No hay un sitio al que vayamos con más prisa que en un metro. La escena te resultará seguro que familiar. Tú cargado con tu tupper y corriendo. Escaleras arriba y abajo para al final terminar esperando en el andén. Con suerte no estará lleno o no te tocará lanzarte en plancha para no perder el tren y con más suerte aún te podrás encontrar una escena tan buena como la que se ha vivido recientemente en el metro de Nueva York.
Allí, dos músicos en andenes opuestos se han marcado un concierto improvisado mientras todos los viajeros se dedicaban a grabar la escena, ¡menudo momentazo! Y no es que estuvieran al lado o que se conocieran de toda la vida. Lo más alucinante de todo es que sin decirse ni una palabra y alejados por el espacio de un tren de por medio de la línea G de metro, comenzaron a tocar perfectamente bien coordinados. Después de esto, ¿cómo te quedas? Ya te lo digo yo: FLI PAN DO.
Ni más ni menos que el 'Verano' y 'Las Cuatro Estaciones' de Vivaldi improvisaron a violín y violochelo aprovechando la acústica del metro. Así, sin despeinarse y los viajeros que allí estaban claramente perdieron la peluca, aunque tuvieron tiempo para dejar este momento inmortalizado. El éxito de este dúo viral se hacía realidad y veíamos en él a un buen ejemplo de lo que hace la música por nosotros: alegrarnos el día por malo que sea.
No hace falta que te diga que seguro que tienes una canción con la que se te mueven los pies nada más escucharla y otra para esos momentos de bajona con la que simplemente te quieres quitar un peso de encima y liberar emociones.
Si a esto le unimos, la posibilidad de poder escucharla en directo y de ver mucho talento en un mismo espacio reunido, la experiencia ya no puede ser mejor. El ejemplo lo tenemos en estos músicos a los que nos les ha hecho falta un teatro o un estadio porque ellos mismos improvisando han logrado hacer un verdadero concierto y, ¡sin ensayos!
Por eso si tienes la suerte de encontrarte en la calle o en el metro con algo parecido, cierra los ojos, desconecta y deja que la buena música te arrastre. No hace falta que sea un temazo porque cuando se escucha algo que se sabe que es bueno, no hay por qué poner más etiquetas. A partir de ahí, déjate llevar y seguro que notarás que el humor te cambia y que hasta estás más creativo.
Si en tu viaje de metro, no ves nada parecido y estás en un vagón petado de gente, por los menos ponte los cascos a tope y deja que el poder de la música te arrastre. Seguro, que su efecto te traslada a otra parte (mucho más agradable), ¡pongamos el mood de música a tope!