Hay videojuegos que marcan un antes y un después en el género, otros que abordan temas y emociones de los que muchos jugadores se sienten identificados y luego otros que guardan recuerdos imborrables. Este es el caso que produce en el que os escribe GoldenEye 007, lanzado en Nintendo 64 en el año 1997 y que llegó a mis manos por casualidad gracias a mi padre y una visita inesperada de Super Mario a mi casa de campo. Lo que suponía en mi mente ser un shooter más como podría serlo Turok, Duke Nukem o Quake, se tornó en algo totalmente distinto gracias a la mano de Rare.
Los más cinéfilos del lugar recordarán la llegada de la película GoldenEye a los cines en el año 1996 con el debut de Pierce Brosnan como el agente 007, proporcionando un Bond sarcástico, divertido y sobre todo con todo lo que hay que tener para enfrentarse a todo tipo de amenazas. Con GoldenEye, El mañana nunca muere, El mundo nunca es suficiente y Muere otro día, se tuvo James Bond para rato y con una visión totalmente distinta que posteriormente sería heredada por Daniel Craig. Volviendo con GoldenEye 007, Rare fue el estudio encargado en ponerse manos a la obra con el shooter basado en la película, trayendo un concepto que revolucionaría posteriormente el género y que además traería uno de los multijugadores más divertidos de Nintendo 64. Más dos décadas después ha vuelto en forma de remasterización a Xbox Series y Xbox One y en el servicio de distribución de Nintendo Switch, con diversas mejoras y muchos recuerdos.
Pero pongámonos en situación. GoldenEye 007 nos transporta a Rusia donde Bond y su compañero Alec Trevelian, conocido en el MI6 como el agente 006, se internan en el país para hacer frente a una nueva amenaza. Tras la investigación dentro de unos laboratorios y el intento de boicot a estos, el coronel Ourumov acabará con la vida de su compañero y cumplido su misión. Meses después, será enviado de nuevo al país para investigar el robo de un helicóptero considerado como una de las armas más potentes del mundo y del GoldenEye, un dispositivo conectado a través de un satélite espacial capaz de arrasar cualquier ciudad a su paso. Toda esta operación se encuentra liderada por el malvado Jano, quien junto a Ouromov y Xenia forman una triada de asesinos de lo más peligrosa. Es el momento de que el agente 007 junto a Natalia investiguen todo este entramado y salvar al mundo una vez más.
La estructura de Goldeneye 007 se divide en un total de 18 niveles que jugar en tres dificultades, estas además de ofrecer un mayor desafío en cuanto al acierto enemigo conforme más ascendente sea, suma más objetivos a tu misión. Jugando las fases como agente, la más sencilla de todas, únicamente se resumirá en acabar con todos los enemigos que surjan a tu paso y apostar por una linealidad mientras se resuelven los objetivos. Si optamos por subir un poco más esta tendremos la presencia de un acierto del enemigo mayor y no sólo eso, sino que sus impactos generarán un daño superior al agente 007. Por otra parte, se suman más objetivos que cumplir en los niveles y que conllevará explorar de una forma más profunda los mapeados. Además, estas misiones no son tan sencillas como podemos pensar, dado que supondrán escoltar a personajes concretos, eliminar al enemigo o boicotear comunicaciones entre muchos otros. Una vez superadas ambas dificultades darán acceso a dos niveles extra a la aventura.
En el plano jugable hemos de saber que nos encontramos ante un juego lanzado en la segunda parte de la década de los noventa y remasterizado en cuanto a estética, por lo que sus mecánicas son diferentes a las que estamos acostumbrados hoy en día. No esperéis sistema de coberturas, correr a gran velocidad o avanzados sistemas de apuntado. Estamos ante lo que Rare impulsó en su momento y que posteriormente generaría lo que hoy conocemos como los FPS. Una de los aspectos más chocantes es su sistema de apuntado, el cual dirigirá directamente el arma al enemigo, facilitando en gran medida ejecutar los disparos. Esto en ciertos momentos es una gran ayuda, pero también cobra desventajas cuando se acumula un gran nivel, llegando a ser confuso y apuntando a los huecos que generan entre estos. Para solucionarlo tenemos un sistema de mira con el que apuntar estando parados y hacer llegar los disparos de una forma más sencilla. Una de las mejoras que hemos notado en la versión de las consolas de Microsoft es que esta se encuentra fija y permitiendo desplazar la cámara de una forma más sencilla.
El armamento del que dispone el protagonista durante la aventura es muy variado, pasando desde pistolas de todo tipo de calibre con y sin silenciador, hasta escopetas, ametralladoras o un lanzacohetes. Todas estas podemos encontrarlas en el suelo del escenario o que se dejan caer por el enemigo nada más ser alcanzados por nuestros disparos. A medida que se recopilen repetidas se irá sumando más munición, llegando a tener en muchos momentos la munición suficiente para salir indemnes prácticamente de cualquier situación. Debemos destacar otras que se utilizarán puntualmente como son las minas explosivas que son controladas por el reloj del agente 007, todo un artilugio que oculta infinidad de trucos.
Como bien decíamos anteriormente, las fases apuestan por una linealidad en la que en todo momento se inician en un punto A y tienen que concluirse en el B, eso sí, teniendo que cumplir una serie de objetivos durante el camino. Pero eso no indica que debamos ir en línea recta o tener desvíos contados para llegar al final de la misión, sino que oculta muchas habitaciones o estancias que visitar, con multitud de objetos interactivos y asimismo personajes que conocer. Hay diálogos que resultan importantes con estos, que, a pesar de no disponer de ningún tipo de doblaje, informan sobre detalles de la historia o los objetivos que quedan pendientes de cumplir.
Si por algo destacó Goldeneye 007 en su momento fue por proporcionar uno de los modos multijugador más divertidos y competitivos de la época. A pantalla partida y con cuatro jugadores se tendrá la oportunidad de enfrascarse en auténticas y encarnizadas batallas con amigos. Una de las ventajas de la versión de Nintendo Switch es que incorpora un modo online donde se moderniza este aspecto. Por otro lado, confirmamos que no han perdido ni un ápice de la diversión que transmitían en su momento, incorporando múltiples elementos de personalización en cuanto a armamento, escenarios, reglas y mods.
La miga de las novedades llega en lo que respecta a su remasterización, siendo en forma de imagen y sonido. La que más destaca es la correspondiente a su aspecto gráfico, proporcionando resolución panorámica dinámica que cambiará a 4:3 cuando interactuemos en varios de los menús y volverá a 16:9 en plena misión. Los gráficos han sido sometidos a un lavado de cara donde se han pulido las figuras poligonales, aunque esto hace que se muestren en mayor medida algunos de sus defectos como los desfasados rostros que lucen los personajes. También haremos mención a las animaciones, siendo algo 'ortopédicas' en algunos de sus movimientos, pero siendo totalmente comprensible tratándose de un juego de la segunda mitad de la década de los noventa. También se aprecian algunos errores técnicos como desaparición de texturas, mayor presencia de popping al haber eliminado el efecto de niebla en los escenarios o clipping, haciendo que los enemigos atraviesen paredes en los momentos más insospechados. Esto son cosas que puedan parecer extrañas en un juego de la actual generación, y lo son, pero también eran pequeños "trucos" que la desarrolladora utilizaba para ahorrar memoria y hacer que un título de esta envergadura pudiera caber en un cartucho.
Esto es algo que también afecta a su banda sonora, teniendo instrumentaciones magistrales y dignas de la película. Estas introducen de lleno en los niveles y plasmando el misterio, intensidad y emoción de las escenas. Algo que muchos jugadores notarán es la desaparición de algunos canales de audio en estos temas, es algo que ha tenido que realizarse dada la complejidad en cuanto a la emulación del título, algo que únicamente será percibido por los más veteranos. Sus efectos sonoros como disparos o sonidos que emiten los personajes al sufrir disparos son sacados directamente de la película.
Goldeneye 007 ha vuelto en forma de remasterización con un título que cumple en lo jugable y que al ser trasladado íntegramente desde Nintendo 64 trae un aspecto técnico con errores gráficos que resultan desfasados, pero creemos que esto no resta lo verdaderamente importante, estar ante un pionero en el género. Juega con el factor nostálgico y eso es algo de agradecer, ya que los videojuegos no solo consisten en entretener al jugador sino trasladarlos también a épocas y recuerdos. Un trabajo notable por parte de Rare, Code Mystics y un eterno agradecimiento a mi padre, ya que gracias a él y transmitirme su pasión por los videojuegos y el cine, puedo continuar su legado hablando de este apasionante mundo y hacerlo llegar a más gente. Papá, este análisis va por ti.