Los desarrolladores indies adoran lo retro y han conseguida darle al pixel art un halo de obra de arte, de gusto refinado, de recurso gráfico ‘moderno’, diríamos hasta retrofuturista, mucho más que de un simple homenaje a tiempos pretéritos. Así, nos encanta encontrarnos con pixels gordos en los nuevos juegos que llegan a nuestro PC y consola. Hoy nos sumergimos en B.I.O.T.A., un divertido y frenético metroidvania que ha elegido un aspecto gráfico que recuerda a los 8 bits y aquellas pantallas de NES o Game Boy.
Con una historia de ciencia ficción clásica, un elenco de personajes variopinto, cientos de pantallas para superar y una propuesta de acción 2D clásica con ligeros toques de rogue like, esta potente y atractiva propuesta ha sido desarrollada por un solo hombre. Se trata del desarrollador italiano Ivan Porrini, conocido como ‘small bros’, que lanza este juego en PC bajo el sello Retrovibe.
B.I.O.T.A. nos traslada al año 2177, con la humanidad expandiéndose por el universo conocido y colonizando diferentes mundos gracias a un nuevo elemento descubierto, el Viridium, que permitido desarrollar los viajes interespaciales. Pero el Viridium es escaso y hay que buscar nuevas colonias mineras en la galaxia para poder extraerlo. Una de las más grandes megacompañías mineras es V-Corp, quien controla la mayor parte de colonias conocidas. Nuestros protagonistas son un grupo de mercenarios a sueldo de V-Corp. Una de las colonias mineras, situada en el asteroide Gemini II, ha perdido contacto con la compañía después de descubrir una extraña forma de vida alienígena, bautizada como ‘el agente’ y lanzar una llamada de auxilio. Para saber qué ha ocurrido y prestar ayuda a los habitantes de la colonia, V-Corp envía a nuestro grupo de héroes. Unos tipos duros que no dudarán en enfrentar la amenaza desconocida.
El grupo de mercenarios son nuestros personajes jugables, que podemos elegir a voluntad al inicio de cada partida para adentrarnos en las instalaciones de la mina del asteroide. Cada uno está equipado con un arma principal distinta y cuenta con una segunda arma especial también diferente. Podemos elegir a nuestro favorito, aunque iremos descubriendo que cada uno de ellos está especialmente dotado para enfrentarse a los distintos retos que encontraremos (a enemigos concretos, fases de plataformas especiales o enemigos finales). De todas formas, en cualquier momento de la partida podemos volver a la base (junto a nuestra nave) y cambiar de personaje. Al comenzar, tendremos cuatro personajes disponibles, pero hay otros cuatro desbloqueables a lo largo del juego.
Con cualquiera de ellos tendremos que descender a las instalaciones de la mina e ir enfrentando a decenas de enemigos por los intrincados pasadizos y estancias. Iremos avanzando y desbloqueando zonas, pero siempre atentos al medidor de vida porque si nos matan volvemos a empezar. Y es que no encontraremos recursos que nos devuelvan la vida perdida, sólo podemos recoger un recurso en forma de moneda que luego podemos gastar. Afortunadamente hay zonas concretas donde salvar la partida y siempre podemos tele-transportarnos al cuartel general para recuperar vida, cambiar de personaje y vovler al lío.
El objetivo es siempre seguir avanzando y abriendo nuevas zonas que, una vez conquistadas, quedarán abiertas en el mapa y ya podremos accederé a ellas directamente desde el ascensor principal. Como buen metroidvania, muchas zonas o retos nos serán inaccesibles en un primer momento, pero tendremos que saber regresar cuando hayamos conseguido un objeto, una llave o hayamos adquirido la habilidad necesaria.
En nuestra exploración de las zonas infectadas, encontraremos unas tiendas del mercado negro que nos permitirán intercambiar el botín recogido por mejoras, tanto en nuestras armas como en nuevos objetos que nos permitirán acceder a nuevas habilidades: como la opción de manejar vehículos pesados, como un enorme mecha que nos permitirá arrasar alienígenas en distintas zonas diseñadas para ello, un submarino en otra de las fases más arcades, etc. En estas tiendas también podemos ampliar nuestra capacidad de energía, nuestra capacidad de munición, el número máximo de monedas que podemos cargar, adquirir jeringas que recuperarán nuestra vida, y demás extras y ayudas.
Al final, tendremos que ir jugando con realizar una incursión tras otra con los distintos personajes, utilizando el más adecuado para cada zona. El que lleva el rifle francotirador, por ejemplo, nos vendrá bien en una zona de plataformas especialmente difícil en el que eliminar a los enemigos desde lejos es una gran ayuda para luego concentrarte en los complicados saltos, mientras que otros personajes son ideales para los jefes finales.
Es importante saber cuándo grabar la partida, cuándo volver a la base para curarte y cambiar de personaje, cuando gastar el dinero acumulado en mejorar recursos y cuándo desbloquear una nueva zona para que se quede abierta en el mapa. Las distintas incursiones y también las diferentes muertes nos irán curtiendo y nos irán haciendo aprender para mejorar y conseguir hacernos fuertes para seguir adelante. Todo en una entretenida mecánica de disparos, saltos y uso de armas secundarias y vehículos. Y tenemos que decir que los controles son extremadamente precisos, lo que hace que los saltos, los disparos, los saltos contra las paredes y demás acciones sean completamente satisfactorias y que superar cada fase quede a nuestra habilidad para superar los patrones de los enemigos y nada más. Además, puedes elegir entre jugar con el teclado o con un mando de control.
El modo historia del juego promete un buen puñado de horas y un reto creciente al que siempre querrás volver para conseguir completarlo. Además, conseguir acumular dinero te permitirá desbloquear objetos y armas únicas para cada uno de los personajes, algo que querrás conseguir sí o sí. Y luego están los cuatro personajes extra que podemos añadir al escuadrón (uno de ellos rescatándolo en mitad de la partida, otro comprándolo en una de las tiendas del mercado negro y los otros cuando completes el juego la primera vez). Así, el título cuenta con un gran componente de rejugabilidad.
Además, B.I.O.T.A. cuenta con dos modos arcade extras que añaden diversión a la propuesta. El primero de ellos es el ‘Tiro al blanco’, un modo en el que manejaremos la a Flynt, el francotirador, para completar una serie de niveles en el que afinar la puntería, con diferentes submodos (freesyle, crono, horda…). El segundo modo es el ‘Speedrun’, donde el juego te plantea el reto de superar el mapeado en el menor tiempo posible, con una disposición lineal de los niveles del juego y con algunos trucos extra.
Pero, sin duda, uno de los elementos más llamativos del juego es su paleta de color o, más concretamente, sus distintas paletas de colores. El juego está pintado en cuatro tonos, pero permite cambiar entre diferentes paletas de colores, todas ellas con 4 colores. Al comenzar le juego tendremos a nuestra disposición hasta 24 paletas entre las que podemos cambiar siempre que queramos. Unas recuerdan más a las pantallas de Game Boy, otras a los clásicos juegos de NES o las primeras arcade. Todas son geniales y lo mejor es que durante le juego podremos ir desbloqueando nuevas paletas, hasta un total de 54. Y todo con una extraordinaria banda sonora ‘chiptune’ que nos encanta.
Si te gustan los metroidvania en 2D, B.I.O.T.A. te va a encantar, por su jugabilidad, su control y lo divertido y directo de su acción desmedida a lo largo de un mapa enorme que no depara más que sorpresas. Y si encima, te gusta el homenaje al os juegos retro, estamos ante una maravilla de diseño estilo ‘viejuno’. El juego está cargado de extras y desbloqueables que invitan a rejugarlo varias veces y sus modos arcade amplían la diversión. De momento, solo está disponible para PC pero es un título que merecería dar el salto a las consolas.