En su maravillosa locura de llevar la fibra óptica a los Valles Pasiegos de Cantabria y montar un coworking en mitad de los prados durante la pandemia del coronavirus para que la gente se dé cuenta de que como en los pueblos no se vive en ningún sitio, Jesús Calleja ha conocido a María (Mª Eugenia Martínez, artesana de la mantequilla y el queso) en 'Volando voy' y ha tenido claro que la quiere de amiga para toda la vida.
María ha resultado ser toda una caja de sorpresas. Nada más conocer a Jesús, le dejó sin palabras con su tatuaje “¿Tú no tienes una bacteria preferida? Todo el mundo tiene una bacteria preferida”. Así, a través de su tatuaje, le comenzaba a contar esta joven emprendedora al presentador de ‘Volando voy’ cuál es su gran pasión y cómo ha reconvertido el antiguo establo o casa de vacas familiar en un moderno laboratorio en el que elabora junto al padre de sus hijos queso y mantequilla: “Me encanta la fermentación, la mantequilla fermentada huele a caquita de lactante”.
La mantequilla artesanal es algo que a María y a casi todo el mundo le recuerda a niños y abuelos. Un sentimiento que entre dato técnico y dato técnico ha llevado a la joven a contarnos que estudió jardinería en Madrid y Arquitectura aérea de paisajes en Londres, pero que ella siempre ha querido regresar a sus orígenes y está muy arraigada la tierra y su familia. María tiene tres hijos y así sin previo aviso ha dejado a todo el pueblo sin palabras al presentarnos al padre y ahora su exmarido, algo que casi nadie sabe, porque ambos siguen trabajando juntos y llevándose a las mil maravillas.
Jesús Calleja ha querido que María le acompañara en uno de sus vuelos con el helicóptero y viera lo maravillosa que es Cantabria desde el aire. “Ha merecido la pena airear mis trapos sucios, todo el mundo debería vivir esto una vez en la vida”, ha asegurado una María emocionadísima nada más despegar del suelo. La artesana no podía estar más feliz junto a Calleja y nos ha confesado lo feliz que es viviendo en el lugar dónde se ha criado: “Soy una yonki de la comunidad, me da miedo vivir ajena a lo demás, a un pez no le puedes sacar del agua”, y es que María se ve viviendo siempre en el barrio La Barcenilla (Tezanos, Villacarriedo) “Me veo con un moño blanco y rodeada de gatos, pero yo no voy a llevar una bata de boatiné, voy a llevar un kimono de seda porque soy muy chula”.
María no ve la televisión y no tenía mucha idea de quien es Jesús Calleja, pero sí le habían contado cosas de él y sin previo aviso, ha conseguido convertirle en el protagonista absoluto de su vuelo y emocionarle con sus palabras. María estaba feliz y le ha confesado a Jesús que siempre había soñado con tener un orfanato porque cree que “los hijos los puedes tener tú o encontrártelos en la calle”, al mismo tiempo que le dejaba sin palabras con un “admiro mucho que vi en ti la capacidad de ver a un hijo tuyo en la calle”.
Jesús Calleja cuando era muy joven adoptó a un niño llamado Ganesh durante uno de sus viajes a Nepal. Un niño que ya es todo un hombre y según ha afirmado el presentador “Es mi mano derecha”. El presentador y piloto de ‘Volando voy’ se ha emocionado con el piropo de María y le ha explicado cómo conoció a su hijo: “Yo le encontré en la calle con problemas muy graves… Decidí sacarle de la calle, yo era muy joven, vivía con mis padres… “mamá mira lo que traigo”, Imagínate bronca con mi madre me dijo “eso se habla, no puedes llegar a casa y meter a un niño” Pero luego, sabes lo que pasó, que todos los niños de su banda, porque eso era la calle, todos esos niños han muerto y solo quedó él, solo quedo él…”. Jesús no podía continuar hablando de la emoción y María ha terminado la frase por él: “Porque le viste… Es una suerte que alguien te vea”.
“Ahora le ves contigo todo el día, feliz, se ha casado con una chica de León, tiene un niño y dices "Joder, solo con que hagamos un poco, un click, cambias la vida de un crío y luego se genera una vida alrededor que sigue… Somos muy deshumanizados, en general en la sociedad, porque unos tenemos tanto, otros no tienen nada y lo sabemos, lo vemos y no hacemos una mierda por nadie”, ha afirmado un Jesús Calleja que nos ha abierto su corazón y que por unos segundos se ha olvidado que estaba a punto de cumplir el sueño de muchísimas personas.
Jesús estaba feliz de haber conocido a María, una amante de los fermentos que le ha dejado sin palabras y le ha tocado el corazón:
- “Quiero ser tu amigo para toda la vida, quiero ver los fermentos de tu cocina”
- “Ahora tengo pocos porque hago kimchi, que ahora me ha salido súper picante y lo voy a tener que regalar”
Han continuado ellos charlando entre risas sobre los maravillosos paisajes de los Valles Pasiegos de Cantabria.