Manuel Fernández es un hostelero insumiso de Cataluña que se resiste a cerrar su bar pese a las restricciones de la Generalitat y a las advertencias de la policía. Alega que tiene que comer y su decisión le ha acarreado ya dos multas de 30.000 euros cada una. La policía ha vuelto a acudir hoy a su establecimiento para advertirle, pero él no se echa para atrás.
Risto Mejide ha hablado con él por segundo día consecutivo, pero han tenido algún que otro choque. El primero ha llegado cuando el presentador ha dicho que la policía no había actuado contra el bar de Manolo. El hostelero ha reaccionado: “No pongas palabras en mi boca”. Luego ha detallado que las autoridades le multaron el sábado y el domingo y que este martes le han levantado el acta, pero que el lunes cerró porque hace fiesta. “¡Algún día tendré que descansar!”, se ha quejado. Risto le ha pedido que no se enfadara, que nadie cuestionaba que librase.
Minutos después ha habido otro segundo enfado y Risto Mejide ya se ha puesto serio: “Me estás empezando a calentar”. Le ha pedido al invitado que se tranquilizara para poder seguir con la conversación.
David Miquel, del sindicato de policías de Cataluña, ha intervenido para explicar qué consecuencias podría tener para Manolo su insumisión. Pero, a pesar de la información, el hostelero dice que no va a dejar de abrir: “Yo sigo con mi actitud trabajadora, respetando las medidas de seguridad, teniendo mi local aireado. Yo prefiero morir con el estómago lleno que con el estómago vacío. Si tengo que ir a la cárcel, iré por mi mujer y mis hijos”. Risto le ha respondido a estas palabras dejando claro que ‘Todo es mentira’ no quiere perjudicarle en ningún caso: “Este programa solo pretende que tengas claro cuáles pueden ser las consecuencias de tu actitud. El derecho a la insumisión tiene acarreadas unas consecuencias”.