Antonio Barrul presenció en un cine cómo un hombre presuntamente increpaba a su mujer. Él mismo aseguraba que zarandeó a su mujer y le plantó cara, pidiéndole que se fuera. Todo acabó con una pelea en la que Antonio, boxeador, golpeaba al presunto maltratador, lo que suscita un debate sobre la violencia. A raíz de este caso, 'Código 10' recupera el de Borja, que fue condenado por homicidio imprudente tras defender a una mujer que había sufrido un robo.
En el caso de Barrul, el presunto maltratador empezó a gritarle, a acusarle y le retó a encontrarse con él allí. Las luces de la sala se encendieron, Antonio bajaba calmado, pedía que seguridad se llevara al hombre, intentaba evitar el conflicto, pero un insulto que le hizo cambiar de actitud: “Me cago en todos tus muertos pisoteados", le dijo; “te acabas de buscar la ruina conmigo”, le decía Antonio, pero él insistía. El boxeador le tendía la mano una vez más pero finalmente pasaba a la acción, golpeándole con puñetazos, patadas y dejándolo inconsciente.
El joven se arrepintió en el momento, pidió perdón y su actuación divide ahora a la sociedad entre los que aplauden su actuación defendiendo a una mujer y quienes creen que la violencia que empeló no estaba justificada.
Este caso nos hace pensar en el de un joven que usó la violencia para evitar un robo a una mujer. Sucedió en febrero de 2015, Borja iba con dos amigas cuando escucharon ruidos en un callejón. Vieron a una persona tendida en el suelen y decidieron intervenir. Las chicas se quedaron con la mujer que estaba en el suelo mientras él corrió tras el ladrón.
Al parecer, hubo un forcejeo y Borja golpeó al ladrón, que cayó al suelo, sufrió una hemorragia cerebral y murió dos días después en la UCI.
Un juez condenó a Borja por homicidio imprudente grave a dos años de cárcel y al pago de 180.000 euros a las hijas del fallecido. Sin embargo, su defensa recurrió la condena y, tras un año, se suspendió la pena de cárcel.
'Código 10' ha accedido por primera vez al relato de Borja, que narraba en el tribunal que cuando le alcanzó, intentó coger el bolso: "Intentó tirar y, cuando no pudo, se dio la vuelta con el bolso en una mano y me empezó a agredir con la otra".
"Tengo actos reflejos, esquivé dos, tres golpes y luego le respondió con un puñetazo, creo que le di dos, el segundo en la cara", reconocía Borja, pero dejaba clara cuál era su intención: "En ningún momento pensé yo que había ocurrido lo que había ocurrido, he visto cosas mucho peores que han tardado cinco minutos en levantarse".
Además, dejaba claro que estaba más preocupado por la mujer: "Cuando fui a devolverle el bolso estaba temblando y pedía 'por favor, no me dejéis sola, mi preocupación era más por ella que por el fallecido".
Borja tenía planeado un viaje pocos días después y finalmente se fue: "Cuando me enteré de los hechos estaba en Inglaterra, me podría haber quedado ahí".