Dropsy es una aventura gráfica clásica, de point and click, que se lanzó hace ya siete años, en 2015, pero que hasta ahora sólo estaba disponible para PC en Steam. Ahora, este juego creado por el desarrollador independiente Jay Tholen y editado por Devolver Digital ha llegado a Nintendo Switch. Y, como no lo hicimos en su momento, hemos querido probarlo y escribir nuestro análisis de este fabuloso juego.
Y es que Dropsy es una aventura point and click muy clásica en su planteamiento y gameplay, pero muy original y muy poco tradicional en todo lo demás. Dropsy es un payaso de aspecto terrorífico pero que tiene un enorme corazón y que lo único que le interesa es hacer felices a los demás. Eso, y dar abrazos, muchos abrazos, todo el tiempo. Todo con un genial apartado artístico, unos gráficos muy peculiares y unos escenarios de mundo abierto que permiten explorar la aventura a nuestro ritmo y siguiendo nuestro propio camino para superar su aventura.
El principal problema de Dropsy es que, como ya hemos dicho, no es muy agraciado físicamente, de hecho, es un enorme payaso que lo único que inspira es terror, y eso ha hecho que no le sobren los amigos. Los humanos suelen huir de su presencia, así que cuenta con algunos animalillos como sus mejores colegas. Además, el circo familiar donde trabajaba sufrió un desgraciado accidente, un tremendo incendio que terminó con la muerte de mamá Dropsy y la consiguiente depresión de papá Dropsy.
Con estos mimbres comienza nuestra aventura en la piel de este payaso, un personaje con el que empatizaremos al instante y del que nos encariñaremos hasta soltar algunas lagrimillas a lo largo de la aventura. Una aventura gráfica de point and click en la que su desarrollador no se ha gastado un solo euro en traducir los textos a diferentes idiomas, y es que no hay ni un solo texto en todo el juego. Ni un solo menú, ni subtítulos, ni diálogos. Cuando los personajes se expresan en pantalla, lo hacen con unos bocadillos que muestran imágenes, símbolos… en realidad expresan ideas, con las que tenemos que averiguar cuáles son sus intenciones, sentimientos… qué es lo que necesitan.
Dropsy abandona el circo con la intención de llevar un regalo a la tumba de su madre, pero para ello tendrá que recorrer el mundo que lo rodea y conocer a un elenco de personajes peculiares. Como ya hemos dicho, la aventura no es lineal, sino que te permite llegar casi a cualquier rincón de su mapeado desde el principio, en el orden que prefieras, para explorar, recoger objetos e interactuar con toso los personajes secundarios y animalillos. Una ciudad, un bosque, un desierto, unas cuevas, un pantano, unas montañas… un montón de sitios para explorar.
Los diálogos (con pictogramas), los diferentes puzles y las distintas narrativas se pueden ir resolviendo y construyendo en el orden que elijamos, por lo que el transcurrir de la aventura será casi única para cada jugador. Dropsy puede guardarse objetos bajo sus pantalones y luego usarlos para resolver cualquier situación o puzle. En la mayoría de las ocasiones, la gente nos alejará de ellos (porque les asustamos) pero si sabemos qué quieren o necesitan y se lo conseguimos, conseguiremos que nos vean con otros ojos.
Dropsy tiene una acción para dar abrazos, a casi cualquier cosa que nos encontremos. Normalmente podemos abrazar a cualquier animalito que encontremos, a los árboles o a las rocas. En todos los casos Dropsy encuentra alivio y alegría al dar un abrazo y es que lo que más le gusta. En el caso de las personas, al principio serán reticentes, pero cuando nos los ganemos ayudándolos en cualquier tarea, nos darán un abrazo con gusto y eso les hará enormemente felices, y a Dropsy también.
Explorando, conociendo gente y haciendo felices a todos los que nos rodean, la historia nos irá desvelando algunos oscuros secretos del pasado de Dropsy. Resolviendo puzles, enigmas y diversas situaciones en las que tendremos que combinar objetos y visitar un montón de veces diferentes escenarios, Dropsy podrá vencer el mal y ganarse el corazón de la gente que le rodea. La exploración y la prueba y el error, como en las aventuras más clásicas, nos llevarán a completar una aventura que puede llegar a durar unas 4 o 5 horas. Y es que Dropsy tiene una historia principal, un objetivo, pero también decenas de misiones secundarias. No hace falta hablar con todo el mundo y resolver sus problemas para superar la aventura, pero si es recomendable hacerlo… sobre todo antes de que las secuencias finales nos bloqueen la vuelta a tras y ya no podamos hacerlo.
Esta nueva versión de Switch, adaptada a la pantalla táctil de la consola híbrida de Nintendo (aunque también puedes manejar en puntero con los joystick de la consola), también incluye añadidos a la versión original de 2015. Entre ellos, una misión adicional, una pequeña línea narrativa extra, y algunos nuevos puzles recién diseñados y llenos de abrazos. Todo en un juego que no es especialmente difícil, sino que solo necesita tiempo para resolver sus distintos puzles. Un ritmo pausado, acompañado de una genial banda sonora, que le viene muy bien a la historia y a la personalidad del propio Dropsy, del que es imposible no enamorarse.
Dropsy es una aventura que te gustará seguro si eres fan de los juegos point and click. Además, la fuerza de su personaje principal y la historia que nos cuenta sin necesidad de añadir una sola palabra en sus 4 horas de juego es encomiable. Los sentimientos que evoca, la empatía que nos provoca y esa mezcla tragicómica que personaliza el pobre payaso, tristeza y buen rollo al mismo tiempo, son sentimientos que provocan muy pocos videojuegos.
*Hemos realizado este análisis con un código de Dropsy para Nintendo Switch proporcionado por Devolver Digital.