Paqui Gómez es la madre de Miguel Ángel, el agente del GEAS asesinado en Barbate cuando una narcolancha arrolló la zodiac de la guardia civil en la que iba. “Estoy destrozada”, nos confesaba, exigía dimisiones y aseguraba que, en su opinión, esto es una especie de venganza.
“Creo que debería haber dimitido el ministro y el presidente, yo no quería decir esta frase, porque la he repetido hoy varias veces, pero ceo que tanto Marlaska como Sánchez tienen las manos manchadas de sangre de mi hijo”, decía.
Y es que para ella es duro no solo por la pérdida, también por las circunstancias: “No tenían que haberlos mandado, no tenían que haber permitido… primero para empezar que las lanchas de la guardia civil estuvieran estropeadas y echaran al agua a seis guardias civiles en unos flotadores para pelear, iban a la muerte”.
Es más, Paqui nos confesaba que cree que todo es una especie de revancha: “Días antes murió un narco estrellándose contra una lancha de la guardia civil y ha sido como una represalia, han ido a por ellos”.
Nos cuenta que la pasión de su hijo era el agua y que su trabajo en la guardia civil era vocacional: “Era un pez y estaba muy bien preparado físicamente”. Es más, como madre nos explica que tenía “miedo” pero no él: “Era un valiente”.
Además, criticaba el hecho de que no tuvieran los suficientes medios: “Mi hijo no tenía chaleco antibalas, se lo pedía prestado a un amigo cuando tenía que salir a un sitio un poco peligroso. La pistola que le dieron cuando salió de la academia para qué te cuento, él estaba pensando en comprarse una”.
Ella tuvo que reconocer el cuerpo de su hermano y nos contaba que primero les tiraron de la embarcación y luego les pasaron por encima: “Tuve que ver el cuerpo de mi hermano, le pasaron varias veces por encima”.
Además, entendía que la viuda del otro guardia civil muerto haya impedido que otorgaran una medalla a su marido: "A mí me quitaron de en medio. Ese hombre, a los que se iba a dirigir era a mi padre y mi madre. Yo estuve todo el tiempo al lado de mi hermano, pero cuando fueron a llegar estuve diciendo avisadme cuando venga este hombre porque no lo dejo entrar porque le voy a decir cuatro cosas y, como me estaban viendo venir, me quitaron de en medio antes de que llegara".
Eso sí, matizaba que su padre sí habló con el ministro: "Mi padre le dijo cuatro cosas, que su hijo estaba donde estaba porque no había medios por su culpa".
El programa ha accedido a unas imágenes de Miguel Ángel en pleno trabajo y es que era buzo de la guardia civil y su misión en muchas ocasiones era recoger los fardos que los narcos arrojaban al mar cuando se veían acorralados.