Álava es uno de los destinos más verdes y sostenibles de nuestro país. Victoria-Gasteiz es su capital, que ya cuenta con 256.000 habitantes. Como resumía 'La Polaka' una showoman muy conocida allí, es una tierra muy diversa y recorrer su centro histórico en forma de almendra es emprender un viaje al pasado. Entre sus rincones se encuentra le pueblo de Añana, el más viejo de la provincia donde se conserva la fábrica de sal más antigua del mundo.
Álava es el destino más verde y sostenible de nuestro país, un territorio con paisajes insólitos y cascos medievales. Es imprescindible que conozcas su capital, Vitoria-Gasteiz, "Green capital" europea en 2012, plagada de parques, rodeada de bosques y humedales de su anillo verde. Recorrer su centro histórico en forma de almendra, las calles Cuchillería, Zapatería, Herrería... y visitar la catedral gótica de Santa María, es emprender un viaje al pasado. El milenario pueblo de Salinas de Añana es el más viejo de la provincia, aquí se conserva la fábrica de sal más antigua del mundo. Para los viajeros del vino, hay un lugar en el corazón de la Rioja Alavesa: la villa medieval de Laguardia. Si eres montañero, descubre el santuario de Oro y visita la cumbre del monte de Gorbea, el pico más alto de Álava. No te pierdas Santa Cruz de Campezo, el famoso pueblo de los cuchareros, en plena montaña alavesa.
Vitoria-Gasteiz es una ciudad ideal para moverse en bicicleta pero además funciona muy bien el transporte público: tranvía, autobús... Si queréis visitar Álava a vista de pájaro, os aconsejamos reservar un vuelo en avioneta en el aeroclub Heraclio Alfaro.
El viaje a Álava, capital de Euskadi, es en sí un viaje gastronómico. Empieza por los caracoles con tomate y perretxikos (menú típico de San Prudencio, patrón de Álava), la tortilla de patata manchada del bar Deportivo Alavés (hecha con chorizo a la sidra) aderezada con la mejor sal del mundo (la de Salinas de Añana), saborea un buen plato de caza en el restaurante Arrea de Campezo con una estrella Michelin, degusta los famosos vasquitos y neskitas de la confitería Goya y por supuesto, disfruta de un buen vino de Rioja Alavesa.
El hotel más lujoso de Álava está en la ciudad del vino de Marqués de Riscal, dormir en una de las suites diseñadas por Frank Gehry (diseñador del Guggenheim) cuesta entorno a unos 1.200 euros la noche.