Hay muchas maneras de comenzar nuestras impresiones de Solar Ash. Podríamos hablar de lo espectacular en lo visual, de lo sensato en su puesta en escena, controles y mecánicas, pero también de lo que nos ha hecho sentir. Lo nuevo de Heart Machine, creadores de Hyper Light Drifter, continúan demostrando que para todo lo bueno, en ocasiones hay que esperar, y, es más: lo bueno se guarda siempre en frascos pequeños.
Con Hyper Light Drifter ya tuvimos una experiencia frenética, de gran fluidez y sobre todo entretenida. La desarrolladora en esta ocasión ha querido ir un paso más allá, engrosando sus pretensiones y asentando una forma de jugar algo más distinta, pero apostando por ser más espectacular y divertido. Tiene todo lo que debe tener un plataformas tridimensional, desde fases intrincadas, una curva de dificultad eficientemente ajustada y lo más importante... ¡una gran precisión en sus controles! Este último punto es el que quizás más se agradece, permitiéndonos convertirnos en unos auténticos viajeros espacio-temporales dentro de un mundo cargado de especies alienígenas.
La aventura nos pone en la piel de Rei, un viajero espacio temporal que tiene una misión muy importante que realizar: salva a su planeta natal que cuenta las horas para ser absorbido por un enorme agujero negro. Esta tarea no va a ser nada sencilla, ya que este gran vórtice está siendo dirigido por unas peligrosas criaturas que quieren culminar a toda costa con su misión y consumir todos los planetas que acechen a su paso. Pero no todo está perdido, ya que un misterioso artefacto parece que puede desarticular estos malvados planes, que junto a la ayuda de tus amigos IA y Cyd serán algo más sencillos.
Como podéis ver, su trama apuesta por una gran sencillez, constando de introducción, nudo y desenlace. Sin grandes pretensiones más allá de tener una serie de personajes que luchan por un objetivo común y salir a los escenarios, explorar y divertirse. La manera de contar la trama también bebe de esta simplicidad, quizás en exceso, dando unos personajes que pecan de ser poco profundos en algunos momentos y que no tienen una historia detrás o razones sólidas por las que salir en busca de la aparente e inevitable destrucción de su planeta. Sea como fuere, a parte de este objetivo también se plantean una serie de tramas secundarias en las que expandir un poco más este universo.
Centrándonos en la parte jugable, Rei comenzará desde un lugar denominado como el Cráter, que hace las veces de selector de nivel y en donde podremos seleccionar entre siete planetas que visitar e investigar. Estas tienen áreas ocultas y secretos, lo que invita a su exploración. Este es un aspecto que Solar Ash hace muy bien, proporcionando unos escenarios lo suficentemente extensos e interactivos donde sumergirse y llevar a cabo tu tarea. En cada planeta habitan una serie de bestias que habrá que eliminar.
Estos jefes beben y mucho de lo visto en títulos como Shadow of the Colossus, teniendo que escalarlas, descubrir su punto débil y derrotarlas. Llegar a estas aparentemente es sencillo, pero ponen a prueba la pericia del jugador a los mandos, desafiando a rápidas secuencias de plataformas donde perseguirlas, huir o esquivarlas.
Es aquí donde más se nota la precisión y lo pulido en sus controles, siendo sin duda uno de los mejores aspectos del título. No hay ningún tipo de input lag ni extraño que pueda producir al desplazarse por los escenarios, garantizando una rápida respuesta. Con Rei podemos deslizarnos por prácticamente cualquier superficie, proporcionando una gran velocidad que aprovechar para escapar o atacar a cualquier enemigo que se ponga por delante.
Solar Ash permite configurar los controles a tu antojo y una de las curiosidades la encontramos en elegir entre mantener el gatillo o simplemente pulsar una vez y dejarse llevar. Dos estilos que se ajustan al tipo de jugador y que es algo de agradecer este tipo de detalles en cuanto a personalización.
Esta habilidad de deslizamiento al más puro estilo parkour es algo que se combina bastante bien con el combate, siendo muy sencillo en cuanto a controles. Con tan solo pulsar un botón se desenvainará la espada del protagonista y asestará golpes a cualquier enemigo que pase por su camino. Estos enfrentamientos con enemigos más de estar por casa pasan algo desapercibidos, no dando muchas opciones en cuanto a libertad y profundidad, por lo que no hubiera estado de más haber proporcionado algunas herramientas más como combos o arsenal de armas. Además de esto, el jugador tiene la opción de esquivar a gran velocidad que al mismo tiempo puede ser aprovechado para al mismo tiempo llegar a otro lugar en el que cubrirse o que aparentemente es inaccesible.
Conforme se derroten enemigos se irá obteniendo plasma, energía vital que permite a Rei aumentar salud y a su vez ir mejorando su capacidad. Este plasma se encuentra escondido por el entorno, por lo que es una excusa más que perfecta para ir descubriendo lugares desconocidos o simplemente sumergirse en los entornos. Otro de los incentivos es la posibilidad de utilizarlo para desbloquear atuendos para el personaje y personalizarlo a tu gusto con habilidades como aumentar su poder al atacar o ayudar en cuanto a la recolección de este recurso.
Si algo ha heredado en lo técnico de Hyper Light Drifter y en el que la desarrolladora ha querido dejar su sello ha sido en los vistosos tonos de neón. Los escenarios cuentan con una gran amplitud además de ser muy vistosos y proporcionando el espacio suficiente para realizar todos los movimientos acrobáticos de Rei y al mismo tiempo luchar contra enemigos. El sistema de físicas se integra bastante bien, ayudando y mucho a la precisión de los controles. Hemos de decir que el juego se mueve con normalidad a 60FPS, cayendo la tasa en momentos puntuales. Melodías bellas que acompañan a la aventura cierran sus aspectos técnicos.
Esto es todo lo que ofrece Solar Ash, lo nuevo de Heart Machine. Con Hyper Light Drifter pusieron el listón muy alto y con esta nueva aventura podemos decir que lo ha igualado, proporcionando un producto de gran calidad al mismo tiempo entretenido. Algunas de sus trabas las encontramos quizás en su historia, algo simplona, así como su sistema de combate con poca profundidad. Pero estas carencias son suplidas por lo divertido de desplazarse por los escenarios al igual que la precisión en sus controles.