Análisis de Road 96, el camino hacia la libertad una y otra vez
Road 96 es una aventura narrativa sobre multitud de viajes a lo largo de una ruta por carretera
Las decisiones y acciones generan un viaje único cada vez
El título, ya disponible en PC y Switch, llega ahora PlayStation y Xbox
La vida en la carretera, la soledad del desierto, la narrativa típica de las películas ‘road movies’, algo de Tarantino o los hermanos Coen, la búsqueda de la libertad, la represión policial, el paso de la adolescencia a la edad adulta… todo esto y mucho más se encierra en Road 96, una aventura narrativa de lo más original creada por los autores de Valiant Hearts o Memories Retold. El juego, que ya se lanzó en PC y Nintendo Switch hace un año, llega ahora a las consolas de PlayStation y Xbox.
Road 96 nos lanza, una y otra vez, a la carretera para que protagonicemos historias únicas de adolescentes anónimos que intentan alcanzar la frontera de su país, aplastado por un terrible régimen dictatorial. Esas historias, generadas de manera procedural, se entrecruzan y nos proponen tomar decisiones que harán cambiar cada vuelta del camino y que va construyendo una historia coral de lo más apasionante.
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Se hace camino al andar
Road 96 es una aventura narrativa, con algunos toques de insignificantes puzles y tareas que lo acercan (apenas) a la aventura gráfica. En realidad, el juego nos invita a disfrutar del viaje, o los viajes, e ir desentrañando una historia realmente trágica, aunque también cargada de esperanza, en la que intervienen múltiples personajes. El verdadero meollo del asunto está en las decisiones morales. Tendremos momentos en los que nuestras respuestas, decisiones o acciones marcarán el devenir del viaje (y de la historia general) y, normalmente, son decisiones que implican que nos posicionemos políticamente ante la realidad del país ficticio que nos presenta el juego.
El estado de Petria se encuentra bajo el control de una férrea dictadura, donde la corrupción y el estado policial son una constante en las vidas de sus ciudadanos. Faltan unos pocos meses para que se celebren unas elecciones que, de celebrarse de manera limpia, podrían cambiar las cosas en el país. En este contexto, miles de adolescentes desencantados, se lanzan a la carretera para intentar salir del país por su frontera norte. Un peligroso paso fronterizo en las montañas que protagonizó en el pasado un oscuro y desgraciado incidente terrorista, que todavía marca la vida del país y sus habitantes.
En cada comienzo de un nuevo capítulo de Road 96 tomaremos el papel de uno de estos adolescentes anónimos que intentan alcanzar la frontera. Nuestro objetivo será alcanzar el final del viaje, que puede acabar en éxito o en fracaso, dependiendo de nuestras decisiones y de nuestra suerte. En ese periplo tendremos que gestionar el poco dinero que tenemos encima, decidir si hacer auto stop, tomamos el bus o pedimos un taxi, además de intentar alimentarnos y descansar lo suficiente para mantener en un nivel sano una barra de energía.
Cada una de nuestras decisiones generará una nueva escena, un puñado de kilómetros más cerca de la frontera, que nos pondrá en una nueva situación y que nos hará interactuar con un puñado de personajes que pueblan esa zona y de los que iremos conociendo, poco a poco, su propia historia. Todos ellos cuentan con una historia personal y con asuntos pendientes derivados de la situación del país y de aquel terrible atentado que cambio la vida de los ciudadanos de Petria hace unos años.
Ir completando las líneas narrativas de cada uno de estos personajes será el medidor que nos indique si estamos cerca de terminar el juego, algoque ocurrirá cuando hayamos completado el viaje de un buen puñado de adolescentes. Pero para conocer todos los detalles de cada uno requerirá que nos comportemos con ellos de maneras distintas en cada encuentro.
Esas respuestas, decisiones o acciones decisivas del juego, que cambian la historia, suelen oscilar en tres grandes actitudes: la de colaboración con el régimen dictatorial (el presidente Tyrak tiene razón), la de la esperanza en las elecciones para un cambio de rumbo (apoyo a la candidata de la oposición democrática Florres) y la de la rebelión (las cosas sólo cambiarán si hay una revolución contra el régimen establecido). Desde hacer graffittis hasta colaborar con un grupo revolucionario, pasando por boicotear un mitin político o denunciar a otro personaje a la policía… todo tiene consecuencias y va poniendo ladrillos a la historia.
Dejando huella en la carretera
Un elemento interesante en el juego es que las acciones realizadas por los adolescentes que hayas encarnado en anteriores viajes quedarán grabadas y tendrán consecuencias en los viajes posteriores. Los siguientes adolescentes que intentan alcanzar la frontera tendrán que lidiar con situaciones que derivan directamente de lo que ha ocurrido antes.
Además, como si de un ‘roguelike’ se tratara (salvando las enormes distancias) el juego nos permite heredar la experiencia de los anteriores viajes para utilizarla en los nuevos intentos. Así, una serie de habilidades desbloqueables (hackeo, forzar cerraduras, etc.) quedarán activas para el siguiente viaje, lo que nos permitirá resolver situaciones de una manera más rápida o efectiva en algunos casos.
Road 96 es un juego que lleva un ritmo muy pausado, pensado para el disfrute de los momentos, los ambientes, las conversaciones, los personajes, los paisajes… Sólo en algunos momentos puntuales tenemos algo de tensión, donde hay que tomar alguna decisión rápida para resolver una situación concreta. Pero en general sólo tendremos que seguir conversaciones y realizar pequeños y sencillos mini juegos.
A nivel técnico, el título cuenta con un atractivo estilo visual, cercano al 'cell shading', sin grandes alardes pero que consigue unos bellos paisajes y unas escenas cargadas de carga emocional. A eso también ayuda la genial banda sonora, un mix de éxitos de los 90 que podemos ir mezclando a nuestro gusto gracias a la recolección de una colección de cintas de casetes. El juego tiene voces en inglés y llega con subtítulos y textos en pantalla en castellano.
En definitiva…
Road 96 llega a las consolas de sobremesa como una buena oportunidad para conquistar a esos otros jugadores que no tuvieron ocasión de jugarlo en PC. Se trata de una experiencia muy interesante, una aventura narrativa llena de mensajes contra la opresión, el individualismo, el odio… Una manera original de contar una historia repleta de personajes de lo más interesante.