Las causas por las que sería un buen momento para retirar las mascarillas de los hospitales

  • Los expertos proponen dejar de usar la mascarilla obligatoria en hospitales, centros de salud y farmacias

  • Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología, cree que es un buen momento

  • Se basa en que se ha terminado la temporada de invierno, que hay menos circulación de virus y que la población está bien inmunizada

Dos meses después de que se eliminara el uso obligatorio de la mascarilla en el transporte púbico, se está hablando sobre retirarla también de hospitales, farmacias y centros de salud. Pero ¿es un buen momento? ¿Sería seguro para pacientes y sanitarios? Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología, aclara estas cuestiones.

Hay varias causas en las que los expertos se apoyan para proponer la retirada de la mascarilla. Entre ellas que se ha terminado la temporada de invierno, que hay menos circulación de virus, no hay presión sanitaria y que la población está bien inmunizada gracias a la vacuna y a que la mayoría de las personas ya se han contagiado han superado el covid, por lo que tienen inmunidad híbrida. Por tanto, Marcos López Hoyos cree que es “un momento en el que podemos planteárnoslo”.

El experto también recuerda que esta retirada de la mascarilla en los hospitales no sería total, sino que ya había sitios antes de la pandemia donde ya se utilizaba. “Es la herramienta adecuada para proteger a los pacientes que tienen mayor riesgo”, ha puntualizado.

La situación actual de la pandemia

López Hoyos ha negado que hayamos superado ya la pandemia, pero porque el virus “se ha convertido en algo endémico”. “Ha venido para quedarse, como la gripe”, ha añadido. Además, ha destacado que actualmente se sigue vigilando la situación epidemiológica y se investiga para ver qué inmunidad se ha generado entre la población, además de su duración y de a qué grupos de personas habrá que inmunizar en un futuro para protegerlos.

Por tanto, Marcos López Hoyos considera que, sin mascarilla, “podemos seguir trabajando con seguridad, protegiendo al paciente y a los profesionales”.