Es raro decirlo de esta manera pero que alguien hace milenios pensara que un mono con un palo podía ser una buena idea para un ser mitológico, ha sido una de las ideas más prolíficas que se han podido generar. Y más si hablamos dentro del mundo de los videojuegos, llegando a ser un personaje recurrente, bien como protagonista o secundario, en multitud de ellos. Lo bueno de esto es que podemos ver un rango enorme de versiones del personaje, muy fieles al mito o completamente divergentes. Si en el mito Wukong es un liante y casi antagonista del mundo, en muchos medios su encarnación es una figura heroica, como Goku en Dragon Ball.
La versión que hoy analizamos forma parte de los PS Talents, donde Sony apoya a estudios patrios como A Tale of Games. Esta versión indie es muy colorida y sencilla, un plataformeo discreto y entretenido que no te robará mucho tiempo y que puede ayudar a los más pequeños a empezar su andadura videojueguil. Este Wukong es exclusivo de la PlayStation Store.
Wukong es un juego muy sencillo en todos sus aspectos, no pretende ser más de lo que es, un plataformas para pasar el rato. Su gameplay no es muy diferente del clásico Crash Bandicoot, hay que recoger los tesoros de Wukong para obtener vidas mientras saltamos de plataforma en plataforma esquivando o golpeando enemigos. No es un título complicado pero es fácil fallar en los saltos o calcular mal la distancia del enemigo, lo que llevará más de una vez a reiniciar algún nivel. Por suerte sus diseños de niveles no son demasiado amplios y no es un castigo severo tener que volver a empezar.
Hemos de decir que, aunque es un juego de mecánicas simples, lo cierto es que a veces no se ejecutan demasiado bien dejándonos a merced de algún enemigo o haciendo un doble KO. Estos pequeños detalles son los que al final acaban desgastando y frustrando sin necesidad. A Wukong le falta ese último pulido para ajustar mejor las animaciones de los ataques y las "hitbox" de los enemigos.
En cada nivel hay tesoros "ocultos" y caminos "secretos", el entrecomillado es porque la mayoría se suelen ver o intuir a simple vista, aunque hay algunos bastante escondidos o fácilmente olvidables. Por lo que son la excusa perfecta para rehacerse los niveles y acabar siendo el más guay del recreo. Y de paso recuperamos el tesoro de Wukong.
Ese es el 'late motiv' de Wukong, recuperar su tesoro. Es algo vacuo, si, pero no vamos a ser nosotros quién discutamos a un joven mono que quiere recuperar sus ahorros. La historia en si no tiene mucho más, Wukong vuelve de aventuras, mientras está subido en su nube mágica se le cae todo lo que lleva encima y ya tienes una aventura de 4-5 horas la mar de apañada. Quizás le falte algo de chicha pero si hace unos años la única excusa que necesitábamos para ponernos delante de un mando era que una tortuga gigante había secuestrado a una princesa y solo el fontanero podía salvarla, de poco nos podemos quejar aquí.
El apartado gráfico es muy sencillo también, con un estilo más bien cartoon y muy colorido, Wukong está pensado para ser atractivo a los ojos de los más pequeños, dejando los tonos oscuros solo para algunas zonas. Los personajes, Wukong y los enemigos, sigue la misma tónica, los enemigos sí que tienen unos tonos más oscuros, dejando al protagonista las tonalidades más luminosas. Sus diseños son bastante simples y la propia calidad no deja disfrutar de lo que podría ser, aunque para su público objetivo esto es algo más bien secundario.
En cuanto a la música, hay que reconocer que se repiten bastante aunque no llegan a ser molestas. Es más suelen estar localizadas en zonas más o menos parecidas, osea, música para cuevas, para bosques, etc.
Hemos tenido algún problemilla de rendimiento y algún crasheo durante nuestra aventura, nada que no se arreglara al momento, aunque si bastante desagradable para un título que no tiene grandes complicaciones. Por supuesto, Wukong está completamente en español, aunque como hemos dicho antes tampoco hay grandes conversaciones ni historia como para ser un problema si estuviera en otro idioma.
Wukong no deja de ser un juego para niños, poco disfrutable para un adulto pero que también recuerda a algunos clásicos del género como Crash Bandicoot. Quitando lo jugable el resto es más bien secundario, por lo que su peso mayoritario deriva estrictamente de ese apartado, dejando una sensación bastante vacua en un adulto pues no hay reto ni recompensa, sin embargo en un niño puede ser excusa suficiente el entretenimiento y la recogida de algunos coleccionables. Además de lo atractivo de los paisajes y el colorido que acompaña al mono mitológico. Todo ello convierte a Wukong en una aventura agradable para niños pero algo sosa para un adulto.