Mojang Studios fue fundado en 2009 por Markus Persson, quién acompañado de un equipo muy reducido, logró sacar a la luz Minecraft. A pesar de su aparentemente sencilla propuesta, el sandbox terminó por convertirse en el juego más vendido de la historia con más de 200 millones de copias en todo el mundo. 11 años después llega una nueva propuesta en colaboración con Xbox Game Studios, bastante más sencilla y lineal, ambientada en el universo de Minecraft. Nos encontraremos con los mismos enemigos, tendremos armas y encantamientos similares y nos rodeará un aura de nostalgia al escuchar los efectos de sonidos típicos del juego.
Ya hemos completado Minecraft Dungeons, tras unas 5 horas de juego, y a continuación os contamos qué nos ha parecido esta propuesta. Recordamos que ya está disponible para adquirir y jugar en PC y consolas PS4, Xbox One y Nintendo Switch.
La historia de Minecraft Dungeons comienza cuando un aldeano aventurero encontró un misterioso “Orbe del Dominio” y cometió la temeridad de inspeccionarlo sin ningún cuidado. Como es de esperar, el gran poder retenido en ese artefacto surgió de repente, lo atrapó y lo convirtió en un “archimaldeano” cuyos planes pasaron a ser el control del mundo y de sus habitantes. Encarnando a un héroe o heroína, debemos hacer frente a todo su ejército de zombies, esqueletos, creepers, arañas y muchos más enemigos con tal de salvar el reino y hacer que la paz regrese.
A medida que avancemos en la aventura irán quedando desbloqueadas más y más localizaciones hasta un total de 11 mazmorras. A pesar de llevar esta denominación, no todas serán criptas subterráneas terroríficas, sino que encontraremos diversos parajes como montañas nevadas, pueblos, desiertos, bosques y más. Podremos seleccionar nuestra siguiente localización desde el Campamento, lugar en el que nos podemos preparar y mejorar el equipo de nuestro personaje antes de salir de aventuras hacia nuestro siguiente destino.
Todas estas localizaciones tienen nombres y referencias directas a diversos elementos de Minecraft. Por ejemplo: “El bosque de los creeper”, las “Minas de Redstone” o la “Costa calamar”. Aquellos jugadores que hayan disfrutado con anterioridad del título principal sabrán apreciar mucho mejor estos detalles, aunque no es necesario haber pasado previamente por Minecraft para disfrutar de Dungeons. De hecho, el ser muy fans del primero puede perjudicar a las expectativas que tengamos de este título que nos ocupa, ya que es mucho más sencillo y lineal respecto a toda la libertad que ofrece la obra original.
A medida que acabemos con enemigos, abramos cofres o nos pasemos cada uno de los niveles recibiremos botín diverso entre el que encontramos armas, armaduras e ítems especiales. Cada uno de ellos tiene unas características y habilidades pasivas distintas. Por ejemplo, la “armadura del cazador” nos otorga +30 de salud, +10 flechas por haz y +30% de daño a distancia, mientras que hay otras armaduras como la de “espeleólogo” que nos otorga un murciélago como mascota que puede herir a nuestros enemigos y ayudarnos en combate.
Con las armas ocurre algo parecido. Encontramos espadas, hachas, dagas, martillos, picos y demás y todo ello sirve únicamente para atacar y defendernos. En este punto creemos que podrían haber aprovechado para añadir una capa adicional de profundidad a las mecánicas del juego y, por ejemplo, destinar el uso del pico a extraer minerales para mejorar estas armas o usar los martillos para abrirnos paso a través de paredes de roca.
Nada de esto ocurre en Dungeons, sino que las mazmorras que encontramos son bastante lineales y normalmente tan solo disponen de un camino principal a seguir y algunos secundarios para encontrar con enemigos secretos, botín de mayor calidad y demás. Para mejorar las armas y armaduras podemos encantarlas, algo similar a lo que ocurre en Minecraft. Cada vez que subamos de nivel obtendremos un punto de encantamiento, que podemos usar en estos ítems de nuestro equipo para reducir el tiempo de enfriamiento, mejorar la defensa u otorgar el poder del fuego a una de nuestras espadas, por ejemplo.
Esto es algo interesante para que aprendamos a gestionar nuestros recursos y desechemos aquello que no necesitemos a cambio de esmeraldas, la moneda del juego. Esta tan solo puede ser utilizada para comprar “cofres sorpresa” en los campamentos y obtener botín aleatorio de distintas calidades. En general, este sistema es bastante sencillo y no nos costará dominarlo, ya que no hay ninguna mecánica de crafteo para la que necesitemos obtener materiales específicos.
En cuanto a los ítems especiales, podemos llevar hasta tres equipados y cada uno se centra en un tipo de ayuda distinta. Encontramos la habilidad de tornar nuestras flechas de fuego, el poder convocar a una llama para que nos ayude (escupiendo a nuestros enemigos), unas botas que nos aportan velocidad adicional temporal y el llamado “faro corrupto”, que acumula las almas de los monstruos que derrotemos y las podemos convertir en un poderoso rayo. A medida que superemos los distintos niveles obtendremos más y mejores objetos de estos tipos y podremos equipárnoslos como prefiramos para aumentar nuestro nivel de poder y las posibilidades de sobrevivir a las oleadas de enemigos a los que tendremos que hacer frente.
Hablando de estos, las criaturas enemigas que nos encontremos en las distintas mazmorras, hallaremos muchos de los seres típicos de Minecraft como los explosivos Creepers, las terroríficas arañas, los poderosos Enderman y otros muchos como Zombies, brujas, slimes, etc. En Dungeons se han incorporado nuevos tipos de enemigos y, sobre todo para los niveles de dificultad más elevados, deberemos tener una estratega específica para hacer frente a cada tipo de enemigo, ya que a algunos será mejor derrotarlos desde la distancia, mientras que a otros es recomendable ir directamente cuerpo a cuerpo.
En cuanto a los bosses, nos han decepcionado ligeramente ya que, si bien es cierto que algunos de ellos son bastante originales y tienen un sistema determinado para conseguir que caigan, hay otros que se repiten de un nivel a otro, mazmorras que podemos superar sin enfrentarnos a ningún jefe y demás. En general, nos supondrá un problema mayor el hacer frente a diversas oleadas de enemigos seguidas que el hacer caer a los bosses.
Minecraft Dungeons irá subiendo de dificultad a medida que avancemos a través de las 11 mazmorras. Hay hasta 6 niveles de dificultad en cada una de estas pantallas y podremos seleccionar cuál queremos en cada momento (menos algunas que están fijadas con un mínimo). Esto ofrece un nivel de rejugabilidad considerable y de reto personal para que cada jugador decida dónde poner sus barreras, ya que a pesar de que el nivel mínimo recomendado para adentrarnos en una mazmorra puede ser un 11, por ejemplo, si tenemos un 9 podemos tratar de superarlo igualmente. Así, obtendremos botín de mejor calidad y nos encontraremos con más enemigos de un poder superior.
En cuanto al modo cooperativo que nos ofrece el título, puede ser de hasta 4 jugadores, ya sea en modo local conectando diversos mandos al mismo PC o consola o bien en online. Cada uno llevará a un personaje diferente y tendrá su propio nivel y equipo. Por ello, si hay una gran diferencia entre el jugador que lleva la partida y sus acompañantes se acabará nivelando el reto al que nos enfrentemos en cada mazmorra. Aun así, por poner un ejemplo, tratamos de jugar en cooperativo el último nivel y fue todavía más complicado que el hacerlo en solitario, ya que a todos los peligros que contiene el lugar se le suma el de tener que revivir a nuestro compañero si cae y demás tareas. Independientemente de esto, resulta divertido el disfrutar de las diversas aventuras que propone el juego en compañía de amigos.
Gráficamente utiliza el mismo motor que Minecraft (o uno muy similar en su defecto). Por ello, no debemos esperar un portento gráfico sino un título sencillo que entra por los ojos por ser colorido y tener una iluminación cálida en muchas de sus escenas. La cámara que presenta es siempre desde una perspectiva elevada (plano picado) y algo alejada para permitirnos observar todos los elementos que hay a nuestro alrededor.
Técnicamente el título aguanta bastante bien y no nos hemos encontrado con bugs ni problemas graves. Aun así, le cuesta mantener los 60 FPS estables y en numerosas ocasiones desciende hasta los 30 FPS (sobre todo en escenas con muchos enemigos en pantalla y demás). Más allá de esto, las animaciones son bastante fluidas y conserva totalmente el espíritu del Minecraft original, por lo que podemos esperar algo similar.
Por último, su apartado sonoro dispone de una BSO diseñada para el título, con adaptaciones de temas conocidos y multitud de efectos como los de sonido de los enemigos, el uso de armas y herramientas y otros aspectos que tenemos memorizados cómo suenan gracias a haber jugado a Minecraft.
Minecraft Dungeons es un RPG sencillo inspirado en el universo de creado por Mojang pero mucho más lineal y limitado. Podemos encontrar hasta un total de 11 niveles rejugables y gran cantidad de ítems para equiparnos y preparar a nuestro/a personaje para hacerle frente a grandes hordas de enemigos diversos. Ya sea en solitario o en cooperativo, se trata de una obra disfrutable y divertida que podría haber alcanzado niveles de profundidad mayores con algunos añadidos adicionales como un sistema de crafteo para mejorar armas y armaduras, por ejemplo.
Aun así, nos propone diversas horas de contenido y al terminar la primera vuelta contamos con una “Nueva partida +” para enfrentarnos a enemigos con un nivel de poder y dificultad mayores donde las recompensas sean mejores y podamos obtener nuevo equipo. Por otro lado, si nos quedamos con ganas de más podemos esperar a que el DLC “Reinos isleños” quede desbloqueado próximamente (a cambio de un determinado precio) y podamos obtener un nuevo mapa de las islas y dos aventuras nuevas.