Los creadores de A Plague Tale: Innocence, Asobo Studio, cambian de tercio para contentar a los aficionados a los simuladores de vuelo y traer la que sin duda es la entrega más completa y detallada hasta la fecha. Microsoft Flight Simulator aterriza para seguir el legado de una saga que ya cuenta con once entregas principales. La última llegó en 2006 (por Aces Game Studio y Dovetail Games), por lo que ya era hora de disponer de una entrada en la franquicia cuyo lanzamiento apuntara a las puertas de la nueva generación.
Así lo hace la obra que nos ocupa, la cual presenta unos apartados gráfico y técnico impresionantes con su llegada a PC e inclusión en el Xbox Game Pass. A continuación os lo explicamos todo al detalle, ya que a pesar de que en un inicio su amplia propuesta nos parezca abrumadora, con unas horas de práctica nos haremos a los mandos y podremos personalizar la experiencia para que incluso aquellos jugadores que no somos demasiado expertos en el género de la simulación aérea podamos darnos unas vueltas y disfrutar de la libertad que ofrece el cielo.
Tras instalar los aproximadamente 100 GB que ocupa el juego y asegurarnos de que nuestro PC puede moverlo (ya que sus requisitos son algo elevados si queremos disfrutar de la experiencia tal y como Asobo Studio la ha diseñado), podremos empezar a ajustar todos los menús iniciales con tal de adaptar todo ello a nuestro nivel de experiencia. Estos parámetros se pueden modificar en cualquier momento, por lo que aconsejamos que si sois jugadores novatos en la saga Microsoft Flight Simulator seleccionéis la opción de “asistencia total”, que nos ayuda a aprender lo básico antes de lanzarnos al “Plano medio”, el cual ofrece una experiencia muy realista pero con ayuda adicional.
Por supuesto, si habéis jugado anteriormente a varias entregas de la franquicia, la que nos ocupa tan solo será un paso adelante más en la escalera de los simuladores de vuelo. En este caso, podemos lanzarnos directamente con la opción “Fiel a la realidad”, destinada a aquellos que quieren disfrutar de una experiencia desafiante y realista. Pero no todo se limita a estas opciones, que en cualquier otro juego podrían pasar como niveles de dificultad Fácil, Normal y Difícil, sino que podremos personalizar al detalle los siguientes parámetros: Pilotaje (timón de dirección automático para el despegue, volante, despegue o aterrizaje asistido, lista de verificación asistida), Sistemas de la Aeronave, Fallos y daños, Ayudas para la navegación, Notificación y Experiencia de usuario.
Por todo ello, al poco que trasteemos un tanto con los menús nos daremos cuenta de cada usuario tendrá una experiencia personal y particular al jugar a Microsoft Flight Simulator. Por supuesto, si llegamos con “los deberes hechos” y disponemos de los conocimientos básicos de navegación aérea (adquiridos en otros simuladores), disfrutaremos al 100% de la experiencia, mientras que si somos novatos dependerá de nuestro grado de compromiso y paciencia en el momento de hacernos con los complejos y un tanto abrumadores sistemas que ofrece la obra de Microsoft y Asobo Studios.
Eso sí, no nos lanzarán de lleno a volar sin habernos enseñado antes cómo hacerlo, ya que contamos con hasta ocho tutoriales detallados en los que aprender los controles básicos y de cámara, los instrumentos de vuelo, el método para despegar y aterrizar de forma segura y correcta, los patrones de tráfico aéreo y la navegación. Tras completarlos (algo que os recomendamos encarecidamente), podremos empezar a volar con libertad por todo el mundo.
Sí, lo habéis leído bien. Microsoft Flight Simulator lleva su ambiciosa propuesta a otro nivel al proponernos explorar el planeta Tierra entero desde el cielo. Gracias a un detallado sistema que recoge las imágenes en alta definición realizadas por los satélites a los que la compañía a cargo ha tenido acceso, encontramos más de 37.000 aeropuertos, 2 millones de ciudades, 1500 millones de edificios, montañas reales, carreteras, árboles, ríos, animales, tráfico y mucho más.
Todo ello es una auténtica pasada, pero os aseguramos que una vez a los mandos de los más de 20 aviones disponibles en el juego (25 en el caso de la edición Deluxe y 30 en la Premium), la sensación que sentimos es abrumadora pero también emocionante. El control de cada uno de ellos es muy distinto, ya que podemos pilotar desde aeronaves ligeras hasta aviones comerciales de gran tamaño. Toda la experiencia que se adapta a nuestro nivel, por lo que contemos con una guía de instrumentos para consultar en todo momento durante el vuelo y diversas listas de comprobación interactivas y destacadas.
En el caso de los aeropuertos, cabe señalar que algunos de ellos están recreados con mayor detalle y realmente sentiremos que estamos visitándolos, mientras que otros son más sencillos y no cuentan con un grado tan obsesivo de realismo. Lo mismo se aplica a determinadas ciudades o zonas como puertos o montañas emblemáticas, las cuales podemos conocer en la vida real y por ello detectar con mayor facilidad si algo no cuadra del todo. Sin embargo, esto no resta valor a la experiencia global, ya que se trata del simulador de vuelo más espectacular que hemos podido probar hasta la fecha.
Todo está cuidado hasta el más mínimo detalle para que cada botón, palanca mecánica dentro de la cabina de vuelo tenga una función y podamos interactuar con todos los elementos que encontramos a nuestro alrededor. Por supuesto, y como es comprensible, la mejor forma de disfrutar de Microsoft Flight Simulator es contando con periféricos específicos como un timón y pedales con los que controlar el avión, pero no por ello la experiencia con mando de Xbox One o teclado y ratón se queda coja.
Por otro lado, podemos volar por todo el planeta con condiciones meteorológicas reales (gracias a los datos ofrecidos por Meteoblue) o bien seleccionar diversos parámetros como la fecha, la altitud, nivel de nieve, precipitaciones, relámpagos, temperatura y presión atmosférica para con ello lograr que llueva, esté nublado o bien para disfrutar de un cielo totalmente despejado. Todo ello está al alcance de nuestras manos para que lo configuremos acorde con nuestras preferencias.
El apartado gráfico del título, en caso de que nuestro PC cumpla con los requisitos recomendados, es espectacular y demuestra lo que es capaz de lograr la nueva generación, cuyo lanzamiento cada vez está más cerca. Al disponer de todo el planeta tierra para explorar, podremos visitar ciudades que ya conocemos o descubrir otras nuevas desde el cielo. El poder presenciar el cambio climatológico en tiempo real y cuidado al detalle, junto al resto de sistemas creados para alzar la idea del simulador a un nuevo nivel, hará que nos sintamos inmersos en la cabina del avión que seleccionemos para cada vuelo.
En cuanto a su apartado técnico, salvo algunas texturas mejorables, no hemos encontrado con bugs ni errores graves, por lo que están justificados sus aproximadamente 100 GB de descarga debido al nivel de detalle que presenta en todos sus apartados. Eso sí, una vez más, cuanto mejor sea nuestro PC más disfrutaremos de la experiencia que han preparado desde Asobo Studio. En nuestro caso no contamos con periféricos como pedales, palancas y timón, así que no los hemos podido probar pero podemos afirmar sin temor a equivocarnos que se trata de la forma más cercana a la realidad de adentrarnos en este simulador.
Por último, su apartado sonoro destaca por presentar sonidos recreados con gran fidelidad. Ya que podemos cambiar la vista a dentro o fuera de la cabina una vez en el aire, en función de lo que hagamos escucharemos la potencia de las turbinas o bien el suave sonido que todos los que hayamos viajado en avión reconoceremos. Ya que se trata de un simulador realista, no podremos navegar entre una amplia banda sonora ni otros detalles que restarían seriedad a la propuesta.
Microsoft Flight Simulator hará las delicias de cualquier amante de la simulación de conducción aérea. Se trata del título de estas características más completo al que podemos acceder hasta la fecha, ya que eleva su promesa a un plano superior al proponernos el planeta Tierra entero para explorar vía aérea. De esta forma, y gracias a un complejo (y un tanto abrumador) sistema en el que cada elemento dentro de la cabina es interactuable y tiene su propia función, podremos aprender a volar de 20 a 30 aviones distintos (en función de nuestra versión del juego) y muy diferentes los unos con los otros.
De aquí en adelante, Asobo Studio y Microsoft han dispuesto una idea que queda flotando en el aire y apunta a traernos más contenido para mantener el título activo y cuidado por unos cuantos años. A las puertas de la nueva generación, la propuesta que nos ocupa demuestra que buena parte de los títulos que llegan a PC siguen llevando la delantera y marcando el camino que seguir en lo que a apartado gráfico y posibilidades se refiere.
Hemos realizado este análisis gracias a una copia de PC proporcionada por Microsoft