Jesús es agricultor en Sevilla y lleva 49 años dedicándose a ello. En todo ese tiempo, no ha vivido una sequía igual a la que se está viviendo este año. Por ello, se ha visto obligado a tomar una decisión drástica: “No se van a sembrar ni tomates ni algodón. Con la cantidad de agua que nos van a dar con la dotación no tenemos”, declaraba.
Asegura que esto le está afectando muchísimo: “Hay noches que se queda uno sin dormir, con insomnio, debido a la situación que tenemos. Es lamentable. Ni ayudas. El poco agua que nos ha llegado es para salvar los cereales”, declaraba.
“Antes sembrábamos cuatro hectáreas y ahora nada. Nos dan una dotación de 700 metros cúbicos por hectárea y el tomate necesita 5.000 litros por hectárea”, aseguraba el agricultor, que advierte de que no va a haber beneficios: “Preferimos dejar la tierra vacía a tener más pérdidas. Necesitamos ayudas directas para el campo”.