Análisis de Terra Nil, la gentileza hecha juego
Terra Nil es un juego de estrategia muy peculiar con un fabuloso mensaje ecologista y que anima a luchar por el Planeta
Combate la contaminación y sus efectos devastadores, planta, reforesta y consigue un futuro verde y sostenible
Matar, matar y matar, últimamente los juegos nada más que van de lo mismo -en realidad hay muchos que no, pero con algo tenemos que darle pie a esto-. Se esconden en argumentos tediosos, que si megacorporaciones malvadas, dioses cabreados, niños rebeldes, vendettas, etc.…todo para tener la excusa de matar a todo lo que se mueva por el bien del entretenimiento. Pero ¿cómo se queda el mundo después de la devastación? ¿Quién se pone a recoger cadáveres, replantar árboles y devolver a la naturaleza un poco a su sitio?
La respuesta la tiene Terra Nil, un título desarrollado por Free Lives, creadores de otros juegos como Broforce, Gorn o Genital Jousting, este último siendo un party game muy divertido, una auténtica orgía de diversión. Volviendo a lo que toca, Terra Nil es un juego de estrategia poco habitual, nuestro trabajo será “derrotar” a la contaminación y replantar todo un ecosistema. Está disponible en Android, IOS y en PC en varias plataformas, nosotros lo hemos jugado en Steam.
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Limpiar y reciclar
Terra Nil es un juego gentil, un título donde la cosa no va ni de matar ni de morir, donde no hay prisa por nada y si te equivocas puedes o volver atrás o repetir la fase que estes jugando. No hay presión, solo tranquilidad. Empezamos en uno de los ecosistemas dañados, hay 8 en el juego, 4 de ellos son evoluciones de los otros que se desbloquean después de completarlos. Dependiendo del ecosistema tendremos diferentes máquinas, flora y fauna, pero lo primero y más importante siempre es conseguir energía limpia. Lo siguiente es limpiar el suelo, la costa o modificarlos para hacerlos habitables. A partir de ahí todo es hacer crecer la hierba, luego generar bosques, manglares y todo tipo de vida vegetal para luego atraer diferentes especies de animales a esas zonas. Sin embargo, la fase más importante es abandonar el ecosistema, limpiar toda la maquinaria que hemos construido y dejarla lista para que se regule sola.
Para lograr todo esto solo tenemos un recurso que reponemos según vamos limpiando el ambiente y haciendo crecer hierba, flores y demás flora. Es un recurso que se nos limita dependiendo del nivel de dificultad, pero del que no hay que preocuparse apenas, no porque no sea difícil de conseguir, sino porque podemos reiniciar las fases de reconstrucción cuando queramos y cuando el ecosistema se empieza equilibrar, y a llover, ya no nos va a hacer falta volver a estar atento a eso. Lo que si nos lo pone más difícil en Terra Nil es la ubicación de determinadas máquinas que solo se pueden colocar en sitios específicos como rocas, tenemos métodos para crear nuevas o incluso recolocarlas, si avanzamos lo suficiente, sin embargo, en los compases intermedios de la reconstrucción pueden ser un problema si no tenemos donde apoyar este tipo de herramientas.
Un juego relajante sin pretensiones
Del argumento de Terra Nil no hay mucho que decir, más que nada porque no hay, solo se nos avisa al inicio que hay una nave pululando por ahí con semillas y un libro sobre como reconstruir un ecosistema y que podemos usarlo para eso mismo. Además de que nos aseguremos de volver a lanzarlo junto a una copia del libro. Todo lo demás es un mundo deshabitado y lleno de contaminación, mugre y ciudades inundadas.
Terra Nil es un título que busca entretener y pasar horas de relajación, su tiempo de juego ronda las 12 horas, sin embargo, se puede revisitar cuantas veces se quiera para volver a rehabilitar ciertos ecosistemas. Esto se debe a que la generación de mapas es procedural, por lo que no rehabilitaremos dos veces el mismo mapa y al cambiar la composición del terreno los pasos a seguir pueden variar.
A esto hay que añadirle que cada ecosistema tiene unas características específicas que podemos lograr o no, podemos rehabilitar una zona sin haber conseguido desbloquear toda la fauna o sin haber conseguido todas las características de ese ecosistema concreto. Esta parte es la más importante en Terra Nil, pues es la que nos desbloqueará el porcentaje total de reconstrucción del planeta.
De postal si somos capaces
Valorar el apartado estético del título de Free Lives se hace complicado, o sea los mapas reconstruidos son preciosos, los diseños de la flora, la fauna, tanto terrestre como marina es brutal y el conjunto nos puede llegar a dejar una postal muy bonita. Sin embargo, aquí está el problema, somos nosotros mismos los que organizamos el mapa, los que decidimos donde va cada planta y cada coral, al fin y al cabo los que diseñamos como queda al final nuestro ecosistema. Esto da como resultado que lo que podría ser una bonita postal acabe como una amalgama incongruente de formas de vida vegetales completamente inconexos.
Lo que sí podemos darle a Terra Nil es una banda sonora muy simple pero efectiva para el tipo de juego que nos presenta, música muy relajante y sin pretensiones, sin ningún sobresalto y que invita a seguir jugando.
En cuanto al apartado técnico no hemos tenido ningún problema más allá de algún bug gráfico sin mayor complicación y sin afectar a la partida.
En definitiva...
Terra Nil es un título donde solo tenemos que dedicarnos a reconstruir ecosistemas y donde el paso más importante no es la reconstrucción es irnos sin que quede rastro alguno de nuestra presencia. Un juego gentil donde podemos pasar horas escuchando música relajante mientras pensamos como atraer leones marinos a la costa, como usar el sistema de vías para llevar corales a la playa o como quitar esa máquina que pusimos en una esquina y que ahora no tenemos posibilidad alguna de quitar porque está en la esquina inaccesible.