Análisis de Deathloop, una epopeya de acción encerrada en un bucle infinito
El nuevo título de Arkane, los creadores de Dishonored, llega en exclusiva temporal a PS5
Un juego de acción y sigilo dentro de un bucle temporal que nos hace repetir el día una y otra vez
Se ha hecho de rogar un poco más de lo que nos hubiera gustado y tras acumular algunos retrasos, ya tenemos disponible el nuevo exclusivo (temporal) de Bethesda para Playstation 5, Deathloop, un título en el que disfrutaremos de acción, sigilo y una trama sólida y bien construida.
Nos ponemos a los mandos de nuestra Playstation 5 para enfrentarnos a un rompecabezas temporal donde nuestro objetivo consiste en cerrar el bucle. Bienvenidos a Blackreef
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Es el día de la marmota
Deathloop se presenta como una aventura que rescata lo mejor de los creadores de Dishonored y nos presenta un nuevo escenario, la isla de Blackreef, en el que estamos atrapados y condenados a repetir el mismo día una y otra vez, al menos, hasta que sepamos como escapar de esta angustiosa situación.
Somos Colt y amanecemos en una playa con un recuerdo que nubla nuestra mente y que nos arrastra a empezar una aventura en la que una voz en off tremendamente familiar, Julianna, una visionaria que quiere acabar con nosotros, nos anima y nos chincha a seguir avanzando en el amanecer de un día que se repetirá como la querida película de "Atrapado en el tiempo". Este punto de partida y la magníficamente llevada relación entre Colt y Julianna, nos anima a comenzar a explorar una isla en la que unos carismáticos personajes, los Visionarios, tratarán de darnos caza. Nuesto objetivo; acabar con los líderes de la organización y hacerlo todo en un sólo día. ¡Vamos a por ello!
Visionarios sí, listos, no tanto
Los Visionarios son los enigmáticos personajes nos obligarán a tirar de nuestro ingenio para tratar de escapar y sortear cada una de las situaciones de dificultad a modo de rompecabezas para poder seguir avanzando y saber quiénes somos y por qué estamos aquí. Tendremos la capacidad de conocer algunos detalles de ellos, como el tipo de arma que tienen o sus intenciones y tendencia de ataque. Nos son realmente inteligentes, pero sí lo suficiente para pasar con ellos un buen rato. Y es en nuestra relación con los Visionarios cuando comienzan a desarrollarse los pilares de la jugabilidad de este título, que apuesta indistintamente por la acción y el sigilo.
Será decisión nuestra si queremos abrirnos pasos a tiro limpio, o por el contrario nos agazapamos y avanzamos lentamente ejecutando, en silencio por la espalda, a nuestros enemigos. La verdad es que la acción no se penaliza tanto como nos gustaría, haciendo que la balanza se incline un poco por más por la acción, con un mayor número de situaciones que se pueden superar con cierta facilidad abriéndonos paso a tiro limpio. No obstante, nosotros hemos optado por combinarlas y el juego nos anima inteligentemente a ello, planteándonos algunos escenarios superpoblados, donde ir a lo loco es, claramente, un suicidio.
En esta isla de Blackreef, en la que unos locos científicos juegan a ser dioses, tendremos que tirar de ingenio y habilidades para poder superar la dificultad creciente que nos plantea el título y evitar que acaben con nosotros. Si lo consiguen, perderemos nuestras posesiones y nos veremos obligados a reiniciar un nuevo día. Para tratar de retrasarlo, tendremos tres intentos, tres vidas que nos darán nuevas oportunidades para superar cada escenario. Cada vez que morimos rebobinamos retrocediendo sobre nuestros pasos para tratar de superar la situación que acaba de destrozarnos.
Si habéis jugado a Dishonored os sentiréis terriblemente familiarizados con este título, lo que para unos puede ser una virtud y para otros un defecto. Ciertamente la calidad que tuvimos en la serie Dishonored la encontramos aquí, pero también toca ser crítico y reconocer que se abusa de patrones de juego que comienzan a saturar un mercado sediento de originalidad.
No obstante, nos encontramos con algún modo que aporta frescura y que tiene que ver con su particular faceta multijugador. Podremos activar un modo de juego en linea multijugador en el que nos podrán invadir otros jugadores con el personaje de Julianna. Asimismo, podremos ser nosotros el que visitemos como Julianna otros jugadores. Este duelo premia al vencedor con objetos de valor que empujan a esforzarte por salir airoso de cada uno de estos enfrentamientos. Entre estos objetos podremos conseguir Residuo para conservar algunas armas entre un día y otro para evitar empezar cada nuevo bucle con las manos vacías.
Si controlas a Julianna y visitas la partida de otros jugadores podrás ser premiado con trajes alternativos. En este modo podrás disfrutar de misiones que proponen distintos retos, como sobrevivir durante un cierto tiempo. La verdad es que este modo propone situaciones y momentos de tensión muy satisfactorios que rompen la continuidad de nuestras partidas. ¡Tenéis que probarlo!
Armas y habilidades para todos los gustos
En Deathloop volvemos a encontrarnos ventajas desperdigadas por sus escenarios que, tras superar un primer arranque muy denso en cuanto a contenido de tutoriales de juego, empiezan a estar disponibles aportando variedad a la forma de enfrentarnos a las situaciones que nos plantean. Tendremos a nuestra disposición ciertos poderes al matar a los enemigos finales del juego que nos dan capacidades que mejorar nuestra habilidad.
Hay ventajas de todo tipo y no queremos destriparos ninguna, pero ya os avanzamos que esta parte nos ha gustado mucho y da mucha frescura y variedad a la forma en la que se afrontan cada una de las situaciones del título. También nos encontramos con un arsenal que combina las armas que premian el sigilo y ataque silencioso, con otras más ruidosas como las clásicas escopetas, ametralladoras y pistolas.
Tendremos la oportunidad de recoger mejoras para incluirlas en las ranuras disponibles de cada arma y que permitirán mejorar, entre otras cosas, su capacidad de recarga o estabilidad en el disparo. Como hemos dicho, la jugabilidad de Deathloop es tremendamente parecida a Dishonored por lo que, si habéis jugado a la serie anterior, rápidamente podréis empezar a sacar ventaja de cada una de las mejoras disponibles y que enriquecen el apartado jugable de este título.
¿Nos vamos de paseo por Blackreef?
Deathloop distingue claramente varias partes del día en su bucle temporal de un día que se repite de manera constante y parece no acabar nunca: mañana, mediodía, tarde y noche. Estas cuatro partes en las que dividen el paso del tiempo contribuyen de manera directa en el aspecto artístico del título.
Nos ha gustado mucho el aspecto visual de Deathloop con unos gráficos muy detallados y una parte artística sobresaliente. Pronto os daréis cuenta de que los chicos de Bethesda se fueron de cañas con la gente de Bioshock porque en repetidas ocasiones tendremos un cierto déjà vu con detalles muy sutiles que nos llevarán de vuelta a sensaciones pasadas trasmitidas por los opresivos escenarios de Rapture.
Es digno de mención el trabajo realizado con la iluminación de este título. Nos encontramos con unos efectos luminosos muy logrados y que abrigan al conjunto dando como resultado unos escenarios bellos, detallados y muy completos. Da gusto pasear tranquilamente por las calles de Blackreef.
Hablando en detalle de la parte técnica nos volvemos a encontrar un hecho que empieza a ser una constante en los títulos de nueva generación. Tendremos disponible varios modos de calidad visual y rendimiento para que podamos ajustar nuestras preferencias. Así, nos encontraremos con tres modos gráficos para elegir y que nos permitirán elegir por una opción de mayor detalle y trazado de rayos (raytracing), con una clara penalización en la tasa de refresco de imagen, o bien, apostar por un modo "Rendimiento" que premia el refresco de la imagen, ofreciendo 60 cuadros por segundo con una calidad que no baja de 4K de resolución. Este último modo es el elegido por nosotros y os aseguramos que se ve y se juega de maravilla, no sintiendo una destacable penalización gráfica.
En cuanto al apartado sonoro, nos encontramos con un magnífico doblaje a nuestro idioma que se agradece por la elevada frecuencia de momentos de diálogo. Además, tendremos efectos de sonido además de distintas melodías que cambian según el momento de acción o sigilo que estamos disfrutando, y que cierran un apartado sonoro realmente redondo.
En definitiva...
Deathloop es un bucle temporal, un bucle temporal que no se traslada sólo a su historia y desarrollo, sino también a su jugabilidad y propuesta. Cuando decimos que es un bucle temporal nos referimos a que la jugabilidad resulta tremendamente parecida a la que ya vimos en otros títulos anteriores, en especial, el anteriormente mencionado Dishonored. Esto será bueno para unos y no tanto para otros. Nosotros somos de estos últimos.
Si bien es un título que se disfruta muchísimo, la fórmula se agota y adolece de falta de originalidad en su propuesta jugable. Nos encontramos con patrones que nos resultan en ocasiones aburridamente familiares, y esto no deja de ser un signo más del grado de agotamiento que tiene una industria que necesita de manera urgente un replanteamiento en sus propuestas jugables que aporte originalidad y frescura a un sector que, aprovechando esta nueva generación, no sólo nos fascine en lo visual, sino también en lo más importante, en lo jugable.
Así, los que venimos de un pasado de vieja escuela le pedimos al presente un soplo de aire fresco. Sólo así podremos plantearnos un futuro de ilusión por una generación que lo tiene todo por demostrar. Pero dejemos las cosas claras; Deathloop es un título magnífico, con una jugabilidad bien medida y una historia que engancha, pero que se queda a unos pasos de la excelencia porque, amigos/as míos/as, a esta altura de nuestro bucle temporal nosotros pedimos más, mucho más.