Dreams es lo nuevo de Media Molecule, el estudio detrás de obras como la saga de Little Big Planet y Tearaway. Desde el pasado 14 de febrero se encuentra disponible en exclusiva para PlayStation 4 (es posible que aterrice en PlayStation 5 en el futuro). Por ello, hemos dispuesto de unos días para sumergirnos en el Dreamiverso y explorar las creaciones más originales que los usuarios han confeccionado a lo largo del Early Access, el cual ha estado abierto por un periodo cercano a un año hasta el lanzamiento final.
Sin duda, la propuesta que ha traído Media Molecule es algo innovador y único en el sector de los videojuegos. Invita a los jugadores a explorar un gran número de creaciones originales, entre las que encontramos réplicas de obras conocidas (como Super Mario 64, Tomb Raider, Metal Gear Solid…) e ideas nuevas y, por otro lado, también despierta las ganas de materializar los sueños de muchos otros usuarios.
Lo primero que debemos hacer al acceder a Dreams es escoger a nuestro Duende. Se trata de un simpático personaje al que podremos manejar de forma directa al mover el mando por la pantalla. Gracias a este duende, podemos “poseer” diversos personajes para movernos con más facilidad, agarrar objetos y más. Nos lo irán explicando todo paso a paso y nuestros primeros avances en el Dreamiverso serán en compañía de una voz femenina (con un doblaje al español muy cuidado).
Una vez que aprendamos a movernos, nos darán acceso tanto al Modo de Creación como al de Explorar Creaciones de otros usuarios y podremos cambiar entre uno y otro siempre que queramos. Además, podremos explorar nuestro perfil con tal de descubrir las “Misiones de Duende”, una especie de tareas que podemos realizar para desbloquear diversos Logros y Trofeos. Ejemplos de ello son crear personajes en el editor, diseñar algún arte para colocar en Dreams, personalizar nuestro perfil, superar el modo historia, etc.
Para empezar a adentrarnos en el universo de Dreams y comprender hasta qué punto pueden llegar a dar de sí las herramientas que ofrecen en su modo creativo, disponemos del “Modo historia” del juego. En concreto, se llama “El sueño de Art” y es una obra por parte del equipo de Media Molecule que encabeza el apartado de creaciones del Dreamiverso.
Se trata de una historia musical interactiva de unas 3 horas de duración que nos invita a acompañar a Art, un saxofonista que abandonó a su banda debido a las inseguridades que surgieron de su mente y se apoderaron de él. Arrepentido y en busca de la redención, se embarca en un viaje por un mundo onírico surrealista en el que sus juguetes favoritos de la infancia le ayudarán a superar todos sus miedos con tal de volver a ser el Art que un día fue.
A lo largo del juego encontramos diversas situaciones, personajes y modos de juego que van desde plataformas hasta resolución de puzles ambientales y conversacionales. Por un lado tenemos a Art y su “realidad”, en la que se encuentra en sueños con los miembros de su banda y especialmente con Laila, su gran amiga de la infancia. En los niveles en los que estemos junto a él, llevaremos a nuestro duende y deberemos señalar allá a dónde queramos que se dirija el personaje, las maletas o cajas que queremos que abra, qué objetos recoger e incluso qué respuestas dar ante diversas preguntas que nos hagan los personajes con los que nos encontremos.
Nos parecen especialmente originales aquellos momentos en los que se plantean pequeños puzles que plantean, por ejemplo, recordar un número que hemos visto apuntado en una cinta de música con tal de marcarlo como un teléfono al progresar en el nivel. Además, podremos escuchar hasta cuatro canciones creadas especialmente para “La historia de Art” que nos invitarán a cantar y a mover rítmicamente a nuestro duende por la pantalla.
Las escenas con Art se van intercalando con otras en las que manejamos a Frances y Foxy el Parche. Como podéis imaginar, se trata de dos juguetes de la infancia del protagonista, que se encuentran en un mundo de fantasía dominado por un malvado cuervo. Debemos avanzar a través de diversas plataformas móviles, superar trampas y usar un u otro personaje en función de las habilidades que necesitemos (Frances dispone de un martillo, mientras que Foxy lanza discos a distancia).
Como tercera escena, también basada en un mundo onírico en el que los juguetes cobran vida, tenemos a D-Bug y Ele-D, dos robots que pueden soltar electricidad para activar mecanismos y absorber ítems para lanzarlos con potencia, respectivamente. En el caso de estos robots, también nos encontramos con un sistema de niveles basado en plataformas y resolución de puzles ambientales, además de tener que luchar contra algunos enemigos que salgan a nuestro encuentro.
“La historia de Art” no plantea nada que no hayamos visto antes en mecánicas e ideas jugables, pero su gran originalidad en lo que a arte, planteamiento y puesta en escena se refiere nos sorprendió en gran medida a lo largo de todo el juego. Por supuesto, se trata de lo mejor que hay en Dreams por el momento y por ello es imprescindible que lo juguemos si queremos descubrir de primera mano lo que pueden llegar a dar de sí las herramientas de creación si contamos con la imaginación, el tiempo y el esfuerzo necesarios.
Una vez superada la historia diseñada por Media Molecule, probamos diversas creaciones por parte de los usuarios. En el Dreamiverso, nos encontramos con cientos de juegos distintos, que componen un amplio abanico de obras: algunas más complejas y detalladas y otras más sencillas. Contamos con una sección de “juegos recomendados” que va cambiando en función de los “Me gusta” que recibe cada uno de ellos. Por otro lado, si vamos en busca de algo más directo, podemos usar la barra de búsqueda para colocar las palabras clave que queramos.
En nuestro caso buscamos algunos nombres de sagas de videojuegos muy conocidas tales como Tomb Raider, Super Mario 64 y Metal Gear Solid y encontramos obras sencillas hechas para recrear una zona inspirada en los mundos de los tres juegos. En el caso de Lara Croft, pudimos controlar a una versión suya que recuerda a los juegos clásicos y explorar unas ruinas en las que esperaba un monstruo mitológico (con el que no se podía interactuar). En cuanto a Mario, pudimos escoger entre él y su hermano Luigi con tal de darnos una vuelta por los jardines del castillo de Peach y entrar a su interior para descubrir un salón repleto de cuadros (a los que no se podía entrar). Por último, llevamos a Solid Snake por el hangar de Shadow Moses para recoger algunas cajas (sin utilidad posterior); uno de los elementos más característicos de la franquicia.
También probamos otros títulos tales como Art Therapy (basado en destruir todas las obras de arte posibles en un margen de tiempo de 3 minutos), Ommy Kart (juego sencillo pero completo de Karts) y Southpaw Cooking (un minijuego de cocina con controles poco precisos que perfectamente podría encajar en la realidad virtual, al ser en primera persona).
Como os podéis imaginar, la mayor parte de estas recreaciones están más enfocadas a pasearse y descubrir el talento que el artista ha invertido en recrear un escenario de un juego muy conocido o bien en ofrecer un pequeño minijuego original que en proponer un juego completo en sí mismos. Esto es debido a que el modo de creación es bastante complejo si queremos conseguir una obra jugable digna y vamos más allá de una creación sencilla.
Por otro lado, cabe mencionar que la mayor parte de estas creaciones han sido elaboradas por más de un usuario. Mientras unos se han encargado del diseño, otros han compuesto la música y otros el arte, por ejemplo. En los créditos de cada juego podemos consultar aquellos jugadores que han trabajado en la obra y cuál ha sido su papel, además de qué otras creaciones han diseñado.
Como hemos indicado, el modo de creación de Dreams puede parecer accesible y sencillo en un primer momento, pero a medida que avancemos se añadirán más y más opciones y nos daremos cuenta de que para dominarlo hace falta mucha paciencia y tiempo libre. En el tutorial inicial nos indican paso a paso cómo mover los objetos, redimensionarlos, clonarlos, borrarlos y demás con tal de configurar nuestro “Espacio inicial”.
En esta sala virtual también podemos colocar creaciones que hayamos obtenido al cumplir “misiones de duende” o completar el modo historia, entre otras acciones. Peluches, salas enteras como dormitorios y salones, grandes árboles decorativos, coches, plantas y mucho más con tal de dejar volar nuestra imaginación y colocarlo cómo queramos para diseñar nuestro espacio a nuestro gusto. Por supuesto, también podemos cambiar la música de fondo, el color del cielo y ambiente y, en definitiva, un gran número de elementos que iremos descubriendo poco a poco. Además, podemos capturar todo ello gracias a un modo foto interno sencillo pero eficaz que nos permite registrar nuestras creaciones y subir sus capturas a la red para compartirlas con otros usuarios.
Aparte de juegos, también podemos crear videoclips o salas interactivas que sirvan a modo de “museo personal”, para abrir nuestras mentes y dejar volar nuestra imaginación para poder plasmar todo lo que queramos, independientemente de su resultado final. Podemos compartir o no estas obras, por lo que los jugadores también tienen la opción de guardarse sus creaciones en privado.
En definitiva, Dreams es un título muy original e innovador que propone a los jugadores explorar un universo repleto de juegos diversos, recreaciones de obras míticas y, en general, un gran número de sueños materializados en forma de juegos por parte de usuarios de todo el mundo. A pesar de que su modo creativo sea difícil de dominar, desde Media Molecule han dejado las herramientas en manos de los jugadores con tal de que cada uno llegue hasta el punto al que quiera llegar.
Algo que debemos mencionar antes de cerrar el análisis es que, en lo que a apartado técnico se refiere, fue todo bastante fluido y sin problemas. Aun así, notamos que los ventiladores de nuestra consola PS4 hacían demasiado ruido, algo que no ocurre en otros juegos y que indica que sería necesaria una mejor optimización del título. En cuanto al apartado gráfico, es difícil de determinar, ya que el motor del juego ofrece la posibilidad de crear obras de estilos muy diversos. Al presentar un abanico de estilos bastante característicos y únicos, permite a los jugadores escoger entre uno u otro para encontrar aquel que les resulte más satisfactorio.
Por el momento, el título más destacable es “El sueño de Art”, el modo historia creado por los propios desarrolladores de Media Molecule. Aun así, el potencial que presenta Dreams nos invita a pensar que tal vez, en cuestión de unos meses o años, el Dreamiverso se llene de grandes juegos que lleguen a la altura de la creación mencionada. O, quién sabe, incluso lleguen a superarlo y tengamos un amplio catálogo de obras imprescindibles comprendidas en un solo disco.