Análisis de Outriders: lluvias de balas y súper poderes en un planeta lejano
Peolple Can Fly nos ofrece un shooter RPG de ciencia ficción muy divertido
La demo nos dejó fríos, pero hemos disfrutado con el juego final
Las partidas, mejor en cooperativo, y todo por conseguir mejor botín
Ocurre con relativa frecuencia que la demo de un juego no le hace ningún bien al título final. Ya hablábamos hace unas semanas de lo más que le había sentado la demo a Balan Wonderwolrd, una demo no muy acertada que dejó muy mal sabor de boca a los aficionados y que lastraron, seguro, su lanzamiento. Algo parecido ha pasado con la demo de Outriders, el nuevo shooter de People Can Fly (que ya demostraron su tino con los gatillos virtuales en Painkiller o Bulletstorm).
Sin dar una mala sensación, a todos se nos quedó un poco sosa aquella demo, parecía un ‘más de lo mismo’ en todos y cada uno de sus elementos y no nos mostró todo el potencial que el juego final encierra. Y ahora que el título está disponible, desde el pasado 1 de abril en PC, Xbox, PS5 y PS4, es hora de hacerle justicia.
MÁS
Es cierto que Outriders no inventa nada. Se trata de un potente shooter enfocado a la recolección de botín para mejorar a tu personaje. Una especie de mezcla de juegos en el currículum de sus creadores (algo de Bulletstorm, algo de Gears of War Judgment) con algunas cosas de Destiny y hasta de Doom. Cuenta una historia de ciencia ficción que no pasará a la historia y tiene unos personajes que no son demasiado carismáticos. Pero, una vez con esto claro, hay que decir que se trata de un juego muy divertido, con un diseño de niveles muy cuidado, un sistema de botín muy satisfactorio y unos momentos de acción, balas y súper poderes que nos han atrapado.
Y el éxodo espacial salió mal
La historia de Outriders la hemos escuchado mil veces y no destaca por su originalidad. La Tierra es inhabitable dentro de unos cientos de años y lo que queda de la humanidad se embarca en un éxodo espacial que la llevará a un lejano planeta llamado Enoch, con unas supuestas condiciones aptas para la vida. Una vez allí, la humanidad necesitará adaptarse y comenzar de nuevo.
Pero las cosas, claro, salen mal, porque resulta que el planeta está lleno de criaturas salvajes y extrañas y esto es el menor de los problemas. La principal amenaza son una serie de terribles tormentas eléctricas que matan todo lo que tocan. Bueno, no todo. Hay algunos humanos que sobreviven a las tormentas, pero cambiados, con una serie de mutaciones que les dotan de súper poderes.
Con este panorama, lo que queda de los colonos queda diezmado y los planes de colonización se van al traste. Y los pocos humanos que sobreviven, entre mutados y no mutados, se declara una guerra fratricida que promete acabar con los últimos restos que quedan de la humanidad en la galaxia. Y aquí entra en acción nuestro personaje, un soldado que participó en el desembarque previo a la llegada de los colonos y que fue uno de los primeros en sufrir las mutaciones de las extrañas tormentas. Criogenizado durante los siguientes 5 años, se ha perdido la fiesta de destrucción y muerte en la que se ha convertido el intento de colonia y ahora le toca intentar poner un poco de orden en Enoch.
El guion del juego no es nada del otro mundo, pero la historia del planeta, el misterio alrededor de las extrañas tormentas, los poderes que convierten a los hombres en semi dioses y la historia de las diferentes facciones, dan para mantenerte pegado al mando. Además, hay algunos giros que pueden sorprender y, en general, querrás terminarte la campaña para enterarte de todos los detalles.
Y los personajes son arquetipos del montón que no aportan demasiado. Hombres y mujeres duros y salvajes que suelen emitir gruñidos inteligibles cuando le preguntas algo. Aun así, el juego te anima a que hables con todos los personajes que puedas, para comerciar, preparar misiones, etc. Y es que, aunque estamos ante un shooter, los elementos RPG se ven por todas partes y tienen mucha importancia.
A tiros, mejor en compañía
Pero lo que mejor hace Outriders es plantear escenas de batallas salvajes. Escenarios en los que aparecen decenas de enemigos y que acaban literalmente cubiertos de sangre. Al principio las balas se llevan el protagonismo, y lo hacen a muy buen nivel, dejando claro la experiencia que tienen los chicos de People Can Fly en los shooters. Pero, con el paso de las horas, serán las habilidades sobre naturales de nuestro personaje lo que vaya ganando espacio. Las armas de fuego seguirán teniendo su protagonismo, pero el uso de los increíbles poderes, la gestión de las distintas habilidades en batalla, serán lo más importante.
Y hay que decir que Outriders se disfruta, sobre todo, en compañía, porque el juego te permite unirte a un equipo de otros tres amigos para avanzar en la campaña en modo cooperativo. Una campaña que los desarrolladores han mantenido de manera tradicional, y eso que el estilo del título se prestaba al 100% a convertirse en un juego como servicio, al estilo de Destiny. Pero los chicos de People Can Fly se han resistido a la tentación, quizá más preocupados en ofrecer una campaña redonda.
Al comenzar a jugar hay que elegir una de las cuatro clases para nuestro personaje. Cada una de ellas (Piromante, Tecnomante, Embaucador y Devastador) da acceso a un sencillo árbol de habilidades que podemos ir mejorando y gestionando a lo largo de la partida. Un interesante y atractivo elemento RPG, pero que no es demasiado complicado. Sobre todo, porque prácticamente todas las habilidades están enfocadas al ataque (sólo hemos identificado dos habilidades de curación entre todas las 32 disponibles de cada clase). Porque esto va de atacar, y poco de defenderse. Para evitar los ataques están las coberturas y las buenas decisiones en el campo de batalla.
Entre los enemigos a los que nos toca enfrentarnos hay de todo, desde sencillos oponentes humanos a mutados de todo pelo y monstruos propios del planeta. Estos últimos nos ofrecen algunos enemigos verdaderamente épicos, a veces en forma de enemigos finales. Y todo en unos entornos muy cuidados que nos ofrecen los diferentes entornos del planeta Enoch: entornos nevados, llanuras devastadas, selvas intrincadas, desiertos…
Y, como ya hemos dicho, una parte importante del juego lo completan esas cosas que se les caen a los enemigos cuando los derrotamos. El sistema de botín tampoco inventa nada, pero tiene sus recompensas interesantes. Hay una enorme y divertida variedad de armas para ir combinando hasta que demos con nuestras favoritas y, claro está, hay tipología que llega hasta las armas legendarias y que andaremos siempre buscando para llevar con nosotros. Construir y mejorar tu equipo (tus armas, tu armadura, las modificaciones que afectarán a tus habilidades…) será una de tus preocupaciones durante todo el juego, pero también le da su punto. Y lo malo es que la interfaz de creación y modificación del equipo es un poco frustrante.
En definitiva…
Outriders es un juego que podríamos decir que ha llegado un poco “tapado”, sobre todo por lo fríos que nos dejó su demo. Pero, una vez echándole horas y horas de juego (completar la campaña puede llevar algo más de 30) hemos encontrado un combate muy divertido, un mundo muy bien diseñado y plagado de criaturas muy atractivas, un árbol de habilidades que despliega una traca de súper poderes de lo más vistoso y un sistema de botín que añade elementos interesantes. Nos hemos encontrado con un shooter de ciencia ficción muy digno, con ingredientes RPG y un modo cooperativo que le añaden mucha pimienta.