Submerged: Hidden Depths, el juego de Uppercut Games que llegó en exclusiva temporal a Stadia, llega ahora para PC, Xbox One, Xbox Series X/S, PS4 y PS5. Una aventura de mundo abierto calmada, relajante y repleta de exploración y secretos ocultos. Un título redondo para disfrutar sin prisa, paladeando sus coloridos gráficos y su impactante banda sonora.
Hay videojuegos que son pequeñas obras de arte, una maravilla visual y de diseño que hacen que disfrutemos de cada momento de exploración, de cada paseo con sus personajes por los entornos creados por sus artistas. Y eso dejando de lado sus mecánicas, sus momentos que exigen habilidad a los mandos, sus combates, plataformas o puzles. Pero es que hay juegos que, precisamente, se centran solo en el primer elemento y prescinden, de manera intencionada, de añadir complejas mecánicas, duros combates o tareas exigentes para el jugador, con el fin de potenciar completamente el disfrute del entorno virtual, de la ambientación y de la atmósfera del juego.
Submerged: Hidden Depths es un juego de este tipo, un uego que nos recuerda a títulos como Rime, Journey o The Pathless. Se trata de la secuela del Submerged que Uppercut Games lanzó en 2015, una secuela que amplia y mejora la experiencia de su predecesor. Estamos ante un juego bellamente diseñado, con un entorno de mundo abierto que se abre ante nosotros para que exploremos a nuestro antojo e intentemos descubrir todo lo que oculta. Y para asegurarse de que nos centramos en la exploración y en paladear sus fabulosas imágenes, prescinde de todo lo demás a lo que solemos estar acostumbrados en este tipo de juegos: no hay enemigos, no hay personajes secundarios y no hay listas de movimientos o habilidades de los protagonistas.
Submerged: Hidden Depths nos presenta a dos hermanos gemelos, que viven en un mundo postapocalíptico, la Tierra devastada por un cataclismo que ha sumergido bajo las aguas la mayoría de sus ciudades. A las ruinas de una de estas ciudades llegan, navegando sobre las olas y huyendo de su pasado, Miku y Taku. Pero los rascacielos y demás estructuras que superan las olas y donde debió vivir algún grupo de humanos hasta hace poco tiempo, ha sido devastado por un oscuro misterio. Una extraña sustancia negra cubre el mar y una omnipresente ‘planta negra’ cubre las ruinas y parece la responsable de haber acabado con cualquier atisbo de vida.
La ciudad semi-sumergida se extiende ante nosotros en un enorme mapa que podemos explorar desde el principio. Para ello, los hermanos cuentan con una lancha motorizada que nos permite movernos sobre laso las y acercarnos a cualquiera de sus confines en un mapa realmente extenso. Hay mucho que explorar, mucho que encontrar y es, precisamente, lo que pretende el juego. Todo está diseñado para que nos tomemos nuestro tiempo, con calma, para descubrir todo lo que oculta esta extraña ciudad.
Miku, la hermana, estuvo en contacto con la oscuridad y esta la marcó en uno de sus brazos, lo que hace que pueda utilizarla para corregir y revertir su oscura influencia. Así, la muchacha piensa que debe explorar la ciudad para intentar arreglar todo lo que la oscuridad quebró, además de descubrir qué es lo que ocurrió con sus habitantes. Por el contrario, su hermano Taku teme que este extraño poder los separe para siempre.
Con este contexto y muy poca historia, el juego nos suelta en el enorme mapa y nos invita a descubrir, por nosotros mismo, todo lo que oculta la ciudad sumergida y que vayamos construyendo la historia y descubriendo todo lo que ocurrió en este bello y solitario mundo destruido.
Para ello tenemos a nuestra disposición un catalejo que, observando desde posiciones suficientemente altas, será capaz de descubrirnos lugares interesantes a los que acudir para explorar. En ellos encontraremos objetivos principales que harán avanzar la historia principal, además de trozos de testimonios que nos permitan descubrir la historia del lugar, coleccionables de varios tipo y objetivos secundarios. Para ello pasaremos mucho tiempo trasladándonos en la barca, pero también echaremos el pie a ‘tierra’ (sobre las ruinas, edificios y estructuras) para protagonizar algunas fases de plataformas y puzles.
Como ya hemos dicho Submerged: Hidden Depths quiere que los jugadores exploren a su ritmo, con calma, sin ninguna prisa, todos los rincones de la ciudad sumergida, descubriendo poco a poco todos los secretos que encierra. Así, el juego otorga toda la libertad del mundo para explorar el mapa en el orden que cada uno quiera, ya que no hay lugares cerrados o a los que no se pueda acceder en algún momento. Y, como ya hemos dicho, el juego no tiene enemigos ni combates de ningún tipo.
La ciudad sumergida está desierta, por lo que no hay que preocuparse por encontrarse con algún enemigo que nos ponga las cosas difíciles. De hecho, no hay ni enemigos ni amigos. No hay rastro de vida. Pero la oscuridad, después de aniquilar la vida del lugar y cubrirlo todo con sus oscuras e intrincadas ramas, realizó una especie de 'copias' de los habitantes y las criaturas del lugar, por lo que nos encontraremos con muchas de ellas poblando sus ruinas. Son especialmente impresionantes las criaturas, que iremos descubriendo según exploramos.
Descartados los combates, sólo tenemos que centrarnos en los movimientos de los personajes para alcanzar todos los lugares que tenemos a la vista, en una familiar perspectiva de plataformas en tercera persona. Pero esto tampoco requerirá una gran concentración, ya que no hay botón de salto ni nada parecido. No tenemos ningún botón para rodar, saltar, correr, agacharnos ni ningún movimiento especial. Sólo manejamos la dirección en la que queremos que el personaje se mueve y él hace todo lo demás, de manera automática, al acercarnos a bordillos, salientes, paredes, cuerdas y demás objetos.
En la mayoría de las ocasiones encarnaremos a Miku, la hermana con su brazo de extraños poderes, pero en ocasiones también manejaremos a Taku. Y el hecho de no tener que pulsar ningún botón de habilidades o movimientos especiales no quiere decir que ellos no se manejen en las plataformas con una agilidad pasmosa. Todos los entornos están diseñados para que los hermanos salten, se deslicen, se cuelguen, se agarren o escalen en el momento justo y de forma muy fluida. Unos desconchones y un color rojizo en los bordes de los objetos nos indican dónde teneos que acercarnos para que el personaje haga el resto y seguir avanzando. Y no hay manera humana de que nos despeñemos por un saliente. Aquí no se fallan saltos ni los personajes se caen y se rompen la crisma desde grandes alturas.
Y, aunque esto nos produce una sensación extraña al principio (tenemos muy grabado el hecho de poder saltar en este tipo de juegos) enseguida nos acostumbramos a su manera de desplazarse y superar las plataformas de manera semi-automática. Y así, nos concentramos en encontrar el camino adecuado para alcanzar una localización, que no siempre es sencillo de descifrar y que nos obliga a resolver distintos puzles. Para abrir una puerta, bajar una plataforma o alcanzar una tubería por la que acceder a la siguiente plana, tendremos que resolver intrincados laberintos o activar algunos mecanismos en su orden adecuado. A veces, también, necesitaremos activar algún mecanismo o arrastrar una plataforma desde la propia barca, antes de bajarnos para intentar acceder a alguna estructura.
Nada más comenzar el juego, cuando los hermanos llegan al centro de la ciudad sumergida, Miku descubre una extraña semilla que interactúa con su brazo herido y que, colocada en un lugar específico de la planta negra, destruye la oscuridad y hace que la panta se torne verde y vuelva la vida. Así, nuestro principal objetivo del juego será dar con todas las semillas ocultas en la ciudad para revertir los estragos de la planta negra y liberar la ciudad de su maldición.
Este será la principal de nuestras misiones, las semillas serán el objeto más preciado de nuestra búsqueda, pero no el único. La ciudad está repleta de objetivos secundarios y coleccionables para buscar: nuevas localizaciones, mejoras para nuestra barca (que irán aumentando el tiempo que podemos acelerar para navegar más rápido), reliquias de la civilización que podemos sacar del fondo del mar, diarios de los habitantes de la ciudad que nos narrarán la historia de lo que les sucedió, nuevas criaturas que descubrir y catalogar, atalayas que escalar y encender y que nos dejarán observar el entorno para descubrir nuevos lugares, etc.
Al final, hay muchas cosas que hacer en este entorno completamente vacío de vida. Así, cada jugador puede explorar a su ritmo y de la manera que quiera, descubriendo nuevos lugares, paseando con el bote entre las calles sumergidas para encontrar lugares ocultos, escalar las estructuras mas altas para observar con el catalejo y dar con los coleccionables que le faltan, etc.
Aunque, a medida que vayamos encontrando las semillas y eliminando la oscuridad de las diferentes localizaciones, la historia irá avanzando con algunas escenas cinemáticas. Y, entre ellas, veremos que los hermanos no están tan solos como pensaban y que una presencia inquietante acecha bajo las olas. Y hasta aquí contamos, que no queremos caer en spoilers innecesarios.
A nivel técnico tenemos que decir que es una maravilla visual. Este equipo de desarrollo australiano ha hecho un fabuloso trabajo con Unreal y muestra unos entornos coloridos y brillantes, con unos efectos atmosféricos alucinantes que crean unas atmósferas que son capaces de trasladar mucha tensión, en unos entornos donde sabemos que no nos encontraremos con ningún enemigo. A esto también ayuda mucho la música, una extraordinaria banda sonora compuesta por el ganador de un premio BAFTA Jeff Van Dyck.
Submerged: Hidden Depths es una experiencia interactiva que nos ha cautivado. Un paseo relajante y calmado por un entorno misterioso y repleto de rincones que explorar. Es imposible no quedarse hipnotizado por sus paisajes y ambientes y no seguir explorando para encontrar todos sus secretos. Cuenta demás con un montón de cosas que hacer y coleccionables que conseguir, para los buscadores de trofeos y logros. Y, tras todo ello, hay una jugabilidad sencilla y muy fluida, y una historia que nos quiere contar.