Nintendo Switch se está desmarcado del catálogo de los videojuegos por motivos obvios. Por ofrecer algo completamente diferente en cada una de sus entregas, traer sagas o series caídas en el olvido u otras totalmente nuevas hasta la fecha. El juego del que os hablamos hoy hace hincapié un poco en las tres partes mencionadas anteriormente, ya que LIVE A LIVE a pesar de ser una perfecta desconocida en nuestro país tiene más de 25 años en su haber y trae algo muy innovador.
Nos remontamos al año 1994, cuando Squaresoft lanzó sin hacer demasiado ruido en Super Nintendo el videojuego LIVE A LIVE. Este causó impacto en aquellos aficionados al rol, sobre todo para los que son adeptos al de corte nipón. Este no era como lo visto anteriormente con un protagonista, historia, nudo y desenlace sino que presentaba un total de ocho tramas que se unen a través de un mismo hilo conductor. Todas estas unidas de una forma muy peculiar y es que estos ocho personajes basan su historia en diferentes épocas universales, trasladando a la prehistoria, el lejano oeste o un futuro distópico.
Ahora LIVE A LIVE ha regresado sin hacer mucho ruido a Nintendo Switch, representando uno de los lanzamientos del mes de julio y con el que Square Enix ha pretendido rescatar esta licencia uniéndola con su peculiar estilo artístico ya visto en entregas como Triangle Strategy. Debemos decirlo claramente, el juego nos ha sorprendido desde el primer momento ya que no sólo ofrece historias diferentes con cada personaje sino que además se exploran otro tipo de mecánicas, partiendo desde la prehistoria en la que todo se expresa por gestos y sonidos y pasando a otras etapas como la era medieval o el Edo japonés. Preparaos bien porque comienza un viaje temporal con mucha historia y contenidos.
Es muy complicado quedarse con uno de los ocho episodios ya que cada uno de ellos proporciona algo distintas, unas mecánicas de juego que exploran diferentes aspectos y personajes con los que más o menos se empatizarán. Una de las ventajas de LIVE A LIVE es que contamos con ocho juegos dentro de uno, si la historia de una etapa no nos termina de enganchar finalizará con el paso de las horas y comenzaremos con una nueva. Como bien dijimos anteriormente, recorreremos lugares como la China oriental, unas cavernas prehistóricas, el lejano Oeste o un futuro distópico. En algunos de estos se exploran mecánicas de RPG y rol tradicional mientras que en otras hay formas más sorprendentes y las cuales no desvelaremos para no arruinar la sorpresa.
Por poner un ejemplo, Masaru es la historia de un luchador y esta nos llevará a sumergirnos dentro del ring en combates uno contra uno. Pogo, un joven cavernícola de la prehistoria en la que quiere demostrar su valía ante los líderes de su comunidad o incluso Cube, que nos llevará al espacio en un futuro lejano donde una serie de peligros amenazan la continuidad de su misión. Ahora bien, cada uno de estos episodios tiene su miga y no consistirá en descubrir el final de la historia, sino que investigar, como en este caso, las artes marciales de Masaru o con Cube qué es lo que está ocurriendo. Con esto queremos decir que cada episodio es único, como un videojuego aparte con sus propias características y otras en común.
El sistema de combate es otro de sus aspectos a resaltar, ya que en estas se encuentra un componente táctico y con profundidad a través de un sistema de turnos. Aunque eso sí, en todo momento podremos movernos libremente por el escenario y lanzar un ataque que dependiendo del elegido tendrá un rango mayor o menor. Eso puede hacer que afecte únicamente a un enemigo a varios al mismo tiempo. Es por ello que no habrá que atacar sin más, sino desplazarse por el escenario y esperar el momento más adecuado para lanzarlo.
Otro de los estándares habituales es que el protagonista de cada aventura tiene un número de puntos de vitalidad limitados, por lo que si los pierde todos no perderá la vida, sino que se encontrará noqueado durante unos segundos. Este es el momento de utilizar un objeto curativo, pero eso sí, si vuelve a impactarse sobre él si que finalizará el combate. Este es un sistema que da una segunda oportunidad y facilita un poco más las cosas a los recién llegados. Sin salir de la tónica de rol clásica, se ganarán unos puntos de experiencia que mejorarán al personaje.
En cuanto a su aspecto técnico, hemos de mencionar que proyectos como Octopath Traveler y Triangle Strategy han resultado ser una auténtica inspiración para desarrollar el apartado gráfico de LIVE A LIVE. En Super Nintendo se utilizaron los sprites, algo típico de esa generación, y es algo que se ha incluido nuevamente aunque con las mejoras de la actual generación como la alta definición. Todas sus animaciones han sido realmente conseguidas y reproducidas a propósito para garantizar ese aire añejo y retro. Su banda sonora mezcla temas orquestados al mismo tiempo que otros haciendo uso del sintetizador, proporcionando un cóctel musical muy variado y notable.
LIVE A LIVE, como podéis ver, no es un juego de rol sino ocho títulos en uno. Cuenta multitud de historias, con personajes memorables y grandes momentos. Si que es cierto que no todas las tramas argumentales se mantienen al mismo nivel, siendo algunas mejores que otras, pero sí que proporcionan la suficiente duración para no aburrirse y cambiar de aires y de época. Su sistema de combate no es excesivamente complejo y es muy accesible. Uno de los puntos que pueden ser algo molestos para los no tan experimentados en RPG son los diálogos, en ocasiones hay demasiados y retrasa un poco la continuidad de la historia. Por el resto, LIVE A LIVE es un juego notable y con una propuesta interesante.
*Hemos realizado este análisis con un código de LIVE A LIVE para Nintendo Switch proporcionado por Nintendo.