El Gobierno ha autorizados 5.000 km2 para la eólica marina. Diferentes estructuras se instalarán en algunas zonas de España, algo que ha indignado gravemente a los pescadores del país.
“Es un pescacidio. Es una palabra que hace relación a poner en peligro un sector estratégico y fundamental en algunas zonas de España como es Galicia”, explica Torcuato Texeira, Portavoz de la Plataforma en Defensa a la Pesca.
“No me gusta llamar a los parques eólicos parques. Instalar esas macroestructuras en nuestros mares en unas zonas tan sensibles y con tanta actividad pesquera como se está planificando y sin tener información científica y sin echar mano a un instituto de referencia como es el Instituto Oceanográfico. De esta forma sabemos qué situación biológica hay y si se puede ver afectada con esta instalación”, asegura.
“Estas macroestructuras producen cambios en las corrientes, vibraciones, ruidos y energía electromagnética. No ha que tener solo en cuenta a los pescadores, sino a los ecosistemas marinos. Se podría poner en peligro la campaña del bonito del cantábrico”, comenta en ‘TEM’ el pescador.
“Se ha hecho una planificación del espacio marino a prisa, corriendo, de forma acelerada y sin contar con los mejores informes. Se ha empezado la casa por el tejado. Tenían al Ministerio de Trabajo para saber que impacto puede tener expulsar a los pescadores de su zona de trabajo y los han ignorado”, deja claro.