Ensayo-error, la fórmula sobre la que habitualmente se cimenta el éxito en la vida... Y también en muchos videojuegos. Sobre todo en aquellos que han bebido de la fuente creada por From Software con los Soulsborne. Hidetaka Miyazaki y su equipo se sacaron de la manga una fórmula de juego en la que el esfuerzo y la experimentación eran la clave para lograr el éxito, y aún a pesar de la reticencia de propios y extraños, consiguieron que su propuesta se convirtiera en un fenómeno mundial.
No ha sido precisamente flor de un día llegar a este punto, y solo hay que prestar atención a la evolución de la serie, que empezó en 2009 con Demon's Souls, como un juego de nicho. Ahora, ya en 2022, llega la magna obra de esta tipología de juegos, el esperadísimo Elden Ring. Uno de esos juegos marcados a fuego en el calendario de lanzamiento de casi todo jugón que se precie, y es que la apuesta de Bandai Namco y From Software ha sido abrumadoramente alta en esta ocasión.
La primera razón por la que hay altas expectativas sobre Elden Ring es por la gigantesca bola de nieve que se ha ido formando con cada juego enmarcado en este género, que ha ido cosechando más y más fans: Demon's Souls, Dark Soul 1, 2 y 3, Bloodborne, Sekiro, el remake de Demon's Souls como gran exclusivo de lanzamiento de PS5 (aunque no estuviera encargado From de él), y ahora el juego que nos ocupa. Un continuo más difícil todavía que no ha parado de cosechar fans en esto del: lucha-muere-repite que es, en el fondo, la base de la fórmula.
La segunda razón es que en esta ocasión se ha querido dar aún más brillo a la propuesta desde su concepción original, contando con George R.R. Martin, creador de Juego de Tronos, para dar forma al universo y mitología de la que parte Elden Ring. De esta forma se dota de unos cimientos sólidos a una aventura repleta de misterios y fantasía en su trama, llegando más allá de lo habitual en la serie. Las espadas están en todo lo alto.
La tercera razón es que además de tomar la esencia de la serie en lo que a exigencia se refiere, refina y mejora sus posibilidades. No es solo que aquí encontremos más armas, clases, encantamientos y demás que en otros juegos de FromSoftware, sino que además se da un protagonismo extra a un elemento denostado en, por ejemplo, Dark Souls: la exploración. Y es que en Elden Ring pasaremos tanto tiempo explorando y descubriendo secretos, como avanzando en la trama. Esto se debe por una parte al hecho de que podamos saltar, novedad en los soulsborne (y lo cambia todo en combate y exploración), pero sobre todo al hecho de que al poco de comenzar nuestra partida nos encontraremos ante un gigantesco mundo abierto que podemos explorar casi con total libertad.
Dicho esto conviene ponerse el traje de faena para dejar claro si Elden Ring es el éxito que todos esperábamos, o un fracaso a la altura de los mayores pufos postpandémicos que hemos tenido que sufrir en los últimos tiempos. Por suerte esta vez la balanza cae del lado de la luz, y Elden Ring es un auténtico juegazo, tan capaz de desesperarte, como de sorprenderte con su propuesta. No es solo que haga bien lo que todo Souls ya hace fantástico, sino que añade nuevas mecánicas y posibilidades que casi suponen que no haya vuelta atrás para el futuro de la serie.
Hablamos de detalles evidentes, como la posibilidad de saltar, que amplía la nómina de movimientos ofensivos, pero también añade cierto toque plataformero a la exploración. Pero, por supuesto, no es lo único, ya que la tan cacareada libertad que tenemos para movernos también supondrá un antes y un después para el género.
De la misma forma que anteriormente nos sorprendíamos y horrorizábamos ante los retos que From Software ponía ante nosotros en los pasillescos Souls, ahora se añade un elemento de descubrimiento voluntario que da una nueva dimensión a Elden Ring. Ya no es solo que te encuentres con un enemigo y haya que acabar con él para continuar, sino que además primero hay que descubrirlo y saber decantar los secretos que esconde el magno mapa de juego disponible. A ello además hay que añadir que cada zona esconde montones y montones de enfrentamientos épicos voluntarios, misiones secundarias y secretos escondidos, listos solo para los más avispados de la clase. Al final tú la profundidad con la que quieres explorar la madriguera del conejo, con todo lo bueno y lo malo que ello supone.
Para que nos entendamos, en la primera gran zona abierta de Elden Ring que podemos explorar hay más de 30 minimazmorras, encuentros fortuitos, misiones y sorpresas escondidas... A las que habría que añadir además todos los enemigos presentes de forma normal en el mapa. Puedes elegir pasar de la mayoría de ellos y continuar con tu camino, ya que el juego te marca la dirección del progreso 'normal' del juego de manera sutil, pero todos sabemos que no vas a pasar de la oportunidad de encontrar nuevas invocaciones, armas, encantamientos, NPCs, etc... Y ahí está la magia de Elden Ring.
El principal reto de Elden Ring es ofrecer esa libertad en un mundo abierto repleto de enemigos diferentes (la variedad de oponentes es casi abrumadora), y conseguir que los jugadores quieran descubrirlo todo, a pesar de la dificultad. Es ahí donde este juego destaca, haciéndote saber que casi siempre hay una recompensa a la altura del reto. En ocasiones esa recompensa puede que no sea para la build de personaje que has construido, pero la satisfacción de haber vapuleado a 'ese' jefe opcional, unido al placer inherente al descubrimiento, hacen que la experiencia haya valido la pena, por mucho que haya costado.
Además, también está el hecho de que grindar experiencia y materiales supone una mayor garantía de éxito ante el siguiente gran jefe final... Sin embargo si quieres ir directo a por él, a pecho descubierto, también puedes, pasando de jefes opcionales, mazmorras o cualquier secreto que esconde el mapa. Al final puedes avanzar a lomo de Torrentera (una mezcla entre caballo y cabra) y llegar al siguiente punto fácilmente... Pero, ¿de verdad es eso lo que quieres hacer?
Lo bueno es que si decides ir a 'saco' la historia tendrá sentido para ti y, por muy mal que lo pases con los combates con los jefes poderosos, la historia tendrá sentido. FromSoftware es menos críptica de lo habitual con este juego, quizás pensando en que va a llegar a un público más general, y eso es de agradecer, sobre todo para los que no son auténticos expertos en desgranar cada pieza del puzle. Al avanzar habrá personajes que te hablarán, escenas cinemáticas que te permitirán saber un poco más y diálogos esclarecedores. No necesitarás juntar piezas del puzle para que todo tenga sentido... Aunque será cuando explores todo lo que Elden Ring ofrece cuando puedas entender la verdadera magnitud y atención al detalle de su narrativa, juntando pistas para poder descubrir la auténtica "verdad". Para que nos entendamos. Quedarse con la historia básica es como ver un cuadro impresionista, de esos que son borratajos, pero con cierta distancia revela formas claras. Por el contrario ir a por todo es buscar una imagen fotorrealista de la historia de Elden Ring.
Si sabías jugar a Dark Souls sabrás empezar tu aventura con Elden Ring. El nuevo juego de From Software es relativamente continuista en cuanto a las bases de la propuesta, e incluso con el tempo y posibilidades del combate. No da pasos atrás respecto a lo visto en Dark Souls, pero sí los da hacia delante, introduciendo nuevas mecánicas y posibilidades. Una vez más todo gira en torno al control que tengamos sobre las posibilidades de nuestro personaje, por lo que es clave lo preciso de los controles, incluido el nuevo movimiento de salto, siendo una pieza primordial para conocer bien nuestras posibilidades y límites. En eso no se diferencia lo más mínimo al resto de la serie, aunque haga ciertas concesiones para no ser siempre doloroso progresar.
El hecho de que podamos saltarnos batallas, mejorar al personaje y luego volver más poderosos es un plus. También el hecho de que podemos simplemente escapar de los encuentros que se nos escapen de las manos en muchas de las ocasiones (sobre todo mientras exploramos). Al final el corolario de todo esto es que Elden Ring puede parecer más fácil que otras entregas de la serie souls, por no obligarnos continuamente a superar un reto imposible, añadiendo flexibilidad para afrontar las batallas a tu ritmo. Sin embargo, esto no evita que vaya a morir, y mucho, ante ciertos enemigos. Y es que, por muy preparado que vayas, la variedad de enemigos y jefes es tal, que nunca podrás estar preparado para lo siguiente. La capacidad de Elden Ring para sorprenderte y dar una nueva vuelta de tuerca a los rivales y combates no tiene parangón. Simplemente genial.
Con todo esto que hemos ido diciendo cabe preguntarse si estamos ante un juego perfecto para aquellos que disfrutan de los juegos difíciles y exigentes. Y lo cierto es que, al menos tras haberlo jugado en Xbox Series X, la experiencia es la más pulida de toda la serie Souls hasta la fecha. A los evidente valores jugables, el acierto con la narrativa más guiada, y lo interesante de su mundo abierto, hay que sumar una ejecución excelente, sin caídas en la tasa de imágenes, elementos que desmerezcan el acabado del juego o molestos bugs que nos importunen durante nuestro avance en las Tierras Intermedias.
Elden Ring es un pequeño espectáculo repleto de detalles, con personajes detallados, escenarios cuidados y efectos visuales de última generación. Es cierto que para la nueva generación de consolas se podría exigir algo más de virtuosismo en el modelado, o que todas las animaciones estén igual de bien pulidas (a veces el salto es un tanto cartoniano, por ejemplo), pero el resultado general es más que bueno. En las nuevas consolas permite elegir entre dos modos de visualización, priorizando FPS o calidad de imagen, siendo bueno el resultado en ambos casos.
En términos sonoros la única pega que podemos poner es la ausencia de voces en castellano, aunque todo esté traducido magníficamente. Todo lo demás simplemente raya la excelencia, empezando con los efectos sonoros, y culminando con una banda sonora tan épica que fácilmente se corona como la mejor dentro de la serie.
Elden Ring no es solo un paso adelante para los Soulsborne, sino también un ambicioso proyecto que busca atraer a mucha más gente que 'solo' a los que disfrutan del bucle de muerte-reintento-éxito tan característico de la serie. Su propuesta de mundo abierto, la narrativa más 'convencional' y la flexibilidad de su propuesta hablan bien de ello, mientras que su mundo y lore, más brillante y alejado del goticismo de los Dark Souls clásicos también servirán para atraer a nuevos jugadores.
From Software cumple con creces con lo prometido, ofreciendo un juego tan profundo (o incluso más) como siempre, pulido hasta el infinito y tan exigente como nos tiene acostumbrados. En resumidas cuentas, un 'melocotonazo' de miedo que desde ya se convierte en uno de los candidatos a juego del año 2022.
*Hemos realizado esta review con un código de Elden Ring para Xbox Series X proporcionado por Bandai Namco.