The Last of Us 2 ha sido creado en un entorno de crunch, explican sus desarrolladores

  • Kotaku publica las experiencias de diversos miembros de Naughty Dog

  • Algunos incluso llegaron a quedar hospitalizados por el exceso de trabajo

En las últimas horas se han destapado las condiciones de trabajo que muchos desarrolladores en Naughty Dog han tenido durante el desarrollo de The Last of Us: Parte 2. El periodista Jason Schreier ha reunido las declaraciones de diversos miembros del equipo de desarrollo en un reportaje para Kotaku y algunos ex-integrantes de Naughty Dog como Jonathan Cooper han compartido su propia experiencia directamente vía Twitter.

Un crunch intenso para sacar adelante The Last of Us 2

“Muchos de los que han trabajado en Naughty Dog a lo largo de los años lo describen como una dualidad, como un lugar que puede ser simultáneamente el mejor y el peor lugar de trabajo del mundo. Trabajar en Naughty Dog significa diseñar juegos amados y aclamados por la crítica junto con artistas e ingenieros que son considerados algunos de los mejores en sus campos. Pero para muchas de esas mismas personas, también significa trabajar más de 12 horas por día e incluso los fines de semana cuando el estudio está en modo crunch, sacrificando su salud, relaciones y vidas personales en el altar del juego”, detalla Schreier en su reportaje.

El mencionado Jonathan Cooper empieza su hilo en Twitter asegurando que desde Naughty Dog le amenazaron con no pagarle lo que le debían hasta que firmara un documento en el que prometía no compartir las prácticas internas de la empresa. Cooper les presionó al decirles que probablemente se trataba de algo ilegal y finalmente cedieron. Por ello, nos puede explicar que algunos miembros del equipo no pasaron por esta etapa salvaje de crunch pero que otros, como los animadores de la demo que fue mostrada en septiembre: “trabajaron más de lo que nunca he visto y necesitaron semanas de recuperación después. Un buen amigo mío fue hospitalizado en ese momento debido al exceso de trabajo. Al juego todavía le quedaba más de medio año. Ha habido otros desde entonces”.

Naughty Dog todavía no se ha pronunciado de forma oficial ante estas declaraciones. Por ahora, podemos añadirlo a la pila de estudios que hacen pasar por una etapa de crunch a sus equipos con tal de sacar sus juegos en la fecha prometida. Que se produzca un retraso, como ocurrió con The Last of Us: Parte 2 (ahora situado para el 29 de mayo de 2020, en PS4) no garantiza que el equipo pueda disponer de más tiempo para relajar los ritmos de producción, sino que haya más meses por delante de horas interminables de trabajo hasta poner el deseado punto y final a la creación de un gran título.

Fuente: Kotaku