No nos cansamos de decirlo, año tras año y mes a mes encontramos multitud de videojuegos que llegan a los servicios de descarga digital e incluso lo más sonados a soporte físico, de joyas de mano de estudios independientes. Tienen un presupuesto inferior al de la mayoría de sus compañeros en la industria, pero cuentan con dos armas, ideas totalmente innovadoras y la ilusión de ver cumplidos sus sueños con sus creaciones. Es un gran desafío que muchos deciden afrontar y gracias a ManaVoid Entertainment y la editora Skybound Entertainment nos acerca una aventura colorista, con claras influencias de series de Nintendo como Paper Mario con grandes dotes de diversión y simpatía.
Hoy os hablaremos de un título RPG conocido como Rainbow Billy: The Curse of the Leviathan, que llega a PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch y PC. Elementos de rol con un toque desenfadado y una apuesta muy atractiva tanto en lo visual como en mecánicas jugables. Pero, ¿es realmente Rainbow Billy: The Curse of the Leviathan ese RPG que tanto buscan los fanáticos de Paper Mario?, ¿su precio justifica las horas de duración? Todas estas dudas y muchas más quedarán resueltas en las próximas líneas.
Nuestra aventura pondrá al jugador en el papel de Billy, un pequeño personaje de gran timidez y simpatía que se encuentra realizando los preparativos para la celebración de la festividad de su isla. Este es un evento muy esperado por parte de todos los habitantes y cuentan prácticamente con todo para comenzar la celebración, rica comida, fuegos artfiiciales y muchas sorpresas. Desgraciadamente, no todas son del toda agradable ya que la llegada de un Leviatán aguará la fiesta, nunca mejor dicho, y se llevará todo el color de este mundo. La desaparición de esto no sólo los entristece, sino que los transforma en terribles monstruos y seres más enfadados. Ahora es el momento de que Billy se ponga manos a la obra junto a su caña de pescar, visitar multitud de lugares y devolver todo a su estado normal.
Una de las peculiaridades de Rainbow Billy: The Curse of the Leviathan es la presencia de un mundo que ha sido fragmentado en varias islas, que componen las zonas que ir visitando durante la partida. Todas estas tienen temáticas correctamente diferenciadas, además de tramas y personajes concretos. Pero visitarlas no será tan libre ni sencilla como parece ya que tiene que construirse un arcoiris que le permita desplazarse por este vasto mundo, por lo que se tendrá esa limitación al inicio de la aventura. Esto hace que el avance en la trama sea mucho más guiado y siguiendo el hilo de la historia, facilitando mucho las cosas a aquellos que se inicien en el género o no tengan tanta experiencia en videojuegos. Llegar a las islas es sencillo pero el resto del proceso es algo más completo, teniendo que sumergirte en los problemas que tenga esta localización y devolverle el color.
El combustible de arcoiris es uno de los elementos fundamentales dentro del título, siendo el principal elemento para desplazarse entre islas, por lo que ir consiguiéndolo a medida que se va recuperando la tonalidad normal de las localizaciones. Durante tu periplo por esto lugares los encuentros con monstruos en blanco y negro, que anteriormente eran personas comunes y corrientes, serán más que normales. Estos desencadenarán combates que llevarán a unos entornos cerrados donde poner a prueba las habilidades de Billy.
Estos enfrentamientos no son como los juegos RPG clásicos, incluyendo dos opciones: escuchar y hablar. Escuchar al enemigo dará la posibilidad de conocer cuáles son los problemas y razones que le han llevado a convertirse en esta criatura mientras que hablando se podrá entablar una conversación con estos. Tienes tres opciones diferentes con divertidas respuestas, por lo que debes elegir si ser más agradable, desafiantes, fuerte, agresivo o constructivo. Muchas son las posibilidades y las consecuencias de estas conversaciones sacan más de una sonrisa en muchos momentos.
A medida que se avanza en el combate irán apareciendo encima de ellos una serie de símbolos. A mayor cantidad representa que la conversación va por buen puesto y confirman que podrá pasarse esta lucha sin tener que usar acciones violentas. Si hemos llegado a un acuerdo con este y las palabras dichas logran calmarle o satisfacerle, se desbloqueará un pequeño minijuego en el que pulsar por ejemplo una combinación de botones. Esto dará por concluido el combate y sumar más color a la isla y a nuestro importante combustible.
Este tipo de minijuegos son de una gran variedad, pescar, huir, una combinación de botones... todo este compendio de pruebas y de comunicarse con el enemigo nos ha recordado mucho a Undertale pero con una mayor nota de color. A lo largo de la aventura no sólo se encontrarán pruebas con mayor complejidad, sino que se dará la posibilidad de usar aliados con los que aunar fuerzas y hacer la tarea mucho más sencilla.
Ahora bien, los enemigos también tienen mucho que decir en esto. Cada uno tiene sus propias habilidades, siendo más problemáticos e incluso priorizando sus palabras primero, partiendo en el enfrentamiento con desventaja. La desarrolladora ha sabido no sólo otorgar una variedad a conversar con los enemigos con unos diálogos divertidos y amenos, sino que les ha proporcionado la suficiente complejidad y profundidad a través de esta selección de minijuegos que no aburren durante la aventura. Quizás algunas, por no decir muchas de las respuestas llegan a ser bastante obvias, lo que hubiera sido de agradecer que se introdujeran otras algo más complicadas o imprevistas.
Aunar fuerzas con tus amigos y compañeros, que puedes ir reclutando a lo largo de la partida, es algo bastante importante e interesante. Crear lazos y vínculos más importantes es sencillo a través de proporcionar regalos, estos se obtienen con una sencilla prueba de pesca en lugar concretos del mar. Pero no todo consistirá en conversar y combatir dialecticamente, sino que a la hora de explorar las islas se esconden pequeños puzles de una dificultad creciente y que, aunque no resultar un auténtico desafío, dan aún más variedad. Esto, sumado a un componente añadido de plataformas, aumenta aún más la exploración. Pero esto oculta uno de los principales contras del juego, su cámara, siendo incómoda a la hora de desplazarla y resultando frustrante dado que costará en más de alguna ocasión un salto impreciso.
En materia técnica es muy resultón, dando un gran colorido y proporcionando un estilo del cual Paper Mario fue el precurso y del que el estudio ha sabido mejorar e introducir elementos propios. Los diseños de personajes son de lo más simpáticos, optando por una temática chibi con facciones exageradas que los hacen destacar dentro de los entornos. Igualmente, sus escenarios a pesar de no tener muchos elementos son tridimensionales, a diferencia de los personajes que son en 2D, creando una combinación interesante y divertida.
Como bien mencionábamos anteriormente, a pesar de moverse a una buena resolución y tasa de imágenes por segundo, su cámara desluce un poco el resultado general siendo algo incómoda. En cuanto a su banda sonora incorpora una serie de melodías que acompañan eficientemente en diversos momentos de la aventura al igual que un doblaje realiado por sonidos y gorjeos, haciendo todo mucho más simpático.
Rainbow Billy: The Curse of the Leviathan nos ha parecido un juego muy entretenido y divertido. Proporciona un total de tres mundos que extiende su trama a una docena de horas, algo más que justo tratándose de unas mecánicas de diálogo que podrían llegar a resultar pesadas si se extendiera por extender su tiempo de juego. También incorpora una gran cantidad de secretos dentro de las islas y el mar, así como personajes a los que reclutar y regalos que hacerles. Hacerte con todo añade unas cuantas horas más en unos entornos coloristas y visualmente atractivos. Si no eres un asiduo a los juegos del estilo RPG y buscas una fórmula diferente, estas ante el título indicado.