Ayer mismo tenía lugar en el Congreso de los Diputados uno de los momentos más surrealistas que recordamos. Un fallo humano del diputado popular Alberto Casero provocó que la balanza en el recuento se decantara hacia el ‘sí’ en la votación por la reforma laboral.
Pese a que los populares aseguran que se trató de un fallo informático en el voto telemático y que Casero intentó solucionarlo hablando con la mesa del Congreso minutos antes, lo cierto es que Meritxell Batet no consideró el voto de Casero como erróneo y se contabilizó en beneficio del Gobierno.
Tras esto, y según ‘El Confidencial’ y Verónica Fumanal, la bronca tras las votaciones continuó en el despacho de Batet con García Egea, Ana Pastor y Adolfo Suárez Illana. Fernando H. Valls, periodista parlamentario, ha relatado con todo detalle en ‘Todo es mentira’ la bronca que tuvo lugar en el despacho de Batet tras la polémica votación: “García Egea, Ana Pastor y Adolfo Suárez Illana acudieron al despacho de la Presidenta y por lo que me cuentan los gritos se oían a gran distancia”.
Verónica Fumanal ha explicado que la situación llegó a un límite extremo: “Insultaron a la Presidenta gravemente y a gritos, yo no pienso reproducir las palabras que dijeron, pero fue algo que no se puede permitir”.