María Lucía Sánchez Benítez, más conocida como Malú, es la primera invitada de este programa de ‘Viajando con Chester’, el último de la temporada. La artista cuenta a Mejide que necesitaba el parón en la música más de lo que ella misma pensaba y también comparte cómo la llegada de su hija le ha hecho cambiar sus prioridades por completo.
Malú conversa con Risto Mejide desde un establo, un homenaje a su afición por los caballos, previa a dedicarse a la música. De familia de artistas y en el mundo de la música desde los 15 años, Malú reconoce ante las cámaras de ‘Viajando con Chester’ que, antes de su parón en la música estaba más cansada de lo que ella creía y era mucho más autoexigente.
La sobrina de Paco de Lucía explica cómo fue el momento de la lesión, que provocó su pausa en el mundo de la música: “Hay un momento en el que estoy agotada y se nota, en la gira de Oxígeno, montamos el show todo esta perfecto y en los ensayos generales, a cinco días de empezar, pisé una pantalla, se me dobló el pie y me reventé los ligamentos del tobillo”.
A pesar de la gravedad de la lesión, Malú explica que su mentalidad era de “no puedo parar” y que lo dio todo por intentar no se tuviera que cancelar la gira: “No me opero. Pospusimos la gira, hice un plan conservador, me quedé en 46 kilos, me machaqué con la fisioterapia… Y lo conseguí, me hice 11 conciertos. Pero empecé con los dolores y el traumatólogo me dijo que o me operaba ya o me ponía una prótesis. Fue la primera vez que yo sola digo “no puedo, tengo que parar”.
Malú confiesa que le pesó mucho tener que cancelar la gira, pero que al mes de estar de baja se dio cuenta de lo necesario que era ese parón en su vida tanto profesional como personal: “Me quise morir, dejaba a gente sin trabajo. Siempre he sido una niña muy buena. Pero cuando llevaba un mes con la pata en alto, con la bota, le di las gracias a la vida en todos los idiomas posibles. Me di cuenta de que llevaba mucho tiempo necesitando parar. En ese tiempo viví muchas cosas, tuve a mi hija”.
Después de curarse, la artista explica que fue también su decisión la de volver a los escenarios porque “lo necesitaba”, pero que lo hizo con una mentalidad diferente, por primera vez en su vida: “Me subí pensando “voy a disfrutar” y esta última gira es la que más me ha gustado. Posiblemente también porque hay un ser humano en mi vida mucho más importante que yo. Necesitaba que apareciera ser humano en miniatura para restarle importancia a todo lo demás. Dejar de ser la niña buena para ser su madre”.