Analizar un juego muy denso y largo es muy complicado: muchas cosas de qué hablar, secundarias, diferentes zonas del mapa… etc. Fort Solis es todo lo contrario, es un juego bastante complicado de analizar, simplemente porque es todo lo contrario a un juego denso y tiene bastante poca “chicha”. De hecho, está más cerca de ser una película interactiva que un juego.
Fort Solis comienza con Jack y Jessica en Marte, en un día aparentemente tranquilo. Manejamos a Jack, cuyas vacaciones empiezan justo al día siguiente. Durante esta tranquila jornada se recibe una alerta de una base cercana: Fort Solis. Es de noche y hay tormenta, así que lo más probable es que se trate de una falsa alarma… pero como la base está cerca pues mejor acercarse a echar un ojo para empezar las vacaciones tranquilo. Estos primeros instantes sirven para meternos de lleno en el juego e ir viendo las mecánicas del mismo, además de presentarnos al planeta Marte. Por supuesto, la base Fort Solis oculta más de lo que parecía en un inicio… y es justo lo que nos toca descubrir.
Ya en el inicio podemos ver que en Fort Solis la jugabilidad es bastante limitada. Hay que tener en cuenta, además, que el movimiento del personaje es muy, muy lento, casi desesperante en ocasiones, y no hay opción a moverse más rápido (creedme, he tocado todos los botones del mando en varias ocasiones no buscando un botón de correr, sino simplemente poder andar a ritmo “normal”). La interacción con el escenario se reduce a unas pocas acciones ya establecidas que, además, están marcadas en el escenario. Cada vez que entremos a una nueva sala o a un nuevo escenario veremos marcados con unos círculos los puntos sobre los que podemos interactuar, incluso si estamos en medio de una tormenta en el exterior. Las acciones, por lo general, se reducen a pulsar un botón, si bien en alguna ocasión tendremos algunos eventos QTE bastante básicos o “minijuegos” (como pulsar un botón para beber una cerveza) que intentan aportar algo de variedad. Más allá de eso… hay poco que hacer, la verdad. Simplemente avanzar en la historia. De hecho, hemos visto algunos QTE en secuencias de vídeo, pero que no penalizan en absoluto si se fallan, ya que el desarrollo de la historia será el mismo.
El propio estudio define a Fort Solis como una experiencia cinematográfica, así que se puede entender que la jugabilidad sea algo secundario, siempre que la historia esté a la altura claro está. Pues… bueno, vamos a ello. La historia de Fort Solis se desarrolla principalmente gracias a la exploración del entorno, una de las (pocas) acciones que podemos hacer, es obtener audios, vídeos, documentos y correos y es aquí dónde vamos entendiendo poco a poco lo sucedido y ganando interés en avanzar y saber más. Además, tenemos algunos coleccionables más como pósters. El problema es que la historia va perdiendo fuelle poco a poco, y estaremos gran parte del juego esperando un “algo” que nunca llega a suceder del todo durante los 4 capítulos que abarca del juego y que dan para 3-4 horas de juego. Esto, para un juego que se basa casi completamente en su narrativa es una mala, malísima noticia, ya que nos quedamos sin poder destacar como positivo su jugabilidad y tampoco su historia. Ni siquiera el final es capaz de hacernos saltar de la silla y confirma que el juego va muy de más a menos.
Fort Solis está disponible en PC y PlayStation 5 (de momento solo digital, aunque en octubre tendremos versión física en PlayStation 5), lo que, sumado al uso de Unreal Engine 5 nos lleva a pensar en una experiencia de nueva generación y, ahora sí, no está lejos de conseguirlo. El apartado técnico de Fort Solis raya a buen nivel, con unos escenarios detallados y que entran bien por los ojos, principalmente por el buen uso de la iluminación. Las animaciones faciales son bastante creíbles (las disfrutaremos principalmente en los vídeo grabados que iremos encontramos) y los modelados cumplen sobradamente. En PlayStation 5 viene con dos modos gráficos: el clásico modo que sacrifica resolución y apuesta por los 60 fps y un modo calidad a 30fps, pero a resolución 4K. Es algo muy personal, pero aún siendo muy fanático de una mejor tasa de imágenes, apostaría por el modo calidad, ya que se siente menos borroso y el juego no necesita 60fps mientras nos paseamos por Marte.
Me cuesta tener una conclusión sobre Fort Solis, pero seguramente estaría más cerca de la decepción. Los primeros vídeos me vendieron un título divertido con una buena historia y una jugabilidad decente, algo tipo Deliver Us The Moon, pero finalmente se ha quedado muy lejos de las expectativas. Ante una historia que no acaba de enganchar, uno podría esperar una jugabilidad deslumbrante o un “algo” que haga que el jugador no desee que el juego termine. Pero cuando un juego de unas 3-4 horas se llega a hacer largo, es que hay varias cosas que no funcionan bien.