Mario Sepúlveda fue uno de los hombres que se quedó atrapado en una mina chilena durante más de dos meses. En 'Viajando con Chester', el líder de los 33 mineros que quedaron bajo tierra ha detallado cómo fueron esos angustiosos momentos.
Mario le contaba a Risto que ese día, el 5 de agosto de 2010, se había notado revuelto y con la sensación de que algo pasaría. Pero siguió con su jornada normal. Tras bajar en un camión a más de 700 metros, Mario se disponía a realizar su jornada de 12 horas hasta que a mediodía un bloque de una roca tan dura como el granito cayó y colapsó las rampas de salidas. Treinta y tres mineros quedaron atrapados e incomunicados.
"Fue atroz. Fue como que llega un momento que se te termina todo. Vienes desde abajo sin salida y te encuentras con un derrumbe donde buscamos todas las maneras de salir y no había. La roca era como un edificio de 300 metros. Miles y miles de toneladas de tierra sobre nosotros", recordaba el invitado.
A partir de entonces, Mario pasó a liderar al grupo con la intención de que hubiese una organización que pudiese favorecer a todo el grupo. En ese sentido y al no tener recursos, llegaron a ponerse de acuerdo sobre dónde hacer sus necesidades o cómo racionar la comida.
Mario Sepúlveda contaba entonces que solo tenían "unos tarritos de atún para sobrevivir un día a un turno" y que filtraban el agua contaminada con calcetines. También que procuraron mucho ser cuidadosos ante las infecciones que podrían llegar a tener en el espacio reducido donde vivirían durante casi dos meses.
"Cuando hay unión se logran cosas. Esos primeros diecisiete días pudimos hablar con argumentos (...) Todo lo que se hacía, se hacía en equipo. Tuvimos que aprender a ser psicólogos, amigos, padres... aprender a ser amigos", explicó. Aunque en su entrevista también contó los conflictos de convivencia que vinieron después.
Por otra parte, Mario Sepúlveda también recordó cómo llegaron a rescatarles. "Cuando vimos la perforadora fue emocionante. Fue una gran esperanza de vida otra vez porque estábamos muertos. Hasta ahí lo estábamos porque nadie sabía que estábamos vivos. Yo lloré", decía emocionado reviviendo el momento.