En 2019 tuve la oportunidad de disfrutar de Gylt, algo que no demasiada gente pudo hacer en aquel momento. Y es que el título de la desarrolladora madrileña Tequila Works, los responsables del genial Rime, firmaron con este desarrollo el primer videojuego exclusivo para Stadia, la plataforma de videojuegos de Google. Ahora que Google Stadia ha pasado a mejor vida, el título ve la luz para el gran público en plataformas mucho más populares: ya está disponible para Xbox Series, Xbox One, PS5, PS4 y PC (a través de Steam y GOG).
No escribimos un análisis en su lanzamiento, pero si que tuvimos ocasión de hablar del juego con Raúl Rubio, CEO de Tequila Works, durante el Fun&Serious Game Festival de 2019. Allí nos contó muchas cosas sobre Gylt y su sorprendente lanzamiento en exclusiva en la plataforma de juego de Google. Os dejamos aquí mismo la entrevista que, ahora, vuelve a estar de rabiosa actualidad:
Gylt es un delicioso título de terror, pero con ese toque de terror delicado de las películas de animación estilo Tim Burton. Es decir, que hay sustos, una atmósfera de misterio y oscuridad con algunos bichos de aspecto desagradable, pero se trata de un terror ‘delicado’ que hasta un niño podría soportar (el juego está calificado como apto para mayores de 12 años). Con esto queremos decir que no vas a pasarlo mal como si estuvieras jugando a Silent Hill, pero que es ideal si te encanta el misterio, lo paranormal y las ambientaciones fantasmagóricas.
Con esta ambientación de fondo y un fantástico apartado gráfico que recuerda, de nuevo, a una película de animación, el juego nos pone en la piel de una niña de 11 años llamada Sally, que vive en un pequeño pueblo minero llamado Bethelwood. La prima de Sally, Emily, ha desaparecido sin dejar rastro y mientras la mayoría de los habitantes del pequeño pueblo la ha dejado de buscar, la pequeña no parará hasta dar con ella. Pero su búsqueda la transporta a una extraña y oscura versión de Bethelwood, donde todos han desaparecido y el pueblo está repleto de horribles criaturas. Su valor, su ingenio y el dominio del sigilo y unas cuantas herramientas a su favor, la ayudarán a seguir adelante y descubrir el paradero de Emily y un oscuro secreto demasiado oculto.
La historia que nos narra Gylt, lo descubrimos en los primeros compases del juego, supone una profunda reflexión sobre el acoso escolar, la ansiedad y la superación personal, contado con una excelente dirección artística y un sobresaliente doblaje en castellano (también en inglés). El juego combina momentos de exploración, resolución de puzles y sigilo, mucho sigilo, aunque a veces también protagonizaremos algunos combates (sobre todo de ingenio) contra las extrañas criaturas que acechan en las calles de este pequeño pueblo de Maine y en los pasillos de su escuela, de su teatro o de su salón de máquinas arcade, entre otros escenarios.
Sally podrá usar distintos objetos, como una linterna para iluminar su camino y ahuyentar o llamar la atención de los enemigos, y unos útiles inhaladores para su problema con el asma que irá encontrando por los escenarios y que serán los que le permitan recuperar la salud. También hay una gran cantidad de objetos coleccionables ocultos, como los libros, que son los que nos irán desvelando los detalles de la historia, así como las circunstancias de muchos de los habitantes de la pequeña ciudad. Unos habitantes que han sabido ocultar muchos y muy oscuros secretos.
Pero el bullying es el centro de la trama y eso queda claro en cada horripilante escena que nos encontramos en las aulas y pasillos de la Escuela Bachman (Richard Bachman fue el primer pseudónimo de Stephen King y que la escuela lleve su nombre y el pueblo ficticio se sitúe en Maine no es una casualidad, claro que no). Las extrañas y peligrosas criaturas que pueblan la escuela, y el resto del pueblo, representan el terror y la violencia, no siempre física, que ejercen los abusadores y todos los que normalizan estos comportamientos.
Pero, más allá de estos monstruos de aspecto tan aterrador, es mucho más terrorífico todo lo que encontramos sobre el acoso escolar en nuestros paseos explorando la ciudad, su escuela, el teatro, los recreativos y demás escenarios: notas de auxilio y desesperación escritas por quienes lo sufren, dibujos en las pizarras ridiculizando a las víctimas, las risas de todos los que asisten a los episodios de violencia sin hacer nada… La dirección artística del juego y su acertado diseño hace que se nos pongan los pelos de punta, pero no precisamente por el ambiente fantasmal o monstruoso, sino por todo lo que, lamentablemente, es tan real.
En el plano jugable, manejamos a Sally en una perspectiva en tercera persona y tendremos que explorar a conciencia mientras le damos al coco para resolver puzles, sortear enemigos y abrir puertas para continuar con nuestra búsqueda. Como ya hemos dicho, a veces tendremos que enfrentarnos a los monstruos (la mayoría de las veces utilizaremos el entorno y el sigilo para sortearlos) pero estos combates no son directos, ya que no tenemos nada que hacer contra ellos ni tenemos ningún tipo de arma, pero si podemos utilizar herramientas y objetos del entorno para deshacernos de ellos: como el agua y las corrientes eléctricas, muy peligrosas cuando se combinan.
Gylt es un juego que destaca por su fantástica atmósfera y su mensaje, pero a muchos jugadores puede parecerles una experiencia un tanto corta (puede durar unas 6 horas) y con una dificultad algo baja (sus desarrolladores querían llegar a la mayor cantidad de jugadores posibles, para conseguir que su mensaje cale en jugadores más jóvenes y acercar el género también a nuevos jugadores). El apartado gráfico puede quedarse algo corto para algunos usuarios de las plataformas de nueva generación, pero hay que tener en cuenta que es un título de hace cuatro años, diseñado para funcionar en el nube de Google sin demasiadas exigencias. Pero insistimos en que la experiencia está muy bien diseñada, su atmósfera es genial y el apartado artístico es notable.
La oportunidad ideal para que todo el mundo pueda disfrutar de la fantástica historia y la experiencia jugable de Gylt, un título de los siempre acertados Tequila Works, que llega con cuatro años de retraso a todas las plataformas actuales (excepto Switch).