Lejos quedan los años en los que los shooters de naves, o "juegos de disparos" como los "castellanizábamos" estaban a la orden del día y eran un género respetado y venerado. Hoy día se han convertido, por el propio devenir de la industria, en un género casi de nicho entre los aficionados a este hermoso arte. A pesar de tratarse de un género que ha pasado a un claro segundo plano, no menos cierto es que hemos tenido la oportunidad de disfrutar de enormes exponentes en los últimos años, entre los que me gustaría destacar el Sine Mora o el propio R-Type Final 2, predecesor del título que hoy te ha llevado a leer estas líneas.
No me tiembla el pulso al admitir que R-Type es, de lejos, mi saga favorita de los shooters de naves de disposición horizontal o scroll lateral. Rara es la ocasión en la que cuando tengo oportunidad de jugar en una de las múltiples opciones de maquinitas retro, no termino muriendo en uno de los primeros títulos de esta popular y longeva saga. Este motivo me lleva a acercarme a cada nuevo lanzamiento con miedo y cierto recelo, con el temor de que las nuevas iteraciones puedan dañar mi recuerdo.
En esta ocasión tenemos la oportunidad de dar la bienvenida a R-Type Final 3 Evolved que nos llega de las manos de Granzella, que, con la participación de antiguos miembros de Irem, ha querido expandir y continuar la anterior versión de esta saga. R-Type Final 3 Evolved no es un título nuevo e independiente, sino una continuación que llega hasta tal punto, que el propio sistema nos ofrece la posibilidad de importar los datos guardados de la anterior versión.
La nueva continuación del clásico shooter de Irem se ha mantenido fiel a las bases que siempre han definido a la serie. Los niveles se desarrollan en un escenario de scroll lateral. No faltarán multitud de jefazos finales a los que enfrentarse, batallas que podremos desempeñar acompañados por la siempre carismática e icónica "bola", o force, que se acopla a nuestra nave. Acompañando a nuestra bola, los distintos power-ups nos seguirán permitiendo aumentar las posibilidades de ataque de nuestra nave, con disparos múltiples, bombas, láser y toda clase de maravillas de luz explosión y daño. Así, el corazón y alma de esta saga se sigue respetando, que no es poco.
La versión actualizada de R-Type Final Evolved nos ofrece una amplia selección de naves con diferentes características, armamento y opciones de personalización. A nivel técnico incluye un vistoso acabado gráfico en 3D elaborado con Unreal Engine 5, que personalmente, no me acaba de entusiasmar. Atrás, muy atrás, quedó el aspecto pixel art, para seguir por esta vía gráfica, que si bien es muy visual -especial mención a los efectos de luz- no deja de estar un peldaño por debajo de la magnificencia que ofrecía el pixel y que sigo añorando para esta querida saga. Mención destacaba a sus efectos sonoros y acertadas melodías que acompañarán nuestras incursiones.
Aunque R-Type Final 3 Evolved se basa en su predecesor, el equipo de Granzella ha agregado numerosas innovaciones para hacerlo único. Por ejemplo, el creador del juego, Kazuma Kujo, ha añadido siete nuevas fases además de las del título original, así como las que formaron parte del DLC Stage Pass 1, sumando un total de más de veinte niveles, con distintos niveles de dificultad, lo que es impresionante para un shooter de este tipo.
El respetado repertorio de niveles viene acompañado por las numerosas aeronaves que nos permitirán surcar los cielos extraterrestres. Más de cien modelos desbloqueables, con multitud de Forces (¿por qué no seguir llamándolo "bola"?) que nos permitirán personalizar nuestra nave, escogiendo color, apariencia, etc.
Además el clásico modo individual R-Type Final 3 Evolved nos ofrece un modo multijudador en linea, el modo Competición, que nos permitirá luchar por mejorar nuestras puntuaciones y alcanzar los mejores hitos mundiales, con Rankings en red. Además, dispondremos de salas para interaccionar con otros jugadores y participar en determinados minijuegos.
Vamos cerrando, concluyendo que este R-Type Final 3 Evolved, aun siendo continuista y carente de grandes sorpresas, gustará a los amantes del género con un título que se disfruta y que permite mantener vivo un género que, a día de hoy, aún tiene una respetable legión de seguidores.