Sergio Morate fue condenado a 48 años de prisión por el asesinato de su exnovia, Marina, y su amiga Laura, que le acompañó a su casa. 'Código 10' repasa las claves de este caso y habla con María Chamón, madre de Laura.
Marina fue pareja de Sergio Morate, pero rompieron su relación y se marchó. Durante su ausencia se casó y regresó a Cuenca para visitar a su familia. Sin embargo, su expareja acabó con su vida y con la de su amiga Marina cuando fueron a su casa.
Maía Chamón es la madre de Laura. Nos habla de la “desesperación” que sintió ante su desaparición y recordaba qué le dijo su hija: “Ella estaba echándose a la siesta, salió de la habitación y me dijo ‘me voy a tomar algo con Marina”.
Sin embargo, no le dijo que iban a casa de Sergio Morate: “No podía pensar que podía pasar ese desenlace tan grande y tan malo que pasó. Si a mí me dice que va a casa de Sergio, de mi casa no la dejo salir. Esa fue la despedida”.
María recuerda que aquel día salió a dar un paseo cuando su hija le llamó, le pidió que preguntara a su abuela si Laura había vuelto o si veía su coche en el barrio pero no lo encontró. Acudieron a comisaría y, a su regreso, encontraron el coche de Laura: “La policía dijo que era muy raro”.
Finalmente, tras una concentración por ellas, María se entero de la noticia cuando en televisión comunicaron que se habían encontrado dos cuerpos.
Para ella, la condena a 48 años no es suficiente: “Dentro de 15 o 20 años este asesino estará en la calle y mi hija de la tumba no va a salir”.
“No tienen derecho a cárcel”, se quejaba y advertía: “Viven como en hoteles a cuerpo de rey, para mí estos asesinos criminales deberían estar en un zulo que no vean la luz en su vida. No sé si viviré. Pero, cuando salga volverá a matar, pobre de la que le toque”.