Devil May Cry 5 es un juego muy reciente, se lanzó en marzo de 2019, y es un fantástico hack’n slash, moderno, divertido y desenfadado. Una entrega sobresaliente que enamoró a los fans de la saga de mata demonios. Ahora, llega una edición especial con muchos extras, un nuevo (viejo) personaje y, sobre todo, mejoras visuales increíbles para sus versiones de nueva generación. Nosotros hemos podido jugarlo en PlayStation 5 y os resumimos nuestra experiencia con el juego.
En el periodo de review de PlayStation 5, justo antes de publicar nuestra valoración general de la máquina, solo tuvimos a nuestra disposición tres juegos realmente diseñados para la nueva generación: Spider-Man Miles Morales, Astro’s Playroom y este Devil May Cry 5. Así que, con los dos anteriores, pero también con el título de Capcom, es como hemos conseguido sacar todo el partido de la nueva máquina de Sony. Y Devil May Cry 5 Special Edition nos ha permitido disfrutar, y mucho, de la espectacular tecnología de trazado de rayos en PS5, además de un modo que desactivaba esta y otras mejoras gráficas para potenciar un modo estable a 60 fps.
Por supuesto, esta edición especial de DMC5 tiene todo lo bueno que tenía la original, con una campaña apasionante protagonizada por Nero, Dante y V, donde podemos realizar combos imposibles, cortar demonios por la mitad con nuestras motorizadas espadas y eliminar a muchos otros a ritmo de las balas de nuestras pistolas de calibre 650. Con unos escenarios espectaculares, horadas de demonios de todo pelo y gigantescos jefes finales, esta quinta entrega condensaba todo lo que enamora a los fans de la saga en todo el mundo: unos héroes extremadamente sobrados, unas habilidades espectaculares y una historia exagerada de redención y venganza con escenas de cortes excesivamente largas, pero técnicamente muy logradas.
Uno de los pocos elementos que no convenció del todo en esta quinta entrega fue el hecho de que la campaña no podía jugarse, íntegramente, con uno de los personajes (nuestro favorito) sino que la narrativa de la misma nos hacía saltar de uno a otro (unas cuantas misiones con Nero, algunas más con Dante y un puñado con el misterioso V). En esta edición especial, exclusiva de la nueva generación de videoconsolas, vamos a poder jugar la campaña completa, pero con un nuevo personaje: Vergil.
Vergil es un personaje conocido por todos los fans de la saga. Y se ha convertido ya en una tradición que llegue como personaje jugable en las ediciones especiales de Devil May Cry. Llegó por primera vez en Devil May Cry 3: Special Edition y volvió a aparecer como extra en Devil May Cry 4: Special Edition, e incluso apareció como disponible en un DLC del DmC de Ninja Theory. El hermano gemelo de Dante siempre ha sido muy divertido de controlar, ya que añade una manera muy distinta de jugar, y eso pasa exactamente ahora con la quinta entrega. Con él puedes jugar entera la campaña, y el Palacio Sangriento, sin cambios de protagonista, y se le ha añadido un inicio y un final distintos, para darle coherencia a la historia.
Vergil tiene un fabuloso estilo de juego propio, con esos movimientos y combos de espada tan característicos, propios de un ninja o un samurái, que aquí vuelven a brillar con luz propia. Además, cuenta con la habilidad de convocar aun doble de sí mismo, lo que puede despistar a los enemigos, para poder acabar con ellos más fácilmente. Hay que decir que los poseedores del DMC 5 original tienen la posibilidad de descargar a Vergil, como personaje jugable, por un módico precio.
Jugar con Vergil la campaña, que es exactamente la misma que el juego original, hace que se sienta de forma muy distinta. Es interesante enfrentarse a los enemigos finales, diseñados específicamente para enfrentarnos a ellos con Nero, Dante o V y que ahora podemos enfrentar con las habilidades, movimientos y combos de Vergil. En algunos casos tendremos una ventaja extra, y en otros seremos un poco mas torpes y nos costará más (o eso recordamos). En general Vergil es el personaje más potente de todos, y es que va a necesitar ser mejor que los tres personajes anteriores para completar con éxito todas las misiones que antes estos se repartían.
Además del nuevo personaje, esta edición especial de Devil May Cry 5 añade dos nuevos modos para disfrutar del juego. El primero es el Modo Turbo, un modo que añade una velocidad increíble al título (un 20% más rápido) y que hace que todo sea mas frenético aún. Aquí hay que hacerse a la nueva velocidad para sincronizar los golpes, movimientos y combos, pero una vez te acostumbras, es muy divertido. El otro modo nuevo es el Caballero Oscuro Legendario, un modo que añade hordas extras de enemigos a todos los niveles, lo que incrementa la dificultad de manera notable. En este modo, que muestra la potencia de las nuevas máquinas moviendo a la vez a decenas y decenas de enemigos por todo el escenario sin que se note un solo salto en la tasa de frames, nos abrumará en muchas ocasiones y hace que los niveles parezcan completamente nuevos. Y el modo Turbo puede combinarse con Modo Caballero Oscuro, lo cual multiplica la locura. En estos dos modos no es compatible el trazado de rayos y el resto de mejoras gráficas, ya que los desarrolladores han preferido que aquí prime la estabilidad en la alta tasa de frames (60fps) por razones obvias.
Pero, más allá de el nuevo personaje y los dos nuevos modos para vivir la aventura de formas distintas y desafiantes, donde más llama la atención esta Edición Especial es en su pulido gráfico y técnico, que hace que (siendo un juego inter-generacional) se sienta como un título de nueva generación. Aquí el título nos permite elegir entre tres modos de gráficos: el modo Fidelidad es el más espectacular, con gráficos a 4K, trazado de rayos y otras mejoras visuales (que puede bajar la tasa de frames pero seguirá mostrando la increíble iluminación y los alucinantes reflejos); el modo Rendimiento baja la resolución a 1080p pero que mantiene el trazado de rayos y manteniendo la tasa en 60fps. El tercero de los modos permite subir la tasa de frames hasta los 120 si cuentas con un TV compatible.
Como ya hemos dicho, nosotros hemos probado el juego en PlayStation 5 y con esta plataforma el juego cuenta con alguna mejora exclusiva, gracias a las posibilidades del nuevo mando de la consola de Sony, el DualSense. Las sensaciones hápticas que es capaz de transmitir el mando consiguen que sintamos como cortamos a los demonios o cómo tiembla el suelo bajo nuestros pies. Es genial, por ejemplo, sentir la resistencia y la vibración del gatillo izquierdo cuando lo apretamos para acelerar la empuñadura de nuestra espada motorizada.
Ya es tradición que las entregas de Devil May Cry lleguen con ediciones especiales que añaden contenidos, personajes y modos, pero esta entrega es especial, ya que es aún ‘más especial’ porque llega para coincidir con el lanzamiento de la nueva generación, añadiendo nuevas mejoras gráficas y de sonido, sólo posibles con las nuevas máquinas. Si no jugaste al original, ni te lo pienses para inaugurar tu PS5 o Xbox Series X (en Xbox Series S no podrás disfrutar del trazado de rayos y algunas mejoras gráficas).
Si ya jugaste al título de 2019, puede que los dos nuevos modos no sean suficiente atractivo, pero tal vez poder jugar con Vergil sí sea una opción para ti (aquí puedes hacerte con el DLC para ampliar la experiencia de la generación anterior).