, con lo que un cargador de 30 como el que podíamos ver en el programa se vacía en tan solo 2.78 o 3 segundos: "No hay control de precisión, es peligro para todo el que esté delante", detallaba.

"Ante todo, es un todoterreno para cualquier situación", decía Fernando, explicaba que se trata de un arma larga y añadía que, analizando el audio que le había facilitado 'Código 10', puede confirmar que se ha utilizado "en ráfaga": "Lamentablemente, está llegando cada vez más a través del norte de África".

Al parecer, cuesta entre 500 y 600 euros en el mercado negro y hay "versiones más modernas y reducidas" aunque de mayor precio.