Análisis de Sonic Superstars: el erizo azul vuelve a las andadas

  • Sonic Superstars es un nuevo juego en 2D del erizo azul de Sega, un auténtico homenaje a los títulos clásicos de la franquicia

En el vasto universo de los videojuegos, pocos personajes son tan reconocibles como Sonic, el sempiterno erizo azul. Con una historia que se extiende por más de tres décadas, Sonic ha sido la mascota no oficial de Sega, llevando alegría y desafíos a los jugadores de todas las edades. Sonic Superstars, su última aventura, desarrollada por Arzest y el Sonic Team, ya está disponible, y pretende retomar la esencia de las versiones clásicas del juego que vieron la luz en Mega Drive durante los años 90, a la vez que incluye nuevos elementos y moderniza el apartado visual, con una jugabilidad en 2D y el modelado en 3D para todo lo que aparece en pantalla, suponiendo una clara fusión entre lo moderno y lo retro.

Las bases de Sonic Superstars son simples, ya que presenta la típica jugabilidad de la serie, con  desplazamiento lateral, lo que inmediatamente nos transporta a las aventuras clásicas de Sonic. Los jugadores pueden elegir, en principio, entre cuatro personajes icónicos: Sonic, Tails, Knuckles y Amy Rose, cada uno, como no podía ser de otra manera en los tiempos que corren, cuenta con habilidades únicas que añaden una capa extra de estrategia y diversión al juego.

Desde el primer momento de Sonic Superstars, el juego busca capturar nuestra atención con sus gráficos vibrantes y bien diseñados. La transición a la nueva generación de consolas ha permitido una mejora significativa en la calidad gráfica, lo que se traduce en un juego visualmente atractivo, repleto de detalles y que se mueve a toda velocidad ante nuestros ojos. Los niveles están bien construidos, con una excelente atención a cada recoveco para hacer de la exploración algo tan interesante como la simple superación de cada nivel. Los fondos también son ricos y detallados, y los personajes y enemigos están animados con sumo cariño, lo que añade una sensación de vida y energía al juego.

En la piel de la mancha azul

La jugabilidad en Sonic Superstars es una reminiscencia agradable de los juegos clásicos de Sonic, pero añadiéndole un profundo toque moderno. A los típicos saltos y acelerones, se incorpora una funcionalidad cooperativa a pantalla partida para hasta cuatro jugadores al mismo tiempo, lo que lo convierte en una opción ideal para disfrutar en compañía. Sin embargo, no todo es perfecto.

Y es que para empezar la cámara no ayuda demasiado cuando hay varios jugadores, sin saber muy bien cómo seguir la acción y todo lo que pasa en pantalla. De hecho este pequeño problema con la cámara también aparece jugando solo, al situarse demasiado cerca de la acción, sin dejarnos anticipar los obstáculos que Sonic Superstars pone en nuestro camino. Tanto es así que en ocasiones sentiremos que el juego a veces nos hace trampa, haciéndonos acelerar a tope, solo para poner un obstáculo delante de nosotros que dificilmente vamos a poder esquivar. 

Por otro lado está el diseño de niveles, que es otro de los puntos fuertes de Sonic Superstars. Todas las zonas son nuevas, y no reciclan viejos niveles aunque haya reminiscencias aquí y allá, y además hay emplazamientos completamente originales para la ocasión, con lo que la sensación de jugar a algo nuevo que presta homenaje a lo viejo se remarca. Los niveles son variados y desafiantes, siempre con múltiples rutas, e infinidad de secretos por descubrir (monedas, fases de bonus por doquier y, por supuesto, las esmeraldas del caos). Esto fomenta la exploración y añade una capa adicional de profundidad al juego, aunque el citado problema de cercanía de la cámara creará algo de frustración y empañará el trabajo en esta parcela de Sonic Superstars, a lo que hay que añadir el abuso de los automátismos al avanzar, que resultan espectaculares, pero poco ‘interactivos’. 

Otro elemento a tener en cuenta es la aparición de habilidades especiales y únicas para esta entrega que conseguiremos al obtener las esmeraldas en su respectiva fase de bonus especial. Sobre el papel suena genial, pero en la práctica estos poderes no se usan tanto como nos gustaría, resultando poco naturales y, por tanto, quedando relegados a ciertos momentos o enfrentamientos. 

Con el mando en las manos

Donde no hay pegas es en la respuesta de los controles, que es precisa y fluida, lo cual es crucial para un juego como Sonic Superstars, que se basa en la velocidad y la precisión. Arzest ha tomado la inercia y movimientos de títulos como Sonic Mania, y los ha traído a este universo tridimensional de la mejor manera posible, haciendo que sintamos que estamos ante un Sonic desde el primer momento. Sin embargo, es cierto que el juego puede sentirse en ocasiones un poco lento en comparación con otros títulos de nuestro querido erizo azul.

Para terminar de hablar de la parte jugable, quedaría detallar la dificultad, que es un tanto desigual. Por una parte están los niveles ‘normales’, donde encontramos el citado problema de cámaras. Sin embargo más allá de esto Sonic Superstars es muy disfrutable y está bien ajustado, permitiendo que completemos la campaña en unas 6 horas de juego, pero añadiendo altos niveles de rejugabilidad, al invitar a acabar el juego con cada personaje protagonista. Incluso en los enemigos finales disfrutaremos de un reto a la altura de las circunstancias, con ‘malos’ con distintas evoluciones y diferentes mecánicas que memorizar. Eso sí, también es verdad que el juego hace poco por explicarse para los novatos, que tendrán que ir pillando los vericuetos jugables de Sonic Superstars casi al vuelo. 

En cuanto a la música y el sonido, Sonic Superstars no decepciona. La banda sonora es enérgica y complementa la acción en pantalla, manteniendo los niveles de adrenalina  mientras nos abrimos paso a través de los desafiantes niveles del juego. Los efectos de sonido son igualmente satisfactorios, capturando la esencia de los juegos de Sonic de la vieja escuela.

En definitiva...

Sonic Superstars es un homenaje digno a las raíces de la franquicia, con suficientes elementos modernos para atraer a los jugadores jóvenes, mientras que a la vez sabe mantener a los veteranos satisfechos. Aunque no está exento de fallos, el juego ofrece una experiencia nostálgica y divertida que seguramente llenará el corazoncito azul de los que somos fans de Sonic. Con Sonic Superstars, Sega ha conseguido traer de vuelta la magia del pasado, aunque necesitar algunos ajustes para mejorar la experiencia en el futuro.