Hace casi veinte años llegó a nuestros ordenadores un videojuego que, ofreciendo algo que no era novedad, cambiaría su género para siempre. Call of Duty, el original, salió a la venta a finales de 2003 convirtiéndose en un clásico al instante. Estábamos entonces ante un juego publicado por Activision y desarrollado por Infinity Ward que ponía toda su incidencia en un modo individual que venía para romper esquemas con lo variado de su propuesta tanto en escenarios como en sus distintas mecánicas en cada fase. Y si decimos que basaba todas su fuerza en este modo de juego es porque su multijugador, aunque ya sentaba las bases para el futuro, contaba en ese momento con una cantidad de mapas y modos de juego muy limitados y se conformaba con ser un simple extra para un juego de una muy buena calidad.
Con el paso de los años esa tendencia fue dándose la vuelta, adquiriendo el modo online más y más peso en la saga hasta que llegó la gran explosión con Modern Warfare. Esta entrega rompía con la historia de la serie y nos ofrecía por primera vez una guerra actual. El rotundo éxito del juego y la irrupción de su modo multijugador que enganchó a millones de personas en todo el mundo supuso un antes y un después, y consiguió que el modo online fuese más importante que la historia principal. Esta tónica se fue acrecentando con los años hasta llegar a un punto en el que la mayoría de jugadores que adquiría el juego ni siquiera jugaba al modo campaña en muchas de las ocasiones, si no que se limitaban a ir directamente al multijugador a mejorar sus estadísticas.
Y es una lástima, porque los cuentos sobre la guerra que nos ha contado Call of Duty en sus diecinueve años de existencia han tenido de todo, con algunos niveles épicos que ya son historia del videojuego, como nuestras acciones como francotirador en Stalingrado o por supuesto el polémico “Nada de ruso”. Por eso este año, muy conscientes de ello, Activision ha decidido, en un movimiento maestro, permitir acceder al modo campaña, y solo a este modo, a todos aquellos que hayan reservado el juego. Esto va a servir por un lado para calmar las ansias de todos los que estamos deseando poner nuestras garras en el modo online y para hacerle justicia a un fantástico modo de juego que no debe pasar desapercibido en ninguno de los casos. Porque sí, el modo campaña de Call of Duty: Modern Warfare II se basta y sobra para que por sí solo merezca la pena adquirir el juego.
Lo primero que tienes que saber, aunque como fan de la saga ya lo tendrás claro, es que a pesar de compartir nombre con el juego lanzado en 2009, este Modern Warfare II no es un remake de aquel, si no la continuación del Modern Warfare lanzado hace un par de años, que a su vez supuso el reboot de esa parte de la saga.
El modo campaña nos sirve para, antes de nada, comprobar como el nuevo motor gráfico del juego le sienta fenomenal, rozando ya la confusión entre cinemáticas y acción real, con un nivel gráfico que en algunas ocasiones nos da la sensación de estar ante una serie grabada por actores reales. Lo mismo pasa con la lluvia, la iluminación y el agua, donde la potencia de las nuevas generaciones se deja ver en toda su plenitud. Hay una de las fases en las que estamos en la cubierta de un barco, en mitad de una fuerte tormenta y el realismo con que las riadas de agua caen por las escaleras mientras nosotros avanzamos por ellas es algo que no se había visto con esa suficiencia hasta ahora. El apartado sonoro por su parte, aunque no llega a sorprender tanto, cumple perfectamente con su función, especialmente en el apartado del doblaje, permitiendo que la inmersión en la historia sea completa.
Otro de los aspectos que suele interesar a los jugadores del modo solitario es la duración de la campaña. En este sentido, como es natural, influye de manera directa la dificultad elegida. En nuestro caso, nos quedamos en Curtido, la que se puede llamar dificultad media de las cinco que tiene, cuatro de ellas elegibles de inicio. Recluta, Profesional, Curtido, Veterano y Realista, aunque como decimos, esta última solo se puede elegir una vez completada la campaña. La duración en esta dificultad está entre las seis y siete horas, una duración más que aceptable para este tipo de juego. Además, si se permite el consejo, esta es la dificultad mínima para disfrutar de la experiencia, puesto que por debajo de ella el juego se convierte en algo demasiado sencillo. Si eres de los que conservan la agilidad y reflejos de Ghost, puedes atreverte con las dificultades más altas, aunque ya te adelantamos que no estás ante un paseo y que incluso en dificultad Curtido habrá fases que se te atraganten.
Igual de importante que el aspecto audiovisual en un modo historia es precisamente eso, la historia que nos cuentan. Hay que tener en cuenta, como ya hemos dicho, que este Modern Warfare II no tiene que ver con el original más que el nombre y por supuesto el trasfondo, pero nos cuenta una historia diferente, con personajes distintos y que aunque tiene guiños evidentes a algunas misiones de aquel juego, considerado por muchos el mejor Call of Duty, estamos ante un nuevo guión. Y no nos defrauda en absoluto. Ya estamos acostumbrados a cambios de escenario, que a buen seguro se verá reflejado después en mapas para el multijugador, y giros en la trama que nos van a intentar sorprender, y en muchos casos, lo van a conseguir. Además cuenta para ello con actores secundarios de lujo, como cárteles Mexicanos, grupos de mercenarios, milicias Iraníes.. y alguna que otra sorpresa que por supuesto no vamos a desvelar.
Y si hemos dicho que la historia nos va a llevar por escenarios tan dispares como México, Amsterdam o Chicago, lo va a hacer con propuestas jugables completamente distintas en cada nivel. De nuevo, sin querer desvelar ningún detalle importante no podemos dejar de contarte que la variedad de mecánicas que vas a encontrar durante la aventura es lo más variado que hemos visto nunca en un juego de la serie. Prestar apoyo aéreo a nuestros compañeros con un avión artillado, bucear por los canales de Amsterdam, infiltrarse en una mansión sin más armas que tus manos, acabar con enemigos desde una distancia segura, encontrar materiales con los que fabricarte tus propias armas o saltar de un vehículo a otro son solo algunos ejemplos de las opciones que nos ofrece este Call of Duty: Modern Warfare II. Por supuesto que la gran base de todo es el gunplay, que roza lo impecable, dejándonos momentos de tensión extrema en los que respiraremos aliviados al resolver con acierto algunas situaciones complicadas.
Es cierto que el juego cuenta con algunos males menores, en nuestro caso hemos jugado a la versión PlayStation y hemos sufrido algunos bugs que seguro que solventarán con sus parches correspondientes. En dos ocasiones hemos tenido que reiniciar la misión porque se había quedado trabado el progreso, y lo más grave en una ocasión, aunque por suerte fue al principio del juego, perdimos el progreso acumulado y tuvimos que empezar de cero. Son errores graves, muy graves en el caso del progreso, pero entendibles en una versión temprana. Con todo y con eso, y añadiendo el hecho de que por primera vez en la saga el modo campaña nos otorga recompensas para usarlas en el multijugador, algunas tan jugosas como nuevos operadores o incluso un arma exclusiva para aquellos que se terminen este modo, podemos decir que la sensación final es más que positiva.
La suma de todo convierte a este modo campaña de Call of Duty: Modern Warfare II sin ningún atisbo de duda en el mejor modo historia de toda la saga, con un apartado audiovisual absolutamente impecable, un gunplay espectacular que siempre nos deja con ganas de más, tanto cuando usamos rifles de larga distancia como en el combate abierto, un componente nostálgico que nos hace estar desde el principio totalmente comprometidos con Soap, Price, Gaz y Ghos y que nos va a hacer preocuparnos con cada giro del guión en el que nuestros protagonistas sufran contratiempos. También nos ha gustado mucho el hecho de que haya recompensas para usar en el modo multijugador, y todo esto conlleva a que estemos ya contando los días para poder jugar online y contaros a todos lo que este modo tiene que ofrecer.